CAPÍTULO NUEVE.

1.2K 186 64
                                    

Cuando Joshua despertó la mañana del lunes, se dió cuenta de la incontable cantidad de mensajes y llamadas perdidas en su teléfono celular por parte de sus compañeros de trabajo y de Seungcheol en particular.

No hubo tiempo para hacer mucho, así que luego de tomar una ducha y vestirse, salió rumbo a la oficina sabiendo que al llegar, sería un día bastante ocupado.

No se sorprendió cuando, al entrar al edificio, se encontró con gente yendo y viniendo de un lado a otro con estrés evidente en sus rostros, pero pese a eso, cualquiera que se cruzara en su camino se tomaba el tiempo para detenerse a saludar o tan siquiera para dedicarle una sonrisa.

Joshua suspiró, pues sabía que si los empleados se encontraban de esa manera, probablemente Seungcheol estaría enloqueciendo en su oficina o algo así, por lo cual se dirigió hacia el lugar en cuestión para tratar de tranquilizar un poco al presidente de la compañía y futura conquista.

Ni siquiera se molestó en tocar la puerta puesto que ésta se encontraba entreabierta, cosa que indicaba que quizá Seungcheol estaba lo suficientemente ocupado como para darse cuenta de la gente que entraba o salía.

—Buenos días—Joshua saludó con cautela al chico que se encontraba demasiado concentrado tras su computador.

Seungcheol sonrió como siempre, pero esta vez sin quitar de encima sus ojos de aquel aparato. 

—Que bueno que llegas, Shua. Lamento haberte hecho llegar más temprano, pero sucedió algo que nos afecta a todos.

—Me enteré en recepción. Y déjame decirte que un posible fraude por parte del departamento de finanzas por inconsistencias en las cuentas es algo ilógico. Tenemos inspecciones todo el tiempo y no tengo que mencionarte que mi departamento está involucrado en esas inspecciones la mayoría del tiempo. No quiero decir que con eso me deslindo del problema, Seungcheol, pero yo no tengo problema si decides solicitar una revisión detallada para corroborarlo, mi departamento puede proporcionar las pruebas necesarias sin ningún problema.

—No desconfío de ti, Shua. Más bien me frustra que surjan estos inconvenientes cuando estamos tan cerca de las auditorías. Algo así es muy delicado.

—Y con más razón, deberíamos apurarnos con ese tema si no queremos tener problemas. Aunque no creo que sea difícil puesto que tenemos pruebas y control del manejo administrativo y financiero de los últimos años.

—Bueno, encárgate de revisar eso entonces y en cuanto lo tengas quiero un informe detallado, ¿crees que puedas hacerlo en una semana?

—Por supuesto que sí, guapo. Cuenta con ello. Es más, voy a convocar una junta con mi departamento ahora mismo.

Seungcheol sonrió.—Muchas gracias, Shua.

El chico sonrió—Cheol, sé que quizá no es un buen momento ahora, pero yo… quisiera decirte que lamento mucho lo que pasó el viernes. Yo no quería incomodarte.

Ante aquellas palabras, Joshua pudo notar que las mejillas de Seungcheol se tiñeron de un rojo tenue, cosa que le hizo sonreír internamente.

—Oh, eso… no te preocupes, Shua. Yo entiendo que ambos estábamos ebrios y cuando te pusieron en esa situación tan incomoda pues quizá buscaste a una persona confiable que te siguiera la corriente.

—Eso fue precisamente—Joshua dijo aún en su pequeño papel de mejor amigo. Aunque pronto, cuando Seungcheol menos lo pensara, estaría besando esos labios hasta satisfacerse.—En fin, guapo, me alegra haber aclarado las cosas entre nosotros. Ahora me iré porque hay mucho trabajo.

Seungcheol asintió con una sonrisa, y en cuanto su puerta se cerró, un gran suspiro abandonó sus labios. No sabía por qué había pensado en ese momento y en Joshua durante todo el fin de semana, pero le asustaba demasiado el hecho de que su estómago cosquilleara cada vez que eso sucedía.

1+1=3 ✨JiHanCheol💫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora