A segunda vista [L #1] - Último Otoño

Capítulo 19; ¿Eres tú? VII

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Isaí Livingstone

Desde que entramos a la casa de mi padre siento a Jolie avanzar nerviosa de mi brazo, aunque es entendible que me cueste percibir las emociones de quienes me rodean pues no cuento con la imagen de sus gestos, pero con ella me resulta sencillo de algún modo; se queda quieta y callada o se mueve mucho, no tiene punto intermedio cuando algo le intranquiliza.

—¿Todo bien? —pregunto.

—Eso creo, temo no caerle bien a tus padres, sé que ya me conocen, pero igual solo como tu asistente. Pueden pensar que te estoy... —resopla perdiendo el aire.

—Quizá ya deberían saber que somos más que eso, que me gustas mucho.

—Te quiero —me da un abrazo rápido—, pero lo mejor es que ante ellos continuemos con el trato profesional.

Sigo el ritmo de sus pasos, según mi conteo de pasos, sé que ya estamos por llegar al comedor. Aunado a el sonido de pequeñas risas forzadas pausar al notarnos, cuando palpo las sillas corro una para ella e investigo si hay otra libre junto para mí.

—Buenas tardes, gracias por obligarme a venir —Vacilo.

—¿Ya vas a comenzar hijo? —me reprende mi padre.

Me rio ladeando.

Al menos el comienzo fue bueno...Reitero, el comienzo, pues comíamos casi en calma hasta que Miranda preguntó si Jolie era la chica que hacía hamburguesas a seis cuadras de la universidad, de la cual es becada, ocasionando un innecesario alboroto en la mesa que remató al contar que realmente nos conocimos cuando ella era mesera en una cafetería a la que yo asistía hace años.

La inconformidad de Merliah y de mi padre es notoria, no podré verlos, pero la tensión es enorme entre todos.

—Que interesante, así que compartimos la mesa con la chica de las hamburguesas —Distingo la voz y el disgusto de Merliah—. Además una mesera usó uno de mis diseños frente a los reflectores de Andrea Roberts.

—Premio triple Isaí, linda, inteligente y le gusta cocinar.

Comenta Alessandro al menos con buen humor. No lo pienso mucho para querer frenar los murmullos de mi familia atacando a Jolie en su nulo intento de discreción.

—Iremos a mi habitación —Informo levantándome molesto—. Jolie ni siquiera pidió usar uno de los vestidos de la agencia, yo lo solicité, además no pedí que fuera de tu colección, realmente me tenía sin cuidado.

—Merliah no lo dijo con esa intención hijo, por favor siéntate.

—Provecho, estaremos arriba —repito entre dientes.

—¿De verdad no puedes esperar al menos a llegar a tu casa? —pregunta mi hermano con tono viciado en un intento por despejar el ambiente.

Solo controlo mis facciones recordando lo expresivo de mi rostro, sin más busco retomar el camino al segundo piso. No tardo en sentir el brazo de Jolie enganchado al mio y en silencio nos dirigimos a mi recamara, ahí me siento en la orilla de la cama seguido por ella según percibo el movimiento del colchón.

—¿No ibas a decirme nada? —Pregunto con dejo latente—. ¿De la beca y tus empleos anteriores?

Justo aquí es cuando comienza a dolerme la cabeza, lo peor es que no puedo hacer nada por frenarlo. O tal vez sí, pero no quiero.