- Noooo - se lamentó Leo - ¿Cómo que no sabes quién es?
- ¿No la recuerda? - pregunto consternada Piper.
- ¿Quién leerá ahora? - Will obligo a Nico a que alzara la mano, cuando le pasaron el libro al rubio sonrió feliz haciendo que sus hoyuelos se remarcaran, quería que su novio participara más en vez de limitarse a solo hacer pequeños comentarios sarcásticos, el pelinegro lo vio divertido mientras rodaba los ojos y comenzó a leer.
- Rápido muertito andante - le apuro Thalia - quiero saber que pasa.
- Y si me sigues interrumpiendo así cara de pino no vamos a avanzar mucho - Thalia muy maduramente le saco la lengua haciendo que Jason se ahogara con el agua que estaba tomando por reírse, Percy como el mejor primo que es se acercó a darle golpes en la espalda mientras se burlaba.
Aunque no lo mostraron los Dioses aún se sorprendían por la buena relación que parecían mantener los hijos de los tres grandes, era bastante inusual que los hijos de estos en la antigüedad se llevaran bien, normalmente tenían una rivalidad entre si bastante grande.
- ¿No recuerdas a la señora Doods? - pregunte con voz angustiada, no me sentía bien. Ella me volvió a mirar desconcertada.
- Y pues claro que la recuerdo, idiota - justo en ese momento sentí como volvía a respirar bien, no estaba loco - creo que nunca podré olvidar a una bruja como ella - volvió a llenar su cuchara de helado para mirarme preocupada, creo que mi cara no era la mejor en ese momento - ¿Estas bien?
Pequeñas celebraciones porque la chica si la recordaba.
- Me alegra que lo haga, pero ¿cómo? - cuestiono Annabeth confundida - la niebla tuvo que haberla hecho olvidar su existencia.
Eso hizo que todos empezaran a crear teorías en su cabeza.
- No, no estoy para nada bien - dije un poco alterado - por alguna extraña razón solo tu y yo recordamos a la señora Doods.
- ¿Qué? - se acercó y toco mi frente - Percy, ¿Estás seguro que te encuentras bien? Te dijo que desayunaras antes de venir aquí. - hablo mirando como una mamá cuando regaña a su hijo - estas demasiado pálido, ven aun me queda algo de dinero, vamos a comprar algo - me jalo de la mano.
- Es buena amiga - dijo enternecida, Hestia- un poco mala influencia, pero buena - susurro a lo último.
- ¡No! - me solté de su agarre - no estoy loco, es cierto. ¡Pregúntale a quien quieres! - mi respiración era un desastre.
Rachel miro con tristeza al libro, sabia como se sentía el que nadie te creyera, llegaba un punto en el que tu mismo pensabas que estabas volviéndote loco.
- Oye, oye, respira ¿Sí? - me sostuvo la cara con las manos - necesito que te tranquilices y me cuentas que esta ocurriendo ¿De acuerdo? - asentí tratando de respirar profundo - Primero vamos a comprarte un sándwich con un jugo para que comas algo - esta vez me llevo con ella jalándome suavemente.
Me sentía muy mal, mi cabeza dolía a montones, me sentía demasiado sofocado, no podía controlar los temblores de mis manos y veía a todos los lugares preocupado de que esa cosa apareciera de nuevo.
Llegamos a la cafetería y nos sentamos en una mesa detrás de una columna, la cafetería estaba casi vacía, solo había un señor leyendo un periódico a unas 5 mesas de la nuestra.
Leah me dejo solo unos minutos para ir a comprar la comida, fueron los minutos más largos de mi vida, estaba actuando tan extraño que estoy seguro que si un guardia me hubiera visto pensaría que acababa de matar a alguien.
Unos cinco minutos después volvió con una bandeja.
Empecé a comer lentamente aunque sin apetito, cuando termine la voltee a ver, asintió con la cabeza. Tomé una respiración profunda y le conté absolutamente todo, ella me escuchaba atentamente mientras le daba alguno que otro sorbo a un chocolate caliente que se había comprado.
Termine de contarle todo y la observe, ella veía a la ventana que estaba del otro extremo de la cafetería.
- Bueno, lo mejor no será mencionar a la señora Dodos a nadie hasta que descubramos por qué solo tu y yo la podemos recordar - asentí un poco mas tranquilo comprendiendo que me creía - ¿Podrías repetir lo que te dijo antes de atacarte?
- Claro, dijo: Nosotros no somos tontos, Percy Jackson, era solo cuestión de tiempo que te descubrieras. Confiesa y sufrirás menos dolor - me tenso un poco al recodar la mirada que me había dado.
- "Nosotros" hablo en plural, eso significa que lo que sea que planeaba hacer contigo no lo estaba haciendo sola - alzo la vista preocupada - tenemos que irnos de aquí rápido - tomo su bolso apresuradamente para pararse y empezar a caminar rápidamente hacia salida, la seguí y me di cuenta que nos dirigíamos hacia el profesor Brunner, cuando llegamos este alzo su mirada de la revista y nos miro.
- Disculpe señor Brunner, no me siento muy puedo ir a descansar al autobús hasta que nos vayamos - Brunner la miro atentamente analizando todo, al final asintió, pero agrego - ¿El joven Jackson también ira? - Mi amiga asintió firmemente con la cabeza - señorita, Hamilton. Sabe usted que no se les tiene permitido estar a dos estudiantes solos sin la presencia de un docente.
- Pero profesor, de verdad me siento mal, y Jackson también - dijo con un poco mas de urgencia.
- ¿Y desde cuando usted se preocupa por el joven Jackson? Según tengo entendido no son la persona favorita el uno del otro.
- Bueno, digamos que esta vez le di la oportunidad a Percy para poder conocerlo y resulto no ser tan insoportable, por favor señor, déjenos ir - suplico, el señor Brunner suspiro rendido y asintió con la cabeza - ¡Gracias! - salto antes de que el profesor dijera algo y corrió hacia el autobús conmigo detrás intentando alcanzarla.
Cuando llegamos nos sentamos en los últimos puestos, iba hablar, pero me hizo una señal de que me callase y empezó a rebuscar algo. Cuando lo encontró soltó un gritito de felicidad y se gire hacia mí.
- Pensé que lo había dejado en la academia - mi vista se dirigió al libro que tenia en las manos "Mitología Griega" subtitulado "Criaturas mitológicas". Uno de sus tantos libros de esta mitología.
En la sala todos se giraron a ver unos a otros confundidos.
- Oh no no no, ni lo pienses - detuve cualquier idea loca que se le estuviera pasando por la cabeza.
- Se que parece extraño, pero solo escucha - abrió el libro y busco una pagina en específico - Furias, diosas de la venganza que sirven a Hades. Eran sus torturadoras en el Inframundo y castigaban los crímenes de los pecadores. Seres con grandes alas de murciélago o de pájaro sin ningún bello en su cuerpo. - alzo la cabeza del libro y me miro con una ceja alzada, mi mirada seguía en el libro consternada - puede ser una simple coincidencia o.....- alce la mira antes de que terminara esa oración.
- Estas sugiriendo que la mitología griega es ¿real? ¿Qué los Dioses y todo eso existe?
- Solo es una teoría, no puedes negar la similitud de esto y lo que viste Pers...
- Yo - solté un suspiro - yo ya no se lo que vi ¿Y si todo fue falso? ¿Si solo fue mi cabeza creando escenarios?
- Es imposible, en caso de ser así como explicarías el que nadie recuerdo a la señora Dodds. Fue real, solo debemos descubrir que paso, además... - Un fuerte golpe en la puerta nos interrumpió.
- Fin del capítulo - dijo en un ultimo susurro Nico antes de extenderle el libro Piper.

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The Secret
FanfictionLos Dioses de nuevo lo han arruinado, nada nuevo a decir verdad. Pero esta vez hay algo diferente, esta vez sus actos han traído horribles consecuencias, debido a esto las Moiras han decidido mandar a algunos semidioses al pasado para junto a los D...