Es injusto aparentar una vida normal cuando se sabe que partirás más pronto que los demás. El malestar en su pecho no facilita las cosas, solo espera que el dolor no dure un poco más.
-Realmente, me niego a despedirme de ti.-
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HISTORIA EN DESARR...
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Cuando izuku por fin fue dado de alta fue recibido por Ochako, Iida y Shoto, quienes le reclamaban molestos como pudo descuidar así su salud. Después de una breve explicación, se disculparon sintiéndose algo bobos, Izuku les sonrío
-Estaba muy preocupada por ti, empezaste a convulsionar y me asuste demasiado- explico Ochako, pequeñas lágrimas adornaban su rostro -perdóname, entre en pánico. Pudiste morir si no fuera por Bakugo, no sabía que hacer, de verdad lo siento Izuku-
-Esta bien Ochako, en realidad ayudaron mucho, si no hubieran llamado a kachaan quizás no estaría aquí.- comentó esperando asi calamar la preocupación de la chica
Se lanzó en un abrazo y exclamo entre susurros -me alegro de que estés bien-
Midoriya, yo me siento igual-
-quizás esto no servirá de mucho, pero tómalo por favor- entonces Iida tomó sus manos depositando en ellas una caja pequeña, adornada con listones.
Abrió la caja, en el interior de esta se encontraban unos cuantos billetes
Sintió que sus ojos se aguaron un poco -Iida, en verdad, no necesitan darme obsequios ni pedirme perdón. Nadie sabía que esto fuera a pasar, estoy bien.-
Acercó nuevamente la caja a su amigo, devolviéndola. El chico bicolor tomó la caja con descuido golpeándola contra su pecho lo suficientemente fuerte para acatar su atención
-¿todoroki?- llamó confuso.
-Tómalo Midorya, sabes mejor que nadie que lo necesitas
-por favor izuku, déjanos ayudarte- insistió la chica de igual forma
se mantuvo callado por varios minutos, inseguro de sí tomar la caja o no
- No está mal que lo aceptes. Nadié nos obligó a hacerlo-
-sería grosero si no lo tomas.- agregó Iida.
-chicos.. Gracias.-
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. Después de aquell beso, la mente de katsuki Bakugo no había logrado mantenerse en paz.
Experimentaban un golpe de emociones difíciles de digerir.
-¿y si lo malinterprete?- se pregunto. nunca había experimentado el amor, es un sentimiento tan cruel como bello y el hecho de no saber como reaccionar lo carcomía por dentro.
No había momento en el que no recordara aquel beso, tampoco se le olvidaría él como la enfermera entró en la habitación con descuido mandando todo al diablo. Como se le revolvía el estómago cuando lo recordaba.
Iba matar a esa enfermera, definitivamente.
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Las estrellas titilaban con calma, izuku las envidiaba, ellas solo estaban ahí, brillando, ¿por que no podía ser una también?
