sᴏʀᴘʀᴇsᴀ!

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Habían pasado dos semanas desde mi ruptura con Chifuyu.

Lo había estado evitando a toda costa, si lo veía a lo lejos cambiaba de acera, si me lo encontraba por la mañana giraba la cara a otra dirección para no tener que mirarlo y crear un momento incomodo, no iba a comprar mangas por si me lo encontraba en la tienda, entre otras cosas...

Era lunes por la tarde, por fin. había acabado mi horario de clases y me encontraba volviendo a casa con Mika ya que nos habíamos acostumbrado a hacerlo últimamente.

Me encontraba absorta en mis pensamientos mientras Mika no dejaba de hablar, como de costumbre. Caminaba a su lado ignorando la gran conversación que Mika mantenía con  ella misma, ya que yo no la escuchaba, hasta que me
incluyó de alguna forma en el diálogo.

—No se si escogerlo amarillo o rosa, ¿tu que piensas? — preguntó. Volví a la realidad y la miré confusa.

—¿Qué pienso de qué?— ella suspiró rodando los ojos y dio dos palmadas que me sobresaltaron.

—Despierta, llevo un buen rato hablándote  de  mi primera cita con el chico que te dije.

—Ohh ya me acuerdo.— obviamente no me acordaba.

—Si, y yo tengo un duende encerrado en mi armario.— suspiró de nuevo y me sacudió por los hombros.— Vas a venir conmigo, hemos quedado hoy en la plaza a las siete.— acababa de acordarme, el sábado en su casa me lo comentó pero estaba demasiado distraída con mi ruptura así que simplemente acepté para cambiar de aires.

— Ah, ya me acuerdo...

Caminamos un rato más mientras hablábamos de lo que nos íbamos a poner y al llegar al punto donde íbamos en direcciones opuestas nos despedimos con la mano.

***

6:45 pm.

Caminaba con el bolso colgando de mis hombros mientras hablaba con Mika por teléfono.

—Yo ya salgo de casa, me ha dicho que llegara pronto así que seguramente te los encuentres ahí, esperadme hasta que llegue no tardo mucho.— Mika aun se estaba maquillando por lo cual llegaría un poco más tarde, bueno, eso quería decir que tocaba socializar hasta que llegara.

A solo unos pasos de estar en la plaza me arreglé un poco el pelo y con mi mini espejo miré de no tener labial — el cual me había obligado Mika a usar cuando estábamos en videollamada— en los dientes y al ver que no iba a hacer el ridículo, como de costumbre, seguí caminando hasta que llegué a la plaza.

Mika me había dicho que los chicos estarían en el ultimo banco antes de salir de la plaza así que caminé hasta estar allí.

...

SORPRESA!!!

...

Os preguntaréis el porqué del: SORPRESA!!!

Baji.

Baji era la sorpresa.

Abrí los ojos de sobremanera al verlo. Se encontraba sentado en el banco de espaldas a mi, llevaba una camiseta blanca y unos jeans negros que combinaban con la chaqueta vaquera negra que llevaba.

Debía de ser un error, seguramente habían ocupado el banco antes de que llegar a el chico de verdad, no podía ser. Probé de llamar a Mika pero no contestaba, pensé en huir pero sería muy cobarde así que me quedé ahí plantada, como una idiota.

Pensé que me funcionaría hasta que llegara Mika pero no fue así y me di cuenta cuando Baji se giró y al principio se sorprendió pero luego me miró con una sonrisa ladina en sus labios y sus ojos mostraban su diversión.

— ¿Shoko?— preguntó sin borrar esa sonrisita que en esos momentos me daban ganas de arrancarle de la cara a arañazos. Me di una bofetada mental y me obligué a reaccionar asintiendo con una sonrisa forzada.

—La misma.— empecé a caminar en su dirección mientras el me repasaba con la mirada. Llevaba unos pantalones de cuero negros con un suéter marrón y mi bolso negro colgando del hombro.

Cuando estuve en frente suyo estrechamos nuestras manos y habló.

—Estas muy guapa, entiendo que vienes con Mika — asentí y el sonrió esta vez sinceramente y me hizo un hueco a su lado en el banco.— Pues me temo que hay una sorpresa que no te va a acabar de gustar.

Fruncí el ceño.

— ¿De que hab— antes de que pudiese acabar de formular la frase Baji me pasó un brazo por encima de los hombros y me giró la cabeza con las manos en dirección a una cafetería en frente del banco en el que nls encontrábamos sentados.

Mierda.

¿Porqué siempre me tenían que pasar estas cosas a mi?

Chifuyu salía de la cafetería sonriente con una bolsa de croissants en mano, claramente, se borró la sonrisa de su cara y su expresión cambió a una de sorpresa al verme. El tampoco se lo esperaba.

Mierda!

Mierda!

Mierda!

Seguro que el también pensó en huir, como yo anteriormente, pero suspiró y finalmente caminó hacia nosotros con una sonrisa ladina forzada. Al llegar frente a nosotros evitó mirarme y desvió su mirada directamente hacia Baji.

—Hola.— formuló evitando mi mirada aún.

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He vuelto!

Esta vez no prometo nada, simplemente actualizaré cuando me sienta inspirada, lo siento por la espera🥲

bueeno el cap es bastante corto y predecible pero tengo pensado como seguir el hilo de la historia y pienso que os va a gustar y me vuelvo a disculpar por desaparecer dos meses😭👍🏼

Kisses!💞

||readers; chifuyu matsunoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora