La Ultima Rosa

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Habían pasado 3 semanas desde que llegué a esta escuela, no fueron nada como en esas películas de Disney sobre la vida escolar, fueron completamente todo lo contrario, llenas de tareas que por poco terminan conmigo. Es que los profesores no tienen nada mejor que hacer mas que vernos sufrir, por un momento pensé en no hacerlas y luego me arrepentí "CATHERINE NO, DEBES HACERLAS TIENES METAS, VAMOS ARRIBA NO PUEDES FALLAR". El libro que había sacado de la biblioteca aún seguía en mi mochila y es que aún no tenía el tiempo de tomarlo y empezar, mucho menos ganas, estaba recostada en el sofá de la pequeña sala del piso que compartía con Harper, tenía la cabeza colgando hacia abajo y los pies hacia arriba mientras en mi mente pensaba en blanco.

Harper había salido porque debía hacer un trabajo o algo así me había dicho antes de irse. Estaba más dormida que despierta en ese momento. Cuando por fin me decidí a cerrar mis ojos, sonó mi teléfono avisando que llegó un mensaje, estiré mi mano para alcanzarlo, era un mensaje de Jason diciendo que me esperaba en la cafetería en unos minutos.

Empezamos a pasar un poco de tiempo juntos, él me ayudaba tratando de acomodarme en la escuela. Me enseñó un poco más del campus, como llegar a cada salón de forma mas rápida y algunos lugares más tranquilos para pasar el rato , también habíamos ido estos últimos días a la biblioteca, hablé con Merle que era la encargada de la biblioteca que pasaría tiempo ahí. Ella me dio un abrazo y me dijo que no había problema, que las puertas siempre estarán abiertas para mi.

Esa tarde me quedé ahí trabajando en unos pendientes de química e historia, Jason se había quedado a hacerme compañía, acercó una silla de madera que pertenecía a una mesa contigua de donde me encontraba.

-No te había preguntado pero aquel día que ¿qué libro escogiste para tu trabajo?-cuestiono el chico sin levantar la vista del libro que tenía entre sus manos.

-Romeo y Julieta- respondí.

-Oh muy bien- exclamó.

Estuvimos en la biblioteca hasta que oscureció y Merle nos dijo que debíamos retirarnos ya que cerraría pronto, tomamos nuestras cosas, dado a que ya era tarde y la biblioteca estaba dentro de la escuela tuvimos que caminar por los pasillos oscuros que apenas se iluminaban con unas pequeñas lámparas a los costados del pasillo y la luz de la luna que entraba por los ventanales grandes de los cuales aun no corrían las cortinas.

Jason era una persona de lo más agradable hablamos sobre lo lindo que se veía el cielo nocturno desde el bosque que rodeaba a la escuela, yo le había dicho que seria grandioso verlo pero ni en mil vidas me atrevería a salir y correr el riesgo de que me atraparan, el chico solo soltó una risa, respondió que yo sobre pensaba demasiado las cosas y que debería estar mas relajada.

Decidí ir a la cafetería a ver qué era lo que quería Jason, me empezaba a caer bien aunque aún seguía teniendo algo que no terminaba de entender, lo había visto volviendo a hablar con Jane estos días me había dicho que hacía favores a cambio de cosas, claro no podía llegar a solamente querer saber qué pasaba, digo apenas y era una posible amiga.

Una vez terminado el horario escolar (que era de 7 de la mañana a 3 de la tarde) podíamos utilizar ropa casual, no era necesario vestir el uniforme todo el día. si iba a salir debía cambiarse por algo más decente, tome un pantalón de vestir café y una camisa de manga larga verde, me puse rápidamente mis tenis y salí hacia aquel lugar.

Vi a Jason de espaldas a la puerta supe que era él por su cabellera, lo llevaba desordenado de esa forma que lo caracterizaba. Me acerqué y estaba leyendo un libro mientras tomaba un batido, él solía leer muchos libros lo que explicaba el que se llevara tan bien con la bibliotecaria.