Capítulo 2

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– ¡Quítate de encima Valdez, pesas animal! – gritó un pelinegro a uno moreno que lo aplastaba.

– Espera primito,  ya va la ayuda – hablo una chica con estilo punk caminando hacia ellos.

– Creo que voy a vomitar – murmuró un rubio teniendo arcadas, una castaña que estaba a su lado retrocedió con una mueca de asco.

– Ayuda, no puedo respirar – hablo con voz estrangulada otro rubio que tenía a otros dos encima que parecían inconscientes.

– ¡Jason! Por mi madre, ¿estás bien? – una chica fue corriendo hacia el tal Jason a quitarle a los otros dos.

– Sesos de alga, ¿Qué hiciste? – le pregunto una rubia a otro pelinegro.

– ¡Yo no hice nada! ¿Por qué siempre tengo que ser yo? – hablo con voz cargada de indignación.

– Y lo preguntas, los problemas te persiguen, Jackson. – dijo una castaña cruzada de brazos.

Zeus harto de que no se callaran golpeo el suelo con su rayo haciendo un ruido seco, de inmediato todos voltearon y apenas parecían darse cuenta de en donde estaban.

– ¿Se pueden saber quiénes son y porque no se han arrodillado? - pregunto el rey entre dientes.

– En serio volvimos a lo de "arrodíllense ante nosotros" creí que ya habíamos pasado esa etapa – volvió a hablar la chica punk.

– ¿Cómo te atreves a decir eso, insolente? – bramó enojada Atenea.

– Pues atreviéndome – le respondió dando un paso adelante.

– Uhhh – abuchearon Hermes y Apolo, eso hizo que los ojos de la Diosa de la sabiduría ardieran en furia, antes de que todo se saliera de control Hestia decidió tomar la palabra.

– Calma por favor. Semidioses, ustedes están aquí porque las Moiras los trajeron.

–Esas ancianitas siempre haciendo lo que se les da la gana - susurro un pelirroja.

– Les dije que no había sido yo – murmuro el pelinegro hacia la rubia y la castaña.

– ¿Y para que exactamente nos trajeron? - pregunto el rubio que hace poco parecía que iba a vomitar, ya se veia mejor.

– Según lo que nos dijeron es para leer la vida de uno de los mas importantes héroes del Olimpo – apenas esas palabras salieron de la boca de la Diosa todos los semidioses voltearon hacia el pelinegro ojiazul que abría sus ojos aterrado.

– ¿Que? No, no, no y no – empezó a negar con la cabeza.

– Tranquilo Percy, nada malo va a pasar – le susurro la rubia mientras le ponía una mano en el hombro para tranquilizarlo.

– Pero, no deberían leer eso, es privado. Una cosa es saber lo que pasa por que yo decida contárselos, pero una cosa muy diferente es leer cada cosa que pensaba en ese entonces.

– A ver niñato, aquí no importa si quieras o no lo vamos a leer de todas formas – dijo Ares aburrido de tanta habladera.

– Okey niños, antes de empezar a leer creo que lo ideal sería que se presentaran para poder saber quiénes son y quienes son su padres o madres.

– Claro, Lady Hestia – respondió el moreno.

Ellos se empezaron a darse empujones a ver quién iba primero, después de un tiempo de "discusión" una chica morocha di un paso adelante.

– Hola mi nombre es Piper McLean, Soy hija de Afrodita y capitana de la cabaña 10 – Afrodita le dio una gran sonrisa veía en ella algo diferente, algo que pocos de sus hijos tenían, la semidiosa le devolvió la sonrisa. 

The SecretDonde viven las historias. Descúbrelo ahora