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Hoy empieza el nuevo año escolar, y estoy en el último año, y aunque soy muy buena con mis calificaciones, me estresa un poco el hecho de que ya tendré que ir a la universidad y no tengo muy claro lo que estudiare, pero eso es tema para otra ocasión.

Luego de que mi madre me diera un sermón de que tengo que levantarme más temprano porque tengo que tener responsabilidad, me encamine hacia la parada del bus para asistir a la preparatoria. Después de tomar asiento en el bus, unas paradas pocas más adelante, se subió mi novio, Axel Collins, hace 1 año y medio me pidió que fuéramos novios de la forma más cursi que hallo, él es un gran chico, dulce y cariñoso, tiene el cabello castaño claro, ojos color miel, es alto pero no demasiado y tiene una sonrisa que me enamora aún más de él. Él se sienta a mi lado y me sonríe, amo su sonrisa.

-Déjame adivinar, te volviste a quedar dormida y tu madre te dio un sermón de una hora-. Me dice con una sonrisa burlona.

-Sí, acertaste- Farfullo dándole una mirada de pocos amigos. –Pero yo no soy tan predecible, para tu información.

-Já, eso ni tú te lo crees.

-Calla, Axel- le digo girando mis ojos.

-Yo no tengo culpa de eso-. Me dice dándome otra vez esa sonrisa burlona.

-Ya llegamos-. Le digo tratando de que olvidemos el tema anterior.

-¿Tan rápido?

-Si, y te la pasaste fastidiándome, tonto. 

-Ven acá.- me toma del brazo para apegarme a él, y pasa su brazo por encima de mis hombros dándome un abrazo de lado.

Ya bajamos del bus y ahora tendremos que esperar a que empiece la otra clase, porque la primera la perdí gracias a mi flojera de esta mañana. Yo alzo mi rostro para verlo a los ojos, él se da cuenta inmediatamente y me da un beso en los labios, es un beso suave, delicado, como si de la más delicada porcelana se tratara. Yo rompo el beso porque me doy cuenta de que alguien nos está observando, y efectivamente tengo razón porque la directora Berry aclara su garganta y nos ve con una mirada llena de molestia e irritación.

-¿Se puede saber porque están aquí besuqueándose en lugar de en su salón recibiendo su clase? - nos dice aun con esa mirada molesta, y empieza a incomodarme un poco.

-Lo siento, directora Berry, es que se nos hizo un poco tarde en la mañana, con este frio a veces cuesta levantarse de la cama, ¿no cree? - le informa Axel, rascándose la nuca, con eso intuyo que esta incómodo.

-Si directora Berry, disculpe la tardanza, ahora con su permiso, ¿podemos entrar a nuestra próxima clase? - Murmuro, tratando de sonar firme pero fallo.

-Sí, pero espero no vuelva a ocurrir, jovencitos-. Nos dice ahora con la mirada un poco más tranquila.

-Con su permiso Sra. Berry, buenos días-. Le dice Axel y entramos en la escuela, los pasillos están vacíos, pero lo entiendo por que la mayoría esta en sus clases.

Axel gira su mirada hacia mi para poder fijar sus ojos en los míos.

-Oye, en dos semanas ya es tu cumpleaños, ¿Qué quieres hacer?

-La verdad, no lo se, pero me gustaría ir a la playa, ¿Tu que dices?- Murmuro regalándole una pequeña sonrisa.

-Bueno, entonces iremos, y no está a discusión, yo hablare con tu mama y tendrá que decir que si- Me responde con su característica sonrisa la cual me encanta.

-Genial, igual dudo mucho que diga que no si voy contigo. Gracias, cariño.

-No tienes nada que agradecer, mi flor. Sabes lo mucho que te quiero.- Amaba el apodo con el que se dirigía hacia mi, siempre me decía que yo era como su flor en medio del invierno. 

Se acerca hacia mi, cerrando la distancia entre nosotros con un beso, luego de unos segundos, me separo sonriendo sobre sus labios.

-Y yo a ti, Axel-. Y me vuelvo a acercar para dejar un beso en sus labios.

Recuerdos [✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora