10. Festival de verano

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Marielle se encontraba preparando el desayuno, había despertado temprano como los últimos días y estaba muy callada, pensando en la propuesta que le había hecho Aldrich el día anterior en el gym. No sabía si era buena idea, ya que cree que eso le molestaría a Robbie, así que había decidido comentárselo, pero no sabía cómo abordar el tema.

Suspira con nerviosismo al escuchar a su esposo mover una de las sillas para sentarse. Lo mira de reojo y él estaba escribiendo algún mensaje en su celular. Sirve el desayuno en el plato y lo pone frente a él, para después servirse el suyo y sentarse a desayunar juntos.

—¿Irás al gym hoy? —Robbie es quien rompe el silencio.

Marielle se atraganta un poco y bebe del jugo de naranja—. Sí... ¿te conté que vi a Aldrich allá?

Robbie frunce el ceño tratando de recordar, ayer hablaron un poco de su primer día en el gym y también sobre el trabajo de Rob, pero ella no se había atrevido a contarle lo de Aldrich—. Creo que no —no suena muy seguro, pues tampoco le puso mucha atención por estar pensando en que Joshua y el chico modelo se habían ido juntos.

Marielle no podía con los nervios y vuelve a beber un poco de jugo como si eso le diera el valor de hablar—. Bueno, al parecer él va de vez en cuando a ese gym...

—¿No es el gym en el que trabajaba antes? Él solía trabajar en uno.

—No lo sé, tal vez sea el mismo. Bueno, lo que quería decirte es que, Aldrich se ofreció a entrenarme. Dijo que podía ponerme algunas rutinas de ejercicio mientras me adapto.

A Robbie en realidad no le molestaba, pues conoce a Aldrich y sabe que no intentaría propasarse con Marie. Finge pensarlo por un momento y asiente con la cabeza—. ¿Aceptaste?

—Primero quería consultarlo contigo... saber si no te molestaba o algo así.

—Claro que no, Marie —sonríe acariciando la mano de su esposa—. Además, si a ti te da confianza está bien.

—Sí, prefiero que sea él, que es alguien que conozco, a otro tipo que no.

Aunque en realidad no lo conocía del todo, pues ella nunca quiso salir con él, pero podría ser un buen momento para iniciar una amistad, ¿no?

—Bueno, cariño, debo irme a trabajar. Hoy por fin terminaremos con la sesión de fotos. Petter está insoportable con todo eso de las modelos —dice levantándose para recoger los platos.

—Yo los lavo, no se te vaya a hacer tarde. ¿Amor, si iremos al cine mañana?

Esa pregunta toma por sorpresa a Rob, ya que no lo recordaba—. Sí —deja un corto beso en sus labios—. Nos vemos más tarde.

Marielle termina de lavar los platos y limpiar la cocina para después alistarse para ir al gym. Cuando está lista, toma su celular y le escribe un mensaje a Aldrich.

"Hola, perdona por no escribirte antes, voy de camino al gym. ¿sigue en pie lo de entrenarme?"

Minutos después el responde: "Por supuesto ;) nos vemos allí en 10 minutos".

Marielle toma sus cosas y las llaves de la casa, esta vez se iría caminando ya que el gym quedaba a unas cuadras cerca de su casa. Cuando entra al gym Aldrich todavía no había llegado. Pasa al área de los casilleros y deja allí su mochila para solo llevar el agua y una pequeña toalla con ella.

Al salir de allí se encuentra con Aldrich y él le sonríe—. ¿Lista?

—Sí —responde con una pequeña sonrisa.

Pasaron casi dos horas allí entre conversaciones cortas y rutinas de ejercicio que hicieron juntos. Aldrich era muy respetuoso con ella y todo un caballero.

¿Mi esposo es GAY? © Robbie Amell [LIBRO#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora