The Secret

Capítulo 7

Maratón 2/3

– ¡Yo quiero leer! – salto Apolo antes que todos, Hestia le paso el libro.

– Al fin algo de acción – hablo un emocionado Ares mientras su madre lo miraba negando con la cabeza. – comienza rápido – le hizo señas a Apolo, este aclaro su garganta y empezó a leer.

Leah había hecho rebotar la cara de Nancy contra la mesa para luego tirar a Nancy contra el piso comenzar a arañarle  la cara, está a pocas se defendía con un puñetazo todavía pasmada. Yo seguía observando todo sin poder creer lo que veía.

– ¡¿Qué mierda dijiste?! atrévete a repetirlo, estúpida – dijo mientras la golpeaba, a nuestro alrededor ya se había formado un círculo y todos estaban gritando.

– ¡Eso! Pégale más fuerte – apoyaba Thalia mientras aplaudía junto a Leo y los Stolls, Annabeth por otro lado tenía una pequeña sonrisa de satisfacción en su rostro, la chica ya le comenzaba a agradar.

– ¡Quítenmela de encima! ¡está loca! – gritaba y sollozaba Nancy con la cara llena de líneas con pequeñas gotas de sangre saliendo de ella.

– ¡¿Loca?! Loca tu madre el día que decidió tenerte, pedazo de aborto fallido - un chico se metió y jalo del pelo a Leah para estrellarla contra el piso.

– Eso debió de dolor – susurro Jason con una mueca.

– ¿Quién se cree ese idiota para golpear a una dama así? - se alteró Artemisa en su trono mientras 

– ¡Vamos Reina tu puedes! Levántate y dale en las bolas – ahora también Piper se había unido al griterío que tenían, Apolo tuvo que alzar la voz para que se escuchara.

El chico tenía intenciones de volver a estrellar la cabeza de mi amiga contra el piso y eso si que no lo iba a permitir, reaccione de golpe y agarre la silla que tenía a mi derecha, camine hacia donde estaba y la tire en su espalda haciendo que soltara un grito y cayera al piso.

Aquel día me había hecho una promesa, y era nunca iba a volver a permitir que alguien le volviera hacer daño a Leah Hamilton si yo podía impedirlo.

– ¡Eso cara de pez! – en todo el salón se escuchó el eufórico grito de Thalia que veía a su primo con orgullo.

– ¿Le tiraste una silla encima? – pregunto Poseidón sin creer que su hijo pudo hacer eso, Percy solo asintió sin ninguna gota de culpa o arrepentimiento en su rostro.

Me quedo quieto viendo como se quejaba del dolor.

Le había tirado una silla a alguien.

Me sentía un total criminal.

Pero no me importaba.

Cuando voltee hacia donde estaba anteriormente Leah ya no la veía, solo había una Nancy medio inconsciente. Volteé hacia el otro lado y la encontré, agarrando a una de las amigas de Nancy por el pelo mientras le daba un rodillazo en la nariz, todos exclamaron un "uhhh" cuando se escuchó algo romperse.

Por haberme distraído el chico que antes había golpeado me jalo del tobillo haciéndome caer al piso, me empezó a dar puñetazos a lo loco y pude esquivar uno que otro, como pude coloque mis manos en su cuello y comencé a apretarlo para intentar que dejara de golpearme, no podía tratar de quitármelo de encima ya que era casi tres veces más grande que yo.

– ¡Eso, mátalo, Percy! – seguía Thalia.

– Debes dejar de ser tan sádica, das miedo. – le susurro Jason.