The Secret

Capítulo 8

Maratón 3/3

– Hija – llamo Atenea a Annabeth – puedes comenzar - esta asintió y empezó.

Ya habían pasado una semana del incidente, todo iba según debía. La directora no llamo a nuestros padres luego de que saliéramos de su oficina fuimos a la enfermería para que nos curaran las heridas que teníamos.

Luego de que nos curaran decidí hablar con ella, asi que nos dirigimos a la habitación.

– ¿Esta todo bien? - le pregunte cuando nos sentamos en la cama.

– Si, solo me duele un poco la cabeza, pero con una siesta todo se arregla - me dio una sonrisa.

– Sabes que no me refiero a eso, Leah - la sonrisa fue cayendo lentamente - desde lo que paso ese día - evite decir mas, pero aun así sentí como todo su cuerpo se tensaba - Bueno, Leah te conozco desde niños y se que siempre te ha parecido divertido meterte en problemas y pelear con los profesores, pero siempre fue por diversión. Y lo se porque yo estaba en cada uno de esos momentos acompañándote, pero esto que paso hoy, no fue por diversión...

– Pers, no sigues por favor.

– No, estoy preocupado por ti. No se que te ocurre y entendió que no quieras hablar de ese día y lo respeto, pero déjame ayudarte. No estas sola, sabes que siempre vas a poder contar conmigo.

– ¿Y qué quieras que diga? Me siento como la mierda, todas las noches esa maldita noche se repite una y otra vez en mi mente. Estoy harta, quiero olvidar ese día, ya no quiero recordarlo, pero tu no puedes hacer nada, nadie puede hacer nada. Lo único que me queda es fingir que nunca paso  y así tal vez mi mente lo olvide y todo pueda volver a ser como antes - su voz poco a poco se rompía.

– Te voy hacer honesto, por mas que intentemos hacer como si esa noche nunca paso, no lo vamos a lograr - le dije serio - paso y nadie va a poder cambiar eso, pero eso no va hacer que nos quedarnos estancados en ese momento. Nos a costar superarlo, si. Pero lo vamos hacer juntos, ¿esta bien?

Se quedo mirando a los ojos mientras algunas lagrimas se resbalaban por su cara, hasta que los cerro, tome una respiración profunda y cuando los abrió no pude evitar sonreír, y estaba esa determinación había vuelto.

– Esta bien.

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Hoy comenzaba mi ultima semana de clases, faltaban 5 días para estar oficialmente expulsado.

Grover había vuelto ayer de su viaje, nos habíamos quedado toda la noche hablando y ahora estaba sentado en el bus mas dormido que despierto.

La academia había decidió que sería buena idea ir a un museo de mitología griega.

Y aquí me encontraba, sentado en un bus con 25 chavales que lo único que hacían era gritar.

– Percy – me llamo Grover que estaba sentado al lado mío – se me han quedado mis latas de soda en la habitación, iré rápido por ellas y volveré ¿vale? – asentí.

Grover tenía una extraña obsesión por las sodas "Sprite" en lo personal no sé como le podían gustar, su sabor es horrible.

– Es que le deja un sabor rico a la lata – susurro Grover con las mejillas enrojecidas.

– Ahora lo sé – contesto Percy con una sonrisita.

Me puse los audífonos y mire a la ventana mientras tarareaba "If lose myself" de OneRepublic sentí que alguien se sentó y voltee pensando que era Grover.