prólogo
La luz blanca me cegó por un momento, me costó poder ver algo pero una vez que lo hice supe que algo andaba mal. Tenía a doctores alrededor mío, más de los que podía contar en ese momento. Algunos tenían jeringas en sus manos, mientras que otros tenían tablas y papeles en los que anotaban, también había un agente de policía o eso parecía cerca de la puerta.
Un hombre que se veía joven no debía tener mas de cuarenta años, alto, castaño y que vestía con aquella bata blanca que era igual que la de las demás personas que me rodeaban. Se acomodo las gafas sobre su nariz y se acercó a un lado de la camilla en la que estaba recostada.
-¿Recuerdas algo del accidente?-preguntó. Mi mente quedó en blanco con lo que acababa de escuchar, no sabía a qué se refería, ¿De qué accidente hablaba?, ¿Cómo había terminado en este lugar?, ¿Esto tan siquiera era un hospital?, ¿Mis padres dónde estaban?.
Tenía demasiadas preguntas en mi cabeza y no tenía respuesta alguna. Después de unos segundos los cuales me parecieron una eternidad decidí contestar-No- dije con la voz temblorosa.
Aquel hombre después de escuchar mi respuesta le dio una señal a alguien que se encontraba a mis espaldas , traté de moverme pero fue cuando caí en cuenta que mis brazos estaban esposados a la camilla . Sentí un piquete en mi brazo izquierdo y mi vista se empezó a nublar así poco a poco fui perdiendo el conocimiento de lo que me rodeaba ,
Mientras estaba dormida pude ver en mis sueños la imagen de una mujer algo avanzada de edad de cabello castaño y con la poca luz que había en aquel lugar -que mi mente me permitía- pude alcanzar a ver que llevaba un atuendo muy elegante para encontrarse en un bosque oscuro, lo que me pareció muy extraño y según mis pocos recuerdos me decían que no la conocía. Después de aquella visión todo volvió a ser oscuro y no pude ver nada más de aquella escena.
Volví a despertar y logre abrir mis ojos, no mentiré parecía que cada vez que lo hacía me costaba más que la anterior. Alcance a ver a un médico salir de la habitación, lo primero que hice fue mirar hacia mis brazos esperando que esta vez no estuvieran atados, para mi suerte esta vez no ocurrió. Esperé un poco más a que mi mente se aclarara mientras veía un punto fijo en el techo blanco.
Voltee a mi derecha, había una ventana en la que podía ver como el sol empezaba a ocultarse en el horizonte. Gire mi cabeza tratando de encontrar algo más en la habitación monocromática, había un reloj sencillo colgando de la pared. Marcaba las 6:45 horas y eso me bastó para decidir hacer algo.
Cuando me levanté de la camilla no contaba con que dolería tanto hacer ese esfuerzo. Con mucho cuidado bajé de la cama y sentí un escalofrío recorrer mi espalda cuando mis pies descalzos tocaron el suelo frío. Para mi suerte encontré unas sandalias en una clase ropero provisional que estaba en la esquina de la habitación.
Me repetía en mi cabeza la idea de buscar una salida o por lo menos conseguir algo de información de que hacía en aquel lugar. Una vez que alcance la puerta la abrí con mucho cuidado, asomé mi cabeza para ver si había alguien cuidando que no saliera o muchas personas cerca que pudieran alertar lo que estaba sucediendo. Lo único que logré ver en aquel pasillo fue una enfermera que tenía un carrito en el que llevaba medicamentos, sábanas y un periódico doblado sobre las sábanas. También había una hilera de sillas en las que estaba sentada una pareja . Decidí salir de mi habitación y seguir con mi inspección de aquel lugar.
Cuando pase por enfrente de aquella pareja pude escuchar unos susurros , se me hizo muy extraño pero no le tomé mayor importancia. Camine rápidamente al lado de aquella enfermera y tome el periódico disimuladamente aprovechando que ella acababa de entrar a una habitación. Una vez que llegué al final del pasillo pude ver unas escaleras que llevaban a pisos superiores y también a pisos inferiores. Elegí bajar rápidamente, 2 pisos más abajo encontré un baño y entré. Cerré la puerta y trabe el seguro, tome un respiro y gire hacia un espejo que había, mi sorpresa fue ver mi rostro lleno de moretones que al parecer ya iban sanando y unas claras marcas oscuras bajo mis ojos.
Volví mi vista hacia el periódico, cuando leí el encabezado y mire las imágenes sentí como me faltaba el aire. "LA INVESTIGACIÓN CONTINÚA TRAS INCENDIO EN EL INTERNADO DE SANTA CECILIA" después pude ver mi foto al lado de un muchacho, según lo que la nota decía él se llamaba Jason y tanto él como yo éramos los principales sospechosos.
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Aquí esta el primer vistazo de La Ultima Rosa, primero que nada quiero agradecer a cada personita que le este dando la oportunidad a esta historia. Si les gustan los capítulos no olviden votarlos y comentar que les parecen al final o en medio donde mas se les antoje.
Ahora les contare un poco sobre mi para que nos vayamos conociendo porque estaremos aquí juntos un largo tiempo (esperemos que no tanto para que así tengamos un final pronto)
Soy Grettel, vivo México y lo de escribir historias surgió un día que yo estaba hablando de mi infancia con mis amigas, solía escribir muchos cuentos ya que en la escuela en la que iba los pedían y pues últimamente mi mente parece formar escenarios improbables y ficticios cada que se le antoja. Así fue como descubrí que me gustaría escribir algo y al parecer encontré lo que me gusta y me hace feliz.
Cualquier cosa pueden mandarme un mensajito y yo los veré.
Sobre la historia pueden ver que tenemos a nuestra protagonista tratando de recordar que es lo que paso esa noche mientras se recupera así que quédense y pónganse cómodos que para conocer un final hay que conocer el principio.
Actualizare todos los Lunes a menos que ocurra algún imprevisto, nos vemos en la siguiente actualización.
15/06/2021
ESTÁS LEYENDO
La Ultima Rosa
Teen FictionUn ultimo beso lo guardas en tu memoria y te aferras a la sensación que ha dejado en ti. Una ultima rosa, no queda mucho por hacer mas que intentar mantenerla con vida hasta que se marchite, lo ultimo que veras serán sus pétalos cafés caer hasta que...