Capitulo 14 (Excelente Suerte)

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-¿Deuteros?- Pregunta con una sonrisa, logra identificar un poco el rostro del contrario, pero debe ir despacio aun con sus ojitos.

-Asmita... ¿Qué haces aquí tú solo?- La simple vista del rubio, provoca un aceleramiento en el corazón del peli azul, dedicándole una sonrisa, pero la angustia de verlo sin compañía -¿Cómo estas de tus ojos? ¿Ya fuiste al médico?- Esa es la preocupación que solo desea respuesta ahora mismo.

La risita se presenta en los delicados labios del rubio, sonrojándose por el simple hecho de preguntar su bienestar, para él ese peli azul se está volviendo bastante especial.

-No estoy solo, vine con Shion, solo que fue a comprar unas cosas antes, lo espero aquí... Ya que el oftalmólogo me dijo que evitara exponerme mucho al sol-

-Pero... ¿Estarás bien?- Su vista fija en el dulce ángel enfrenté, con las manos sosteniendo la libreta para anotar la orden, con el corazón estrujándose al ya saber la verdad.

-Sí, bueno... Lo mejor que se puede estar- Sonríe, no va a dejar que esa condición con la que nació lo deprima.

Ya antes lloro lo suficiente al saber la noticia, ahora... Debe ser fuerte.

La vida es maravillosa, para solo lamentarse lo malo que ocurre en ella.

Para el peli azul, ver esa gentiliza, la alegría en ese inocente corazón, que le se hace preguntar...

¿Cómo es que todo esto no le afecta en lo más mínimo?

¿Cómo se mantiene tan feliz?

Su dulce ángel es increíble...

Lo cual provoca que de sus labios deseen salir solo palabras dedicadas al rubio, que según las ideas del peli azul, merece tener la oportunidad de que nada malo le ocurra y ser muy feliz.

Si dependiera de Deuteros, sería capaz de cometer una locura con tal de ayudarlo, pero... Si por el momento apenas se está ayudando a sí mismo.

-Asmita, eres muy lindo... Tienes una sonrisa demasiado preciosa...- En ese instante que sus ojos parecen soñadores, un suspiro sale de sus labios, se sinceró sin darse cuenta.

Para que acto seguido, los nervios lo invadan sin tregua.

¿Qué acaba de hacer?

¿De decir?

Le hizo dos cumplidos al rubio, solo siendo amigos... En medio de una cafetería, siendo él el mesero, ni siquiera es una atmósfera romántica.

Siente que ha arruinado todo.

-Yo... Yo... As... Mita... Lo... No...- Ni poder hablar logra, es como si todo el progreso hecho hasta este punto se hubiera esfumado, por su atrevimiento.

Las mejillas rojas como la grana, el sudor que se deja notar en su frente, las extremidades temblando, sin poder ver a su ángel a la cara.

Se debe ver patético a su parecer.

-Gracias Deu- Esa sonrisa sincera, inocente y perfecta, los ojos cerrados, un ligero toque de carmín en las mejillas.

Con el adorno de un corazón latiendo fuertemente contra su pecho y con un plus... Un diminutivo.

-¿Deu?- Pregunta sin pensarlo, con las mejillas sonrojadas, esperando la respuesta que cree posible.

-Si no te molesta...- Baja la mirada, aunque se le es un poco complicado verlo directamente y no solo por sus preciosos zafiros, si no la vergüenza -¿Po... Podría... Llamarte así?- Sonríe apenado, sujetando un mechón de su cabello en señal de nervios –Los amigos... Se dicen ese tipo de apodos ¿No?-

Mi Rayo De LuzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora