9. Secruesto en la escuela de magia

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Allison se detuvo en la oscuridad, su respiración agitada formando nubes en el aire frío. La luna llena colgaba baja en el cielo, un testigo silencioso de su soledad. Había algo tranquilizador en la noche, un sentido de libertad que rara vez experimentaba en su forma humana.

—  Chris, ¿dónde has estado? — Preguntó Allison, su voz apenas un susurro entre los árboles.

Chris emergió de las sombras, su expresión era un mosaico de emociones. — He estado... ocupado. — Su voz se quebró ligeramente, revelando el peso de sus palabras.

Allison asintió, comprendiendo. La magia tenía un precio, y Chris había pagado más de lo que nadie sabía.

De vuelta en la casa Halliwell, Piper se encontraba de pie en el pasillo, aún procesando el encuentro con su hijo. No era la primera vez que el ruido nocturno la alertaba, pero esta vez había sido diferente. Chris estaba cambiado, como si llevara el peso del mundo en sus hombros.

— Piper, ¿todo está bien? — La voz de Leo resonó desde detrás de la puerta del dormitorio.

— Sí, solo... pensamientos nocturnos. — Piper intentó sonar despreocupada, pero la preocupación teñía su voz.

Leo salió al pasillo, envuelto en una bata. — ¿Estás segura? — preguntó, su mirada penetrante buscando la verdad.

Piper asintió, forzando una sonrisa. — Vuelve a dormir, amor. Yo también lo haré en un momento.

Pero en cuanto Leo cerró la puerta, Piper se dirigió al libro de las sombras. Algo le decía que esta noche no era como las demás, y si había algo que había aprendido a lo largo de los años, era a confiar en su intuición.

Chris entró a su habitación para reunirse con Allison tras haberla llevado a su casa a escondidas

— Casi nos pillan. — Decía el castaño mientras cierra bien la puerta.

– Siento mucha molestia, si no quieres, no lo haremos. Hay mucha gente en la casa.

— No, no, quiero hacerlo. — Decía Chris y se mete en la cama y comienza a besarla para terminar teniendo relaciones sexuales sin que nadie se diera cuenta.

Al día siguiente, Paige era la primera en levantarse y al cruzar al salón, ve una pizarra con archivos.

Paige se queda impresionada de que los hijos trabajan como si estuvieran en un caso policial, pero Phoenix llegó justo.

– ¿Lo habéis hecho vosotros? — Pregunta Paige.

— No, todo esto lo construyó Cole. Nosotros le ayudamos a recaudar información sobre los futuros amenazas de la familia. — Responde Penelope Jr.

Paige abrió la boca sorprendida y justo entra Cole a casa con varios cafés acompañado por Piper y Leo que traen el resto de desayuno. Piper echaba de menos volver a preparar el desayuno y como son muchos que están en la casa, tuvo que ir a su restaurante a preparar.

– Vaya, realmente Cole ha cambiado y os está ayudando. — Comenta Leo.

— Bueno, ¿que novedades hay en la pizarra? — Pregunta Piper dirigiéndose hacia la pizarra. El resto de la familia bajaron poco después. Melinda al oler los pasteles deliciosos de su madre, baja rápidamente.

– Como te hemos echado de menos, mamá. Siempre he amado tus pasteles, los eché de menos. — Decía Melinda mientras abraza a su madre.

– Aquí los tienen y debes compartirlos con todos. — Decía Piper tras el abrazo con su hija.

Melinda tomó uno de los pasteles hechos por su madre.

— Cole, ¿cómo has podido recopilar todo esto? — Preguntó Paige, aún asombrada por la transformación de Cole.

Charmed:The Bloodline Temporada 3 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora