Inscripción Oportuna

Capítulo 17

Es asombroso como hay personas tan talentosas que no requieren de tanto tiempo para aprender algo, sí, estoy hablando de Susan.

Desde el año pasado empezó a aprender a tocar la guitarra y se le dió bien, después quiso probar con el violín así que le empezó a enseñar una prima suya que hace unos años estuvo en la orquesta también, pero el verdadero sueño de  mi mejor amiga era pertenecer a la orquesta no solo aprender a tocar el violín, por eso se preparó desde antes, hay quienes solo asisten al curso y aprenden sin llegar a ser parte de las presentaciones y si lo hacen solo asisten a las últimas del año.

Me siento tan orgullosa de Susan, estoy ya en una de las tantas sillas que hay en el salón esperando la presentación de la orquesta, la orquesta del Instituto, los integrantes van vestidos muy formales, trajes y vestidos de color negro, siempre usan ese color.

Mi amiga lleva un vestido que le llega abajo de las rodillas, ajustado de la parte de arriba y abajo un vuelo muy bonito, lleva el cabello recogido en un moño muy bien hecho y a un lado le caen unos pequeños mechones de cabello, se ve preciosa y lleva su violín propio, color café y unos detalles azules.

El lugar se llena muy rápido y es que estás presentaciones son importantes, no solo van a participar ellos sino que también algunos colegios privados.

—Aquí hay lugares libres.

Y hablando de colegios privados.

—Hola Mariel— Alexis se sienta a mi lado, lleva puesto un traje formal de color negro también y una camisa azul.

—¿Vas a participar?

—Oh, hola Alexis, ¿que tal estás?

—Sí, hola, ¿Vas a participar?

—Sip, así como lo ves, él es parte de la orquesta— Miguel aparece también y se sienta a su lado.

—¿Tú también?— no me sorprendería después de todo.

—No, yo soy más de ejercicios y deportes.

—Ah ¿si?, ¿practicas deportes?

—Es el aguatero del equipo— dice Alexis riendo a lo que su amigo le reprocha con la mirada.

—¿En serio lo eres?— no dice nada por lo que pienso que es verdad— es algo bueno eh, al menos haces algo, digo, ayudas y eso e inviertes tu tiempo en algo...

—Gracias por tus palabras de aliento hacia un aguatero, pero no lo soy.

—¿Entonces?

—Soy un simple integrante del equipo y ya.

—Ya bájale al drama de humildad, que te conozco, sé que no eres o al menos no te consideras un "simple jugador".

—Tienes razón, soy un buen jugador, un gran aporte para el equipo.

—Bien, el Miguel de siempre ha vuelto— dice Alexis, a lo que aprovecho a preguntar.

—¿Y tú?

—¿Yo qué?

—¿Que instrumento tocas? ¿No se supone que deberías estar con los demás participantes? ¿Porqué estás aquí? ¿Desde cuándo tocas...?

—Cuantas preguntas— murmura Miguel.

—¿Puedo responder ya?— me pregunta el chico al que interrogué y yo asiento— bien, toco el saxofón, si se supone que debería estar con los demás pero, y esto responde la siguiente pregunta, quise venir a saludar y empecé a tocar desde los trece años.

—Caray, a estas alturas ya eres todo un profesional.

—¿Insinuas que soy viejo?

—No dije eso.