Capítulo 10
Habían sido días muy agitados, llegaba corriendo de un salón a otro y cuando tenía tiempo libre iba a la biblioteca a buscar libros para algún trabajo nuevo o estudiar en algún lugar tranquilo. Merle me dejaba estar ahí hasta después de la hora de cierre y a veces me dejaba sacar más libros de la cuenta. Aún trataba de mantener mi mente lo más ocupada posible. Estaba funcionando hasta ahora.
Hace unos días me había encontrado a Jason en una mesa con una computadora portátil trabajando con un cuestionario, me hizo una seña cuando me vio pasar entre las primeras mesas para que me acercara. Nos sentamos enfrente del otro y nos quedamos ahí por un largo rato cada uno sumido en su mundo,en este caso la computadora.
Cuando hicimos una pausa comimos para después continuar, Jason tenía un almeja desechable en el que llevaba una porción de pastel de carne y una guarnición de verduras mientras que yo tenía un burrito de verduras, charlamos divertidos de cualquier cosa que se nos ocurriera, tratando de olvidar los pendientes que aún esperaban por nosotros. Me sentí feliz de poder hablar con él como lo hacíamos antes y me di cuenta que yo debía ser lo suficientemente valiente como para enfrentar este problema que tenía conmigo misma por la carta.
Merle se nos acercó en un momento a decir que bajáramos la voz, nos miramos tratando de no reír por ello. Cada vez que pasábamos algún momento juntos el tiempo parecía volar.
Jason volvió a dejar una carta para mí, esta vez sobre la mesa cuando se puso de pie para irse. No dijo nada solo la deslizó hacia mí y me dio un pequeño apretón en mi hombro como solía hacerlo. Sentí como los nervios se instalaban en la punta de mis dedos para tomar aquel papel doblado lo más rápido posible. Una sensación extraña me sacó de mis pensamientos, cuando me di cuenta de que era Jason el causante, me quede congelada por un segundo y luego mi corazón volvió a latir de una manera que ya lo había hecho y que sabía perfectamente que no debería ser así, pero supongo que es de ese tipo de cosas que uno deja de controlar y simplemente pasan. Jason dejó un pequeño beso en mi cabeza para así despedirse de una vez.
Y así él salió por las grandes puertas de madera de la biblioteca mientras yo me quedo sentada en una mesa del interior con mi mente hecha un desorden por completo.
Esa noche en mi habitación, caminé por todo el lugar disponible tratando de entender la carta y repasando cada palabra que estaba segura ya me había aprendido de arriba hacia abajo y viceversa.
Erine, sé que has leído la carta anterior. También se que esa es la razón por la que has estado actuando de esta manera, al principio pensé que era solo mi imaginación pero para mi desgracia parezco conocerte mejor de lo que pensaba pues aunque trates de ocultarlo has estado distante y lo noto.
La próxima vez que te vea prometo ser claro de frente y así dejar las confusiones.
-Jason.
Era Viernes por la noche y nuestros días de evaluaciones habían terminado por fin, parecieron una eternidad pero al menos por ahora estaríamos libres de exámenes y proyectos. Harper estaba al lado mio en la cama de mi habitación, en la pantalla de la computadora se reproducía una película que escogimos al azar de Netflix, ya íbamos por la mitad de ella. Las imágenes se seguían viendo en la pantalla pero ya no les prestaba tanta atención.
Jason había enviado un mensaje para volver dar un paseo al bosque esa noche, a lo que acepté, podría haber elegido quedarme aquí en mi habitación y escapar como lo había estado haciendo hasta ahora pero además de que me quede sin excusas que usar, también me había cansado de hacerlo.
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La Ultima Rosa
Teen FictionUn ultimo beso lo guardas en tu memoria y te aferras a la sensación que ha dejado en ti. Una ultima rosa, no queda mucho por hacer mas que intentar mantenerla con vida hasta que se marchite, lo ultimo que veras serán sus pétalos cafés caer hasta que...