𝙝𝙚𝙢𝙤𝙥𝙩𝙞𝙨𝙞𝙨 (ᴋᴀᴛsᴜᴅᴇᴋᴜ)

Acto 6: green boy

"Siempre he soñado con ser un superhéroe, principalmente para salvarme a mí mismo."

Era tarde, calculaba que eran entre las 6 o , tenía tantos papeles, plumas y resaltadores expandidos por la pequeña mesa. estaba realmente concentrado en lo que hacía.

¿porque estaba tan determinado? La cosa es que estaba dispuesto a encontrar la cura a una enfermedad desconocida con el fin de ver la sonrisa de aquella familia como es debido, en especial, la de la simpática mujer azabache. Se notaba a kilómetros la forzada sonrisa que  muestra al público, necesitaban ayuda, y él se las daría.

Ese joven, merecía vivir. Lo poco que charlo con él supo que era un buen muchacho

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-¿se puede?-llamó, dando leves toquesitos a la puerta.

-Claro, pase-

Al abrir la puerta lo primero que noto fue una mata de cabellos verdosos y un semblante algo exhausta.

-tu debes ser Midoriya Izuku, un placer.-

-y usted debe ser el octavo doctor, bienvenido!, siéntese donde guste. - a decir verdad Yagi tenía otras expectativas del muchacho, pero que se podía esperar de alguien que estaba peleando contra la mismísima muerte.

-ya que sabes quien soy sabrás mi propósito aquí.- expuso mientras buscaba un asiento -empezando con lo básico, ¿como te sientes ?-

-dentro de lo que cabe, mal, Mareos. vomitos, faltas de aire, en repetidas ocasiones escupo cuajos de sangre, prepotente, inútil..-

-¿como dices?-

-huh, La sangre? Creo que ya me acostumbre.-

-Oh dios chico ¡no!, ¿como un joven puede decir cosas tan deprimentes?-

Desde ahí supo que no sería fácil.

-séame sincero doctor, en verdad vale la pena segur aquí?— pregunto, con la vista baja - de verdad es necesario gastar montones de dinero en mi persona? No hay otra manera de hacerlo más fácil..- se cuestionó.

-Siempre es igual, llegan, me miran con repugnancia, fingen hacer los exámenes básicos y se van con una sonrisa maliciosa.

lo miro con tristeza.

- entiendo, debe ser doloroso- afirmó.

el chico callo por unos minutos - yo.. no lo sé, me duele, me duele ser así, me duele preocupar a mi madre -sollozó- solo quiero.. solo quiero volver a tener una vida normal.

Yagi no supo que responder.

- esto... ¿se le podría llamar dolor?-

-Joven, la vida es muy injusta, y lo sé, ¿sabes? Creo que nos parecemos- el más bajo lo miro con sus ojos húmedos curioso
-Aveces, sentimos que el mundo confabula en nuestra contra, es agotador, aun así, seguimos avanzando, sin saber por que. Es realmente muy difuso.-

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-¡BINGO!- gritó feliz mientras se levantaba de su asiento para dar brincos pequeños emocionados. Cuando su festejo finalizó, su mente hizo un pequeño "click"

las señora inko.

Con algo de torpeza empezó a buscar el aparato, realmente había esta muy distraído esa tarde pero la causa lo excusaba, era importante.

Finalmente lo encontró y presionando las teclas con astucia finalmente marco -Bonita tarde señora inko- el más alto sonrío aun sabiendo que sus gestos son irracionales ya que no hay nadie frente suya. -un gusto volvernos a contactar, dígame por favor.

-Hemoptisis- exclamó victorioso.

-¿hemoptisis?- cuestionó la persona detrás del teléfono.

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Izuku se la pasaba dormido diario.

A izuku le gustaba dormir, en sus sueños existía un mundo en donde su realidad se distorsiona. un lugar diferente, una vida diferente, un el diferente.

Donde podía salvar a las personas con una sonrisa, donde era aceptado, donde no estaba solo.

Nuevamente, se encontraba con la vista perdida en busca de respuestas.

-izu, Izu- llamaron a su puerta -¿puedo pasar?- instintivamente izuku salto en su cama y con una -mmh- indicó que la femenina podia pasar.

Era Ochako, la única amiga que tuvo durante los últimos 2 años, se desconcertó al notar que la actitud de la chica era más relajada que de costumbre. Se sentía como una de esas típicas salidas de los Domingos donde ambos iban juntos a la cafetería, charlaban, y reían, recuerda que en repetidas ocasiones terminaba arrastrado convirtiéndose en un perchero de compras locas que solía hacer su amiga. Extrañaba muchos esos tiempos. -

-Izuku, cómo estás?-

-pues, ciertamente aburrido. La tarea que me enviaste de la semana pasada era muy fácil ¿Qué tal todo por allá?-

-uff- se quejó - aun estando hospitalizado té sigue preocupando más tu expediente académico, eres un cabron. - carcajeó la castaña.

Una hora después ambos estaban como si nada, charlando de lo más normal, lamentablemente ochako tenía cosas que hacer así que tuvo que partir.

Otra vez solo en aquella habitación.
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- Hemoptisis, surge debido a un daño en los pulmones, Normalmente no llega a ser riesgosa si se toman las medidas necesarias pero analizando los síntomas del muchacho me preocupa que sea de una magnitud más alta de le esperado.

-¿tiene cura?-

-seguiré investigando, deme una semana, Le daré todos los detalles.-

Pasada la  semana nuevamente recibió la llamada del doctor.

Cada palabra suya era como una acuchillada en su corazón, letal.