4. La boda

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La junta estaba por terminar, Iraní trataba de ignorar los comentarios imprudentes y fuera de lugar que hacía Petter y se concentraba en sólo tomar en cuenta las opiniones sobre el proyecto.

—Bien, estoy de acuerdo en todo excepto en la elección de modelos. Creo que ahora nos corresponde a nosotros elegirlas y tú contratas a los fotógrafos —sugiere Petter, quien desde el inicio del proyecto quería escoger a las modelos.

Eddgar mira a Iraní para saber su respuesta, a él no le interesaba tanto como a Petter el escoger a las modelos.

—Ok. Dejaré que cumplas tu sueño de elegir a las modelos —responde ella.

—¡Por fin! —exclama Petter solo para molestarla.

—Bien, trato hecho, ¿cuándo empezaremos con las fotos? —pregunta Ed.

—Cuando Petter tenga a las modelos, yo tengo un par de fotógrafos conocidos así que solo depende de si están disponibles.

—Perfecto, contactaré a las mejores modelos —Petter guiña un ojo a Iraní y se pone de pie para salir de la sala de juntas—. Te veo luego, linda.

Iraní suspira con fastidio cuando Petter sale de allí y comienza a guardar sus carpetas. Ed se pone de pie y se acerca a ella —. Tranquila. Ya sabes como es Petter, solo quiere molestarte.

—Y siempre lo consigue —confiesa ella —. Pero sé controlarme frente a él, no te preocupes —lo mira y medio sonríe para después dirigirse a la puerta.

—¿Ya tienes una respuesta? —pregunta Ed antes de que Iraní abra la puerta.

—¿Sobre qué?

—Sobre desayunar juntos.

Iraní lo piensa por un momento y solo asiente, esperando que nada salga mal. Ed sonríe contento y salen juntos de la oficina. Al llegar al restaurante escogen una de las mesas que están afuera y ordenan su desayuno.

Iraní al principio parecía un poco incómoda y nerviosa, pues tenían mucho tiempo sin salir solos a algún lugar, pero Ed se estaba encargando de distraerla al contarle cualquier cosa que se le ocurriera o preguntarle sobre su trabajo.

—¿Y ya tienes pareja para mañana? —pregunta él cuando terminan su desayuno.

—¿Para la boda? No... estoy en proceso de convencimiento con Joshua —ríe entre dientes.

—Bueno, sé que muy probablemente no aceptarás mi invitación, pero en caso de que él no acepte, yo estoy disponible.

Iraní bebe de su café y solo sonríe sin saber que responder.

—Gracias, pero no creo que sea buena idea que vayamos juntos.

—¿Por qué no? Somos amigos, podemos ir como lo que somos, ¿no?

Eddgar siempre tenía buenos argumentos e Iraní no sabía que responder sin sonar grosera. Además, ya se estaba cansando de siempre rechazarlo, pero era algo que se había prometido a ella misma. No salir con socios. No entablar amistad con socios. Pero Eddgar era la excepción (hablando de amistad) pues ya lo conocía antes de ser socios.

—Lo pensaré —responde ella y Ed sonríe sabiendo que tiene muy pocas probabilidades.

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El día tan esperado por Marielle ha llegado. Los nervios la atacaban de nuevo pero esta vez la felicidad le ganaban. Las cosas con Robbie se habían arreglado, aunque él siguió un poco serio después de todo el drama que Marie le había hecho. Marielle no insistió en el tema, ella pensaba que ese era el motivo por el que estaba serio, que era su culpa, pero la realidad era otra.

¿Mi esposo es GAY? © Robbie Amell [LIBRO#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora