Capitulo XI

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El príncipe y el vampiro, que bella historia, la verdad es que aquellos días fueron los mejores de mi vida, pasar las noches al lado de Xue Yang era lo mejor que me había pasado, ya no había soledad, tenia un amigo, y él también me tenia a mí, los días pasaron convirtiéndose en meses que a su vez se volvieron en largos años, mis padres ni siquiera sospechaban lo que, sucedía cuando el sol se ponía, así como tampoco lo sabia la madre de A-Yang.

Él era ahora un hermoso chico de 15 años, su cabello había crecido casi hasta su cintura, y siempre lo ataba en  coleta alta, yo también era ahora un adolescente y no pude no fijarme en aquella belleza que Xue Yang poseía, aun con su cuerpo pequeño y delgado era indudablemente hermoso, el cariño que antaño sentía por el se convirtió en uno mas romántico, no era como que me gustasen todos los hombres, por que no era así, había jovencitas que a mi parecer eran hermosas, mas sin embargó nadie podía opacar la belleza de él, aunado a esto tenia una sonrisa que hacia que aun el día mas gris fuera perfecto, así que ni siquiera sabría decir bien cuando paso, solo se que una mañana me descubrí amando a Xue Yang como jamás había echo con nadie, él empezó a colarse en todos mis sueños, todas las fantasías con las que sueñan los adolescentes estaban protagonizadas por él, él y solo él, trate por todos los medios de frenar aquellos sentimientos que me carcomían el alma, por que yo no sabia que pensaba él, que deseaba él y si no podía ser mi pareja no quería perderlo como mi amigo.

Pues bien, pensando en esto guarde en secreto mis sentimientos y no  dije nada, cada noche él seguía escurriéndose por aquel agujero que gracias a su menudo tamaño aun le servía como pasadizo, una de aquellas noches en que la luna brillaba tanto como no había echo en años él llego muy emocionado, pidiendo que le enseñase a bailar, pero me dijo que no quería saber esos bailes de ahora donde todos se mueven sin sentido, él quería bailar vals, su madre había comprado hace poco una televisión de segunda y yo le había dado mi viejo DVD, así que él suplico a su madre que le comprar alguna película que ver, esa noche había llegado con una donde un príncipe y la princesa bailaban un magnífico vals, él quedo tan impresionado que quiso aprender también.

Aquella noche bailamos una y otra vez, me encantaba sentir su delgada figura en mis manos ,ver sus ojos cerrados, y su cabello ondeando con la brisa de la noche, no pude evitarlo y termine besándole en medio de aquel baile, él se detuvo de golpe, yo no supe que decir, las palabras no fluían, estaban atoradas en mi garganta, él parecía esperar una explicación, pero al ver que no decía nada solo se soltó de mi mano y se fue, se alejo, no me moví de aquel lugar en un buen rato, mi cabeza estaba echa un lío, ¿ que pasaría ahora?, y si ya no regresaba ¿ que seria de mí?.

Los días que siguieron fueron quizá los mas largos de mi vida, él no volvió, y aunque las ganas de ir a su casa a buscarle me inundaban se que no podía, su madre lo negaría y si mis padres se enteraban estaría en grandes aprietos, por aquellos días mi padre se hallaba en casa mas que de costumbre y extrañamente estaba de muy buen genio lo que me suponía que algo tramaba.

Y tal como lo pensaba tenia sus planes, era la tarde de un domingo cuando unos señores muy elegantes llegaron a la casa, con ellos venia una jovencita de cabellos castaños y ojos negros, se presentaron como la familia Huang, mis padres y sus padres hablaban muy animada mente sobre sus múltiples empresas y cuan grande seria cuando las pudiesen unir, ahí fue cuando lo supe ellos pretendían que  Maylin, ese era el nombre de la joven, se casara conmigo.

Recuerdo que no dije nada, no proteste, pero no quería casarme, en primera era muy joven y en segunda amaba a Xue Yang, si era cierto que el ahora no había vuelto pero creía que lo haría y ahora no lo dejaría ir nunca.

Esa noche no podía dormir, miles de pensamientos cruzaban mi mente, pero lo que mas me preocupaba era como decirle a mi padre que no me quería casar, de repente unos golpecitos en mi ventana me hicieron levantarme, me asome a la ventana y allí abajo estaba A-Yang, no lo pensé mas me puse los zapatos y corría hacia abajo, salí al patio y me balance sobre él envolviéndolo en un fuerte abrazo, mientras le besaba el cabello le susurraba un, pensé que no regresarías.

Aquella noche hable sobre ese sentimiento que quemaba mi interior y para mi fortuna él sentía lo mismo, estaba feliz, la persona que amaba me amaba también, aquella noche le prometí que pasara lo que pasara solo lo amaría a él, viviría solo para él, olvide el compromiso que mi padre ya había echo.

–Hasta hay, XingChen— hablo el doctor.— la hora se ha acabado y debes regresar a tu cuarto, pero mañana tienes que continuar.

– Lo se doctor, lo se.— fueron las únicas palabras de XingChen al despedirse de aquel doctor su voz sonaba apagada y su mirada triste lo que le indicaba a aquel especialista que lo que venia debía ser algo muy doloroso para XingChen.

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Hola!!!

Que tal los trata la vida?

Como vieron ya llego la gata rompe hogares estaba pensando en que fuera Song Lan pero los padres de XingChen son homofóbicos así que no tendría sentido que lo casaran con un hombre

En el próximo capitulo se nos viene algo doloroso para nuestra pareja que creen que sea teorías?







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