A segunda vista [L #1] - Último Otoño

🍂Capítulo 9🍂

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Jolie'

Así es como en uno de los últimos días de otoño nos encontramos despidiendo a la madre de Isaí. Entre flores y hojas secas le dice adiós a una de las personas que más dolor le causó con su ausencia.

Dentro de todo me alegra que pudiese verla por última vez, saber las verdaderas razones por las que se alejó de ellos, quitarle esa sensación de rechazo para darle apertura a su propia aceptación. Entender que él es igual de valioso que cualquier persona, que puede tener la libertad de soltarse sin creer que arrastrará a su oscuridad a los demás, tal como lo sintió conmigo cuando empezó a despertar sentimientos en mi dirección.

Los tres hermanos están abrazados dandole mayor apoyo a Miranda, exteriormente es la más afectada. Yo puedo estar tan cerca de él como quisiera ya que Abi comenzó a llorar porque ya no soporta estar del todo quieta entre tantas personas desconocidas. Y es muy entendible.

Con discreción me alejo con tal de no incomodar a los presentes con el llanto, busco distraerla en el mayor silencio posible caminando con ella hacia afuera.

— Hasson ven—me habla Weller quien no se ha alejado ni un solo momento de nosotros en estos casi dos días.

Entonces lo sigo y se ofrece ayudarme con la bebé, él si consigue la paz de Abi en su brazo con ayuda del tintineo de su llavero, cada vez nos alejamos más del grupo de personas vestidas de negro caminando entre los pasadizos entre las tumbas.

Finalmente Daen se detiene frente a una lápida color rosa pastel, ahí junto a la letanía con la información está la foto de Abigail Collins Hoffman.

— Le pregunté a Isabella donde descansan los restos de Abi, me dijo que estaba en este lugar, así que lo corrobore con los panteoneros.

La parte superior está cubierta de hojas cafés, no por abandono, sino porque al lado tiene un enorme árbol que despide sus últimas hojas a su alrededor.

— Hola mi niña—me siento a un lado recargando mi mejilla en el frío mármol—. Te he extrañado mucho, no creí que sería así la próxima vez que nos tuviéramos cerca.

Justo ahora la imagino sonriendo de aquella manera traviesa. Paseando su mirada cristalina de Daen a mí antes de lanzarle un cumplido, antes de subir a su espalda cuando lo atrapaba distraído, diciendo las mil ocurrencias de su mente o despertándonos en la madrugada porque olvidaba hacer sus tareas y no se quería desvelar sola, jamas le gusto la soledad.

— Nadie lo imaginaba Jo—él también toma espacio junto a mí pasando a mi bebé a su pierna para acariciar el grabado sobre la lápida—. Hola mi Abi de Weller

Aún puedo ver a Abi sonriente en esa foto, ambos la miramos con detenimiento, aseguro que por más de cuatro minutos solo se escucharon nuestras respiraciones y los balbuceos de Abi señalando todo.

— Abi no está ahí—dice claramente Alessandro detrás de nosotros—. En este momento debe estar jugando entre las flores de cerezo caídas en algún rincón de París, llenando sus mejillas con bombones o comida china, diciendo algún cumplido a alguien cabizbajo en un parque. Dándole fortaleza y luz a su padre para que salve muchas más vidas.

»Ella misma me lo dijo, quizá solo vino aquí  para que su padre fuese quien es hoy, el mejor cardiólogo, para que siga salvando personas en su nombre.

Mis brazos rodean a Daen, mi interior se rompe y cruje de manera violenta.

» Abi no tenía miedo a morir Jolie, sabía perfectamente que todos pasaremos por eso, tenía miedo a no vivir, a no cumplir su propósito, en algún momento comentó que no siempre somos el destino, sino el camino. Estaba tranquila y a su manera feliz.