CAPÍTULO VEINTICUATRO.

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Joshua despertó cuando su teléfono celular sonó en su pantalón que estaba en alguna parte de la habitación.

Frunció el entrecejo y miró a su alrededor, sonriendo al instante cuando vio al chico desnudo junto a él quien aún dormía. Lo sucedido la noche anterior definitivamente había sido real, pero aún se sentía como un agradable sueño, como si hubiera estado en el paraíso por un momento, y sería aún mejor si al despertar, Seungcheol estuviera igual de feliz que la noche anterior. O lo que sería aún mejor, que Jeonghan fuese parte de ese momento.

Intentó levantarse para buscar su teléfono que aún seguía sonando, pues no sabía qué hora era y tenían una junta importante por la mañana; no obstante, fue detenido por los brazos de Seungcheol rodeando su cintura, quienes atrayéndolo más cerca de él, impidieron que continuara con sus acciones.

—No te vayas—Seungcheol pidió, repartiendo besos en su cuello.

—Tenemos junta a las ocho, ¿recuerdas?—Joshua dijo, pero aún así, ladeó su cabeza para permitirle explorar aún más. No había manera de resistirse a los besos de Seungcheol.

—Son las seis y media. Tenemos tiempo.—Seungcheol insistió, deslizando sus dedos por su piel desnuda y provocando en Joshua un escalofrío que lo hizo sonreír.

Ante aquellas palabras, el chico extranjero se giró para encontrarse con la mirada de Seungcheol, y se sintió desfallecer cuando vio esa sonrisa que tanto le gustaba.

—Cheol… ¿ya no estás molesto conmigo?—Cuestionó con cierto miedo, pues aunque la respuesta parecía bastante obvia, le asustaba pensar que Seungcheol pudiese arrepentirse de lo sucedido una vez que volvieran a su realidad con los compañeros de la oficina.

No obstante, un cosquilleo invadió su interior cuando éste negó con la cabeza antes de acercarse más para besar su frente.

—No, Shua. No estoy molesto, solo… estoy confundido. Es decir, aún no sé qué hacer, porque aunque antes acepté esto de tener una relación poliamorosa, el hecho de que tú ya conocieras a mi novio, bueno… lo hizo todo más complicado.

—Al contrario, amor. Es más sencillo porque tenías tus dudas al pensar que Jeonghan salía con otro chico, pero saber que es conmigo, que los tres nos amamos y que no hay otra persona más, lo hace más fácil.

—Suena más fácil, pero es solo que… no puedo terminar de asimilarlo.

—Y no te voy a pedir que lo hagas ahora. Sólo quiero que me prometas que vas a pensarlo, que vas a meditar el hecho del por qué esto no es malo de ninguna manera. Yo quiero hacerlos felices a ambos porque los amo y sé que ustedes piensan lo mismo.

—¿Qué te ha dicho Jeonghan?—Seungcheol cuestionó con curiosidad.

—La verdad es que he hablado poco con él sobre el asunto porque quiero que ustedes lleguen a un acuerdo en primer lugar. A mí me interesa que entre ustedes las cosas estén bien pero sobre todo claras.

Seungcheol sonrió.—Jeonghan me ha dicho que también quiere esto, y sé que yo también. Pero tengo miedo…

—¿Qué es lo que te asusta, guapo?—Joshua cuestionó con sincera preocupación al mismo tiempo que acariciaba los cabellos del chico quien aún lo abrazaba de las caderas.

—Tengo miedo de que las cosas terminen mal, de que los tres terminemos separados porque esto de iniciar una relación suena tan agradable que temo que termine pronto, que sea demasiado bueno para ser cierto.

Joshua sonrió con ternura y negó con la cabeza continuando con esas suaves caricias.

—Eso no va a suceder, ¿y quieres que te diga por qué? Porque los tres somos chicos maduros, con ambiciones, con la mente completamente clara con respecto a lo que queremos y con las suficientes ganas como para luchar por ello. Somos conscientes de lo bueno y lo malo en esto y aún así, sabemos que podemos afrontar cualquier problema porque los tres nos amamos y confiamos en nosotros, y eso es lo principal para hacer que esta relación funcione porque va a ser una como cualquier otra, con buenos y malos momentos pero sobre todo con amor. ¿Entiendes eso?

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