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-----Mientras termino de sacudir mi pequeño departamento les reafirmo a Isa y Abi que lleguen antes que Daen. No quiero tiempo a solas que le permita llenarme de preguntas o darle continuidad a la plática que tuvimos la última noche en su casa.
—Necesito que ustedes estén aquí —Acomodo los cojines aún al teléfono escuchando sus risas ante mi histeria—. Sí, ya he tenido muchas noches de películas con Daen, pero ahora es distinto. Que se quede a solas conmigo puede malinterpretar muchas cosas entre Isaí y yo.
—Sí, Jolie ya estamos a una cuadra, tranquila —Responde Abi agitada. Logro escuchar su presurosa caminata del otro lado de la línea—. Tuve que pasar por Isa.
Cuelgo para terminar de sacudir, fácilmente llevaba más de una semana sin pisar aquí. El timbre suena dejándome alerta, pero gracias al cielo son ellas. Dejan la comida chatarra sobre la mesa del centro y se tumban en el sofá entre carcajadas por rebotar una con la otra.
—¿Dónde está Daen? —pregunta Abi con su habitual sonrisa al mencionarlo..
—No tarda, recuerden que nosotras habíamos quedado antes, el colado es él.
—Si Jo —Ríe justo ella de mis nervios—. ¿Y a todo por qué no quieres...?
—Porque hará mil preguntas, además se pone fácil cuando estamos solos —Bromeo y ellas se ríen creyendo que estoy bromeando—. Estoy intentando algo con Isaí, no sería correcto que Daen y yo estemos solos, además no quiero dar explicaciones tan pronto.
—¿En serio? ¿Pero cómo así? —Vacila Isabella—. ¡Detalles, detalles!
—Estamos saliendo creo, es un chico lindo, les iré contando poco a poco.
Minutos más tarde llegó Daen con dos cajas de pizza, si luce sorprendido de verlas aquí, aunque no le quedó más que sonreír y acoplarse a las interminables pláticas de Abi e inquietudes de Isa.
Vimos una película, jugamos un par de juegos de mesa y, alcanzamos a conversar un poco sobre nuestros planes a futuro donde omití enormemente esa cosita que quizá duerme en este instante dentro de mí. Así que nos acostamos casi a las dos am.
Las tres compartimos mi cama y Daen se quedó en el sofá envuelto en una manta. Yo simplemente les seguí, para algunos minutos después dormir casi aplastada por ellas dos.
Mi descanso no duró mucho. Desperté en la madrugada por el sonido de la lluvia golpeando fuerte las ventanas de mi habitación, por lo que corrí a cerrar la que está al fondo. Como noté a mis amigas profundamente dormidas continué de puntitas hasta el pasillo para cerciorarme de que la ventana de la entrada estuviese cerrada, a lo lejos vi a Daen sin caber a totalidad en el pequeño asiento y continúe avanzando así, haciendo el menor ruido posible hasta adentrarme al baño.
Desde la pequeña ventanilla de esta veo lo fuerte de la tormenta, por lo que recuerdo bien quien odia la lluvia y en la búsqueda de un poco de privacidad me meto a la tina vacía para llamar.
Suena una, dos, tres veces y, al cuarto sonido obtengo respuesta.
—¿Jo? —me recibe esa voz algo grave y dormitada—. ¿Todo está bien? ¿Te sientes mal tú o el bebé?
Me rio levemente, su preocupación me conmueve y enternece por completo.
—Estoy bien Is, es solo que está lloviendo y sé que lo odias, necesitaba saber que tú estás bien. Que no te hago mucha falta ahí.
Escucho un bufido del otro lado de la línea, podría jurar que sonríe y mi sistema se contrae.
—Estoy bien Jo, aunque a decir verdad podría estar mejor, podría tenerte entre mis brazos, estar besando bajo tu mejilla, acariciando tu vientre, ahí sería muy feliz —Suelta una dulce risita que me tranquiliza mucho—. Nena, ahora cada que escucho los truenos o las gotas caer sonrío, me recuerdan que te conocí, que pase mis manos por tu rostro, soy feliz porque en este mundo cubierto de oscuridad te tengo a ti.
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A segunda vista [L #1] - Último Otoño
Roman d'amourHoy volví a soñarte, tenías esa perfecta sonrisa contra mis labios, pude ver el brillo de tus ojos reflejados en los míos, sentí el calor de tu piel al ras de la mía, sentí mi amor crecer, sentí tu necesidad de mí, escuché tus palabras y soñé despie...