Robbie da media vuelta, dirigiéndose a su silla, mientras piensa en qué responderle a Eddgar—. Le pedí una copia de los apuntes que escribió en la junta.
—Oh, está bien —dice sentándose en una de las sillas e inclina su cabeza hacia atrás, mirando el techo.
—¿Qué pasa? —pregunta Rob, al verlo un poco frustrado.
—Nada, solo quiero estar aquí hasta que Iraní se vaya.
—¿Por qué? ¿Discutieron?
—Algo así. Ella no quiere nada conmigo y yo no puedo sacarla de mis pensamientos. Malinterpreté las cosas el día de tu boda, creí que por fin la había convencido de intentar algo entre los dos, pero no. No es así —suspira con decepción.
—¿Ella te lo dijo?
—Sí, solo quiere que seamos amigos —bufa, levándose de la silla—. Así que tendré que acostumbrarme. Nos vemos luego.
Ed sale de la oficina y Rob se queda pensando en su encuentro con Joshua; tal vez él tenga razón y no debe reclamarle, pero Robbie no estaba de acuerdo en que lo sacara de su vida. Por alguna razón sentía que necesitaba saber de él y tenerlo cerca.
~
Al terminar su jornada de trabajo, Iraní regresó a su casa y por la tarde decidió ir a correr al parque y despejar su mente. Se preguntaba si estuvo bien lo que hizo al alejar a Eddgar. Ella no quería alejarlo, pero lo conoce muy bien y sabe que se alejará de ella por lo sucedido, o que al menos estará distante por un tiempo.
Por otro lado, Andrew invitó a comer a Grace con el pretexto de que le hablaría sobre lo que harían en su trabajo. Ella quería preguntarle algunas cosas sobre Eddgar, pero no se atrevía y prefiere esperar y averiguar ella misma.
Robbie llegó a su casa, cansado y hambriento. Marie se había quedado dormida en el sofá, cansada después de horas parada preparando la comida. Él se acerca y besa su frente. Marielle abre los ojos lentamente y sonríe al verlo.
—Hola, ¿tienes hambre? —pregunta sentándose en el sofá para ponerse las sandalias.
—Sí —responde Rob, sentándose en el sillón individual y quitándose los zapatos—. ¿Ya comiste?
—No, estaba esperándote. Preparé algo de comer, espero que te guste —dice con una sonrisa tímida y se dirige a la cocina.
—¿Cómo estuvo tu día? —pregunta Rob ayudándole a servir el agua fresca en los vasos, para después llevarlos al comedor.
—Bien, fui al supermercado y preparé la comida. Creo que debo buscar algo qué hacer este verano o voy a volverme loca sin hacer nada.
—¿Cuándo regresas a dar clases?
—En dos meses. Estaba pensando en hacer ejercicio. ¿Qué tal si vamos a correr juntos por las tardes?
Ambos se sientan para comenzar a comer.
—Suena bien... pero sabes que hay días que salgo tarde de trabajar.
Ella asiente desilusionada. Creía que sería una buena idea para pasar el tiempo juntos, pero no funcionó así que tendría que hacerlo ella sola. Permanecen callados hasta que terminan de comer y Marie decide contarle sobre su encuentro con Aldrich.
—Me encontré con Aldrich en el supermercado —le cuenta y él presta atención.
—¿Sí? ¿Y qué pasó? ¿Platicaron? —pregunta interesado.
—Un poco, solo me preguntó cómo nos ha ido en el matrimonio. Y es algo que yo también quisiera saber.
Rob la mira confundido—. ¿A qué te refieres con ese comentario?
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¿Mi esposo es GAY? © Robbie Amell [LIBRO#2]
Ficção AdolescenteDespués de haberlo pensado por mucho tiempo, Joshua se atreve a enfrentarse a Robbie el día de su boda y trata de convencerlo de aceptarse a sí mismo y no arruine su vida casándose con alguien que no ama. -No te atrevas, Joshua -Robbie se aparta ale...