Piper no perdió el tiempo y comenzó a leer apenas tuvo el libro en sus manos.
Solté un suspiro al ver que no era ninguno anciana pelona la que había entrado para tratar de matarme.
– ¡Grover! – lo llame, se comenzó acercar. Su mirada se movió de mi hacia la persona que tenía al lado.
– Hamilton– dijo en modo de saludo.
– Underwood – respondió – no es un gusto verte – le golpee con el codo y le dio una sonrisa fingida a Grover.
– Lo mismo digo – se volteo hacia mi – Percy ¿Podemos hablar? – asentí y lo miro a los ojos incitándole a que prosiguiera – en privado – mascullo mirando de reojo a la pelinegra esta alzo una ceja y sonrió con aire burlón.
– Puedes decirle lo que quieras a Percy, Underwood. Tenemos confianza – por la cara que puso Grover pude entender rápido que malinterpreto todo, estoy seguro de que mi cara parecía un tomate.
Eso ocasiono la risa de varias en la sala.
– ¡No! Ese tipo de confianza, no. – el me miro con sospecha – diablos Grover, eres un malpensado, ven debo contarte algo importante.
Le di un pequeño resumen de toda la enemistad falsa entre nosotros.
– No puedo creer que no me allá dado cuenta – se dijo asi mismo indignado.
– Ya vez, si te pagaron por despistado serias millonario – dijo burlonamente la oji-violeta, la mire mal y solo se encogió de hombros con una pequeña sonrisita.
– Ja,ja,ja siempre tan graciosa, Louise– le respondió Grover con tono malicioso.
– No me vuelvas a llamar por ese nombre.
– Ya ya, paren los dos. ¿Grover, que era lo que venias a decirme?
– Cierto, te vi hablando con Brunner de nuevo ¿castigado?
– No, solo le dije si me permitía venir al bus porque no me sentía bien.
– Si ya sabes, luego de que la señora Dodds allá regañado a Percy no se sintió muy bien – dijo la pelinegra en un tono desinteresado, pero mirando fijamente al castaño. Supe lo que estaba intentando cuando Grover abrió los ojos a mas no poder.
– ¿Se..señora Doods? – dijo intranquilo - ¿Quién es la señora Dodds?
– Oh, como la pudiste haber olvidado, Grover. La anciana frustrada de su vida que le tenia un particular odio a Percy.
– No se de que están hablando. – dijo rápidamente.
Casi le llego a creer.
Casi.
Pero Grover no podía engañarme.
Cuando Leah menciono el nombre de Dodds a él, dudo; luego dijo que ella no existía.
Pero supe que estaba mintiendo.
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No tuve mucho tiempo para pensar en ello durante el día porque los demás chicos comenzaron a subir al bus, pero en la noche, visiones de la Sra. Dodds con garras y alas de cuero me despertaban sudando frío.
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The Secret
FanfictionLos Dioses de nuevo lo han arruinado, nada nuevo a decir verdad. Pero esta vez hay algo diferente, esta vez sus actos han traído horribles consecuencias, debido a esto las Moiras han decidido mandar a algunos semidioses al pasado para junto a los D...