Capítulo 3

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Creo que me tomé demasiado en serio las palabras de mamá cuándo dijo que más me valía levantarme temprano para el primer día de instituto, aunque bueno, no dijo que sólo éste día, dijo que todo el año de instituto.

A ella la cambiaron de sede en su trabajo, ahora pasa cerca del instituto, así que será ella quien me estará llevando.

Son las 06:20 a.m. y para mí ésto es un récord, aún faltan 10 minutos para que nos vayamos, en los años anteriores siempre llegaba tarde a clases y ese era el dolor de cabeza de mi mamá.

Me quedó viendo el reloj un largo rato, hasta que mamá aparece.

—Buenos días hija—dice mamá— ¿ya estás lista?— yo asiento— entonces vamonos.

—¿Sofía está despierta?

—No, aún no, pero la comida ya le queda hecha y ella ya sabe que tiene que ir a la escuela, ayer hablamos eso con ella— yo solo asiento.

El auto de mamá me gusta mucho, me gusta su color gris y su estilo, me gustaría poder conducir.

En el camino mamá me permite poner la radio, tardamos 15 minutos en llegar al instituto.

—Ves cariño, no cuesta tanto llegar temprano a clases— me dice mamá— no entiendo porqué tenías ese problema.

—Bueno mami, me voy antes de que aquí se me vaya a hacer tarde— ya hemos tenido ésta plática acerca de la puntualidad y no quiero volver a tenerla, aunque si tengo que admitir que la necesito.

—Adios mi amor— dice ella— que te vaya bien— yo le sonrió y salgo del auto.

El instituto es bastante grande, éste será el último año aquí y aunque no quiera tengo que admitir que lo extrañaré el próximo año.

—Mariiiiiiii— Susan viene entrando al instituto también, al parecer su hermano mayor la vino a dejar.

—Hola Susi.

Wow, no te ofendas, pero no es común que llegues temprano al instituto.

—Mamá me quiere inculcar la puntualidad sí o sí.

—Eso está bien, es nuestro último año aquí, debemos aprovecharlo al máximo— me dice ella— deseo de verdad que nos permitan tener nuevos compañeros este año, ya van dos años con las mismas personas.

—Bueno, con solo que Diego y Rafa si queden con nosotros.

Jah, si es que tenemos una suerte que ese par de tontos nos seguirían hasta si ganaramos una beca en China.

No puedo evitar reírme de su comentario, y como si el destino estuviera a su favor, el "par de tontos" según Susan, aparecen.

—Hey— dicen los dos a la vez.

—Hola chicos— digo yo.

—Buen día, par de mensos— dice Susan.

Ella suele llamarlos así, pero lo hace de cariño, bueno según ella, porque en realidad los dos obtienen buenas calificaciones.

—Sabes que somos inteligentes— le dice Rafa a Susan.

—Uy si, perdón señor don sabelotodo— dice ella.

Y así, entre bromas, entramos al instituto, en busca de nuestros horarios, y así es como confirmamos que si vamos a estar juntos de nuevo éste año.

—Saben, en este tiempo tuve miedo que no fuéramos a tocar juntos este año— dice Diego.

—Pero ya ves, aquí vamos de nuevo— habla Susan.

—Presiento que éste será nuestro año— continúa Diego— aunque bueno eso dijimos estos años atrás y a mitad de año ya no queríamos ni continuar.

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