ʟʟᴀᴍᴀᴅᴀ

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—¿Estás llorando?— se enderezó y tomó mi rostro con ambas manos para mirarme con el ceño fruncido.— ¿Porqué lloras?— yo lo miraba a los ojos sin decir nada.

—No hagas eso...— murmuré bajando la mirada.

—¿¡El que?! ¿!He hecho algo mal?! ¡Lo siento!— su reacción me hizo soltar una risita y limpiarme lágrimas con el dorso de la mano para después hablar.

—Es que eres demasiado bueno, por eso lloro.— el me miró con el ceño fruncido y yo comencé a limpiar mis lágrimas.— No es nada, da igual.— el suspiró aliviado y volvió a apoyarse en la piedra tras nosotros. Al apoyarse suspiró aliviado y dirigió su mirada al frente.

—¿Te quedarás al gato?— preguntó cerrando los ojos relajado.

—Supongo que si...— respondí poniéndome a su lado.— Oye.— lo llamé y giró su cabeza para mirarme.

Mhm.

Más te vale no dejarme.— el frunció el ceño.

—No lo haré, pero... ¿Porqué lo dices?— preguntó extrañado.

—No quiero tener como recuerdo de mi ex un gato.— contesté

—Está bien, no te dejaré nunca.—sonrió achinando los ojos y me abrazó por los hombros.— ¿Como llamarás al gato?

—No lo he pensado... ¿Es chico o chica?— pregunté pensando en varios nombres.

— Es chico— respondió.

—¡Se me acaba de ocurrir un nombre!— dije entusiasmada. El me miró indicando que me escuchaba y hablé.— Chifuyu.

—¿Qué?— exclamó sonriendo divertido.

—Chifuyu.

—No creo que sea buena idea llamar al gato como yo...

—Pues Mikey.

—¿Sabes? Casi prefiero que se llame como yo.— los dos echamos a reír.

—¿Entonces como lo llamamos?— no se me
ocurría mucho en este momento.

—¿Y si lo llamamos Naruto?— cuestionó mirando al frente pensativo.

—No, olvídalo.— respondí.— ¡Kai! ¡Se puede llamar Kai!

—Es un buen nombre...— murmuró.
*
*

—Gracias por traerme hasta casa.— agradecí cuando estuvimos en frente de la puerta.

—No es nada.— le restó importancia Chifuyu.— Cuida bien de Kai.— dijo señalando al gato que dormía plácidamente en mis brazos ya que al volver de las aguas termales pasamos por casa de Baji a recoger a Kai.

—Lo haré.— le sonreí.— Fuyu...— lo llamé antes de despedirnos. El apartó su mirada del gato y me miró a mi esta vez.— ¿Te acuerdas que me dijiste que volveríamos a ver una película pero esta vez en mi casa?— el asintió.— Ven mañana a las seis, tengo la casa sola así que podemos verla en la pantalla grande.— el volvió a asentir con una pequeña sonrisa en el rostro.

—Está bien— dijo acercándose a mi y apartando un mechón de pelo de mi cara mientras me sonreía. Cuando creí que se iba a acercas más habló.— Nos vemos mañana.— dijo dándosela vuelta para caminar hacia du motocicleta de nuevo. Nos despedimos con la mano y entré a casa escuchando el sonido de la motocicleta de Chifuyu.

Este había sido el mejor día de mi vida...

Sonreí para mi misma y saludé a mi familia dirigiéndome hacia la habitación. Al llegar a la habitación dejé a Kai sobre la cama, mi madre me había dejado tenerlo con la condición de que lo cuidaría bien y cubriría los gastos que no fueran comida, como el arenero o los juguetes. Yo acepté obviamente y ahí lo tenía, sobre mi cama.

||readers; chifuyu matsunoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora