Capítulo 14

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- Yo quiero, yo quiero - salto Leo cuando preguntaron quien quería leer.

Cuando el libro llego a su mano se aclaró la garganta para comenzar.

Íbamos Montauk desde que era bebé. Mi mamá había ido aún más. Nunca lo dijo con exactitud, pero sé por qué la playa es tan especial para ella. Era el lugar donde había conocido a mi padre.

Poseidón tenía una pequeña sonrisa mientras escuchaba aquello.

Conforme nos acercábamos a Montauk, parecía volverse más joven, años de preocupación y trabajo desaparecían de su rostro. Sus ojos se volvieron del color del mar. Llegamos al atardecer, abrimos todas las ventanas de la cabaña e hicimos la limpieza de rutina. Caminamos en la playa, alimentados de frituras de maíz azul a las gaviotas, me reí cuando una gaviota comenzó a perseguir a Leah, fue divertido hasta que me comenzó a perseguir a mí también. Cuando nuestros atacantes nos dejaron en paz, nos sentamos y comimos gelatina azul, caramelo azul y todas las otras muestras gratis que mi mamá había traído de trabajo. Creo que debí explicar la comida azul.

- Definitivamente - rio Jason.

Verán, una vez Gabe le dijo a mamá que no había tal cosa. Tuvieron una pelea, que a la vez parecía realmente una cosa pequeña. Pero desde entonces, mi mamá se dedicó a comer azul. Horneó pasteles de cumpleaños azules. Preparaba smoothies de mora azul. Compraba tostadas azules y llevaba a casa dulces azules de la tienda.

- Me agrada esa mujer - dijo Atenea sorprendiendo a más de uno - me pregunto cómo se pude enamorar de alguien como tu - lo último lo dijo dándole una mirada de desagrado a Poseidón, quien no se quedó atrás respondiendo:

- De la misma forma que los padres de tus hijos lo hicieron contigo - respondiendo mirándola mal.

- ¿Eso no fue un auto insulto? - pregunto Hazel, Clovis a su lado se encogió de hombros.

Eso junto a su apellido de soltera, Jackson, en vez de llamarse Sra. Ugliano probaba que no estaba totalmente consumida por Gabe. Ella tenía su lado rebelde, como yo. Cuando oscureció, hicimos una fogata. Asamos hot dogs y malvaviscos. Mamá nos contaba historias de cuando era niña, antes de que sus padres muriesen en el accidente. Nos conto acerca de los libros que quería escribir, cuando tuviese suficiente dinero para renunciar a la tienda de dulces.

- Papá me dijo que te llamo hoy para que me dijeras algo importante - dijo Leah cuando nos sentamos enfrente de la fogata.

- Cierto, lo había olvidado. Me llamo mientras estaban en la playa.

- ¿Es algo malo? - preguntó en voz baja.

- Oh no, cariño. Tranquila, es... ¿extraño? Digo no nos lo esperábamos. Veras el orfanato lo llamo hoy.

- ¿El orfanato? - la pelinegra volteo a verme, había una piza de pánico en sus ojos, me acerque a ella y agarre su mano.

- Solo llamaron para decir que hay un error en tu registro, mas especifico en tu fecha de nacimiento.

- ¿Qué? ¿No nací el 18 de agosto? - nos volteamos a ver preocupados, era algo muy especial para nosotros el hecho de que cumpliéramos el mismo día.

- Si cumplen el mismo día, tranquilos. Es mas un error en el año. No nacieron el mismo año, tú eres un año mayor que Percy de hecho.

No sabía cómo sentirme en estos momentos.

- ¿Entonces tengo 14? - mamá asintió - Pero ¿Cómo es posible que se hayan equivocado en escribir el año? ¿Qué clase de secretarias de mierda tienen? - ignoro el grito ahogado de mamá por la palabra - solo debían escribir cuatro números, ¿Cómo no van a poder hacer eso bien?

The SecretDonde viven las historias. Descúbrelo ahora