Es injusto aparentar una vida normal cuando se sabe que partirás más pronto que los demás. El malestar en su pecho no facilita las cosas, solo espera que el dolor no dure un poco más.
-Realmente, me niego a despedirme de ti.-
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HISTORIA EN DESARR...
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En el tercer día, Izuku se dirige a los comedores de la escuela. La noche anterior él y Bakugo pasaron el tiempo ideando una manera adecuada de contarles todo, el día los había alcanzado antes de que se dieran cuenta y pese a estar a punto de desplomarse ahí mismo de los nervios, Katsuki estaría a su lado recordándole que debía ser valiente.
Al llegar tuvo una amplia vista del comedor, risas y murmullos resonaban en la cafetería. Ciertamente se sintió fuera de lugar, su primer año lo había pasado en casa perdiéndose por completo de la adaptación.
Izuku realmente temía que despues de contar su historia -o al menos parte de ella- se alejaran de él, le asustaba el desprecio y el rechazo.
Y ahí estaba, cara a cara con la mesa en la que conversaban los chicos que arriesgaron la vida para ayudarlo. Era sumamente incómodo de ver, nadie hablaba, era como si esperaran algo
Y era a él
Busco con la mirada desenfrenada esa bien conocida cabellera rubía entre los presentes. Katsuki no estaba ahí. Sintió otra vez su pecho subir y bajar rápidamente, no sabía si salir huyendo o preguntar antes de salir huyendo, en su lugar se mantuvo de pie viendo a todos lados.
-izuku, ¡eres tu!- gritaron de la nada, era su amiga Ochako, sacudiendo el brazo de Iida para llamar la atención del peliazul. Este sonrió al verlo y con un saludo robótico lo invitó a sentase, justo como siempre lo hacía
Mierda.
-venga hombre, siéntate con nosotros- invitó Ejirou también.
Ahora que miraba mejor parecían ser muchas más personas de las que vio. 7 personas en total, esa cabellera ¿Era Todoroki?
-Oh uhm.. yo creo que esperaré- intentó evadir Midoriya, pálido como fantasma
Una mano sólida tocó su hombro de la nada y Izuku volteó desenfrenado, apartó bruscamente la mano que lo tomo desprevenido
-Kacchan..-
-Deku, llegaste antes que yo.-Katsuki hablo tranquilo, ignorando por completo el golpe que había recibido. Este solo acarició sus rizos despacio, mientras seguía de largo para saludar a los demás.
-Ven aquí- invitó mientras daba pequeñas palmadas al asiento, Izuku ladeó la cabeza como esperando a que su cuerpo se moviera solo, sacudió su cabeza y se sentó junto a su pareja
En el momento en el que se sentó, notó como el bullicio en la mesa se desató. destacaban más unos chicos de cabello coloridos quienes tenían algo así como una guerra campal entre ellos, notó en sus brazos múltiples vendas y algunos de sus rostros adornados con curitas. Le restó atención cuando vio a otro chico pelinegro atacado nuevamente a los otros dos con un pedazo de su comida lanzándolo con fuerza de igual forma, fue curiosamente divertido verlos juguetear.
Del otro lado, Una chica de cabellera rosada parecía luchar contra su delineador, ella tambien tenía curitas, borraba una y otra vez la linea en su ojo, lograba escuchar pequeñas maldiciones.
