1+1=3 ✨JiHanCheol💫

CAPÍTULO VEINTE.

—No, ¿tú qué haces aquí?—Seungcheol cuestionó con dificultad. Y es que, debido a la sorpresa, apenas podía formular frases coherentes.

—Te dije que saldría. ¿Acaso me seguiste?—Jeonghan preguntó desconcertado.

—Por supuesto que no. Yo también te dije, vine a ver a Joshua.

—¿Conoces a Shua?

—¡Claro que sí! Él es Jisoo, es mi compañero de trabajo—expresó confundido y Jeonghan frunció el entrecejo.—La verdadera pregunta aquí es, ¿lo conoces tú?

—¿Él es tu compañero de trabajo? Shua es el cliente de mi cafetería.

Luego de aquellas palabras, ambos chicos miraron a Joshua quien hasta ese momento se había mantenido en silencio sin querer interrumpir aquella interesante conversación. No estaba ni un poco asustado o nervioso, al contrario, estaba disfrutando como nunca aquella escena en la cual ambos descubrían que estaban saliendo con la misma persona.

—¿Qué está pasando aquí, Shua?—Jeonghan cuestionó en primer lugar.

Joshua sonrió.—¿Por qué no nos sentamos y lo hablamos con calma?—Propuso antes de tomar de la mano a ambos chicos para volver a la sala.
—Quiero que antes que nada me escuchen sin interrupciones y después pueden decirme lo que quieran, ¿de acuerdo? Mi idea no es mentir o guardar secretos, voy a decir todo lo que está sucediendo y el por qué, así que espero que me escuchen.

Ambos asintieron enseguida, pues lejos de estar molestos, se veían curiosos y confundidos, así que por supuesto que esperaban una explicación válida.

—Seungcheol, quisiera empezar contigo en primer lugar. Tú y yo nos conocimos en la empresa hace ya unos años cuando llegué de Estados Unidos. Yo era un chico muy tímido en ese entonces porque jamás me imaginé un cambio tan drástico en mi vida, iniciando por la cultura, pero aún así venía decidido a cumplir mis objetivos. Y entonces te conocí.
En ese entonces ni tú ni yo teníamos nuestros puestos actuales y aún así coincidimos en la misma área. Tú me brindaste todo el apoyo para adaptarme a este gran cambio, y no solo eso, me ofreciste tu amistad.
Poco a poco nos fuimos conociendo más, nos dimos cuenta de que nuestras personalidades encajaban y eso nos hizo tan cercanos al grado de que yo te consideré mi mejor amigo en poco tiempo.
Sin embargo… poco después me di cuenta de que yo me emocionaba mucho cada vez que te veía, cada vez que salíamos junto a los chicos de la oficina pero nos apartábamos para hablar de nuestras propias cosas que sólo tú y yo entendíamos. Descubrí que esto que sentía no era una simple amistad. Yo veía en ti a un chico amable, noble, sencillo pero al mismo tiempo con ambiciones e iniciativa. Todo eso fue suficiente para darme cuenta de que me estaba enamorando de ti.

Por supuesto que no te lo dije, yo sabía que tenías novio. Me hablabas de él todo el tiempo, tanto así que yo mismo me sentía feliz por ti y tu linda relación, así que pensé que lo mejor era dejar ese sentimiento de lado, esperando que fuera algo pasajero. No lo fue.
Cada vez que te veía llegar, cuando sonreías, cuando me abrazabas… yo reafirmaba que lo que sentía por ti era muy fuerte.
Estuve al borde del colapso, a punto de confesarte todo, de decirte que estaba perdidamente enamorado de ti, y casi lo hago. Pero… una de esas veces en las cuales te ayudaba a trabajar, encontré una fotografía en tu computador, una en la cual te veías muy feliz junto a otro chico. Enseguida supe que se trataba de tu pareja. Esa fue la primera vez que pude observar la belleza irreal de Jeonghan.

Ahora, Jeonghan. A ti te conocí por mera casualidad. Tenía casi un año de vivir aquí y no conocía mucho la zona porque el trabajo me dejaba tan agotado que apenas salía de mi casa una vez a la semana fuera del trabajo.
No fue hasta ese momento en el cual decidí visitar los alrededores para conocer un poco la zona, y caminando por ahí me encontré con una cafetería demasiado linda por fuera y además con gente por todas partes.
Eso me llamó la atención, así que decidí entrar para beber algo.