CAPÍTULO SEIS.

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El día viernes llegó y eso solo significaba una cosa. La puerta de la oficina de Seungcheol fue golpeada ligeramente y éste, como siempre, pareció no notarlo hasta que la persona del otro lado anunció su presencia.

—¿Puedes dejar ese computador de una buena vez? Hace una hora te dije que te quería en mi oficina.—Jisoo se quejó con fastidio.

Ante aquellas palabras, el hombre detrás de dicho computador le dedicó toda su atención acompañada de una sonrisa avergonzada.

—Lo siento, Shua. Sólo que quise adelantar pendientes y supongo que me dejé llevar.

—Bueno, pues creo que ya adelantaste suficiente. Es hora de irnos, recuerda que prometiste ir a tomar algo conmigo y los chicos del departamento. Espero que no lo hayas olvidado.

—Claro que no lo olvidé, Shua. Sólo déjame–

—Me parece que ya hiciste suficiente—interrumpió al mismo tiempo que se acercaba para tomar la mano del chico y obligarlo a levantarse.—Es hora de irnos.

—Sólo déjame guardar mi documento…

—Yo lo haré. Vete ya y espérame en el estacionamiento, si te dejo aquí eres capaz de quedarte una hora más y yo no puedo permitir eso.

Ante aquellas palabras, Seungcheol no pudo evitar reír y solo pudo obedecer ante las palabras de su amigo. Así que, sin atreverse a titubear, abandonó la oficina no sin antes llamar a Jeonghan por teléfono, pues en realidad sí que había olvidado ese compromiso, por lo cual debía avisar a su novio que quizá no volvería a casa hasta la madrugada.

—Cheol, que bueno que me llamas. Yo estaba por hacer lo mismo—Jeonghan dijo del otro lado de la línea.

—¿Qué sucede, amor? ¿Está todo bien?—Seungcheol cuestionó preocupado.

—Pues no del todo. Resulta que hace un rato llamó la señora Kwon para decirme que decidió aumentar postres a su pedido y ahora tengo el doble de trabajo. Tengo una semana para terminar todo y no creo que pueda hacerlo solo. Es decir… justo ahora tengo otros pedidos y no estoy seguro de poder terminar todo. Ya sabes que Ha Neul se tuvo que ir un tiempo por su embarazo y aún no he contratado a más personal.

—Mi amor, es que ya te he dicho que no es bueno que te cargues de trabajo de esa manera.

—Es que no pude evitarlo, la señora Kwon ha sido cliente fiel desde que abrí mi cafetería. No puedo decirle que no.

—Pero Hannie, aún así, ella debió avisar con anticipación. Dos semanas es muy poco. ¿Quieres que vaya a ayudarte?

—No, Cheol. Seguramente estás ocupado, yo no podría pedirte eso. Además tú odias la repostería.

—Puedo hacer un esfuerzo por ti.

Jeonghan rió ligeramente.—No, amor. Tan sólo te llamaba para decirte que quizá no llegue a dormir esta noche, así que por qué no sales con tus amigos del trabajo y te distraes un momento.

—No podría hacer eso sabiendo que tú estarás ocupado trabajando. Es más, ¿por qué no vienes conmigo a beber algo junto con mis compañeros y luego nos vamos a la cafetería a trabajar?—propuso sin mucha esperanza, pues Jeonghan siempre solía dar prioridad a su trabajo antes que a cualquier cosa.

—No, amor. En serio tengo mucho qué hacer. De hecho justo ahora estoy esperando algunos ingredientes que me faltan y en cuanto lleguen no voy a parar. Pero espero que te diviertas mucho con tus compañeros.

—Entonces déjame ayudarte—Seungcheol insistió.

—Te diré algo. Puedes ayudarme con el pedido de la señora Kwon que comenzaré a hacer la próxima semana, así también tienes tiempo para organizarte en el trabajo, ¿de acuerdo?

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