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Christopher Ainsworth.

5 días.

5 días sin saber nada de Sarah.

Y me molestaba un poco el hecho de que ella aun no me hubiera llamado, pero luego de pensar las cosas con la cabeza fría me di cuenta del desorden que debió existir en su mente en el momento en que los recuerdos que había perdido volvieron a ella , por esa razón esperaría.

Porque si, estaba enamorado de ella, y lo peor de eso es que la razón pasa a un segundo plano donde el corazón es el que manda, ya pesar de que no fuera lo idóneo, no podía simplemente dejarla a un lado y seguir con mi vida, me era imposible hacer algo como eso.

Eran las nueve de la mañana y como de costumbre, estaba en mi balcón tomando un poco de café mientras veía a las personas pasar, el sonido del timbre de mi apartamento interrumpió mis pensamientos, por lo cual me dirigí hacia la puerta y la abrí. Era Rebecca.

-Hola, cielo-. Paso a mi apartamento y dejo un beso en mi mejilla a modo de saludo. Olvide cerrar la puerta y la mire con el ceño fruncido.

-Hola, te he dicho que no me digas de esa forma. Tengo novia.

-¿Y? No le veo nada de malo, somos mejores amigos.- Excuso ella, a lo que yo le di una mirada asesina.

-Eso no tiene nada que ver, Rebecca. ¿Qué haces aquí? - Interrogue yo, porque después de todo, había entrado a mi apartamento como si la hubiera invitado.

-Vine a ver como estabas, me entere de que tu novia te change by other.- Indico ella, con una sonrisa estúpida en su rostro.

-Ella no me cambio por otro, solo sucedió algo.

-¿Y qué sucedió?

-¿Acaso te importa?-. Me senté a una distancia prudente de la pelinegra.

-Sí, eres mi mejor amigo, sabes que me importas.

-No tengo ganas de hablar de eso, Rebecca.

-Okey, pero yo creo que tu noviecita no te merece, eres mucho para esa.

-Rebecca, yo entiendo que estés molesta, pero no tienes por qué referirte a ella de esa manera.

-Bueno, ya. Como te decía, no creo que te merezca, yo por otro lado sé. Tenemos historia, Chris, creo que deberíamos intentarlo, más ahora que estas en la ciudad, mi amor-. Se acercó a mí mientras decía eso y tomo mi mano. Inmediatamente la quite.

-Rebecca, tuvimos sexo una vez, y te recuerdo que ambos habíamos bebido, yo nunca te di indicios de que quería algo contigo. Fue una estupidez, lo reconozco, pero jamás quise una relación contigo, y fue algo que deje en claro.

-Pero ahora podemos intentarlo, ambos estamos en la ciudad y somos maduros, no como tu novia que es una niñita estúpida.

-No sigas insistiendo, la respuesta siempre será no, aparte, estoy en una relación seria. Y creo haberte dicho que no hables de esa forma acerca de ella. ¿Podrías irte?

-De acuerdo, me iré, ¿Pero puedes darme un poco de agua? Por favor.- Pidió con una sonrisa tímida, tal cual no rompiera un plato.

-Está bien.- Me levante hacia la cocina y serví un vaso de agua, y justo cuando me volteaba para dárselo a la pelinegra, descubrí que ella estaba detrás de mí viéndome con una sonrisita, lo que me incomodaba de esto, es que estaba muy cerca de mí.

-¿Qué ha...?-. No pude terminar la oración porque ella me interrumpió presionando sus labios contra los míos, luego de unos segundos reaccione y la empuje. Pero pronto note que detrás de Rebecca había alguien, unos ojos azules cristalizados mirándome con decepcion.

-Y-ya me voy-. Hablo Sarah con la voz entrecortada, haciéndome sentir tantas emociones a la vez que sería incapaz de describirlas.

-No, Sarah, espera.- Dije para luego esquivar rápidamente a Rebecca quien no tenía ni una pizca de arrepentimiento en su mirada, Sarah ya estaba a punto de salir de mi apartamento cuando me interpuse entre ella y la puerta.

-Y-yo venía a decirte que me había equivocado, que ya había tomado mi decisión acerca de nosotros, y que ya había dejado todo mi pasado atrás... Pero veo que tú tomaste una decisión diferente. Adiós, Chris.-. Murmuro Sarah, mientras me veía a los ojos, y me sentí tan culpable en ese momento, no podía dejar que se fuera con una idea equivocada.

-No, Sarah, déjame explicarte. Ella-

-No tienes nada que explicarme, me tengo que ir.- Dictamino ella, saliendo de allí y bajando las escaleras.

-¡Sarah!-. Baje tras ella las escaleras mientras gritaba su nombre, pero ella se fue, sin dejarme explicarle, y no la culpaba, pero buscaría la manera de poder explicarle todo. Simplemente no podía dejar que las cosas se arruinaran por un malentendido. Mas dejaría que las aguas se calmaran, en este momento ella estaba enojada y no me escucharía.

Sarah Jones.

MINUTOS ATRÁS.

Habían pasado cinco días desde mi discusión con Chris, y realmente había pensado las cosas con cabeza fría y me daba cuenta de lo mucho que lo quería, y que Axel estaba en mi pasado, no valía la pena revivir todo eso para nada, ya no sentía nada por él, al contrario de Chris, por el sentía de todo al tan solo verlo.

Estaba en un taxi dirigiéndome a su casa, gracias al cielo Ale con sus dotes del FBI había conseguido su dirección, aun no entendía como, pero le agradecía por ello. Solo faltaban unos pocos minutos para llegar, y debo decir que sentía un poco de emoción al verlo, extrañaba sus abrazos y su simple compañía, me hacía feliz de alguna manera indescriptible. Al fin llegue y baje del auto luego de pagar la tarifa necesaria al conductor, no sabía que piso y departamento vivía el rubio así que decidí preguntar a la recepcionista.

-Buenos días, ¿Me podrías decir en cual apartamento vive Christopher Baker? Por favor.-Solicite a la chica quien me estaba sonriendo de manera muy amable.

-Buenos días, en el piso 4 apartamento 6.- Informo la chica castaña, a lo que le agradecí y subí las escaleras para llegar a donde vivía el rubio.

Luego de subir los cuatro pisos con mis piernas ya agotadas, llegue a donde estaba el apartamento del chico, lo que me sorprendió de esto, es que la puerta estaba abierta, temí que le hubiera pasado algo, no era normal tener la puerta de tu casa abierta en un edificio donde cualquiera pude entrar.

Cruce el umbral de la puerta y decidí caminar a la izquierda donde supuse se encontraba la cocina, y la escena que encontré hizo que quisiera salir corriendo, pero por alguna estúpida razón mis piernas no respondían a mi orden, era como si simplemente no pudiera moverme.

Hasta que sus ojos verdes fijaron su atención en mí, solo habían pasado unos pocos segundos pero para mí eran como una eternidad. Sentía que mis ojos picaban, pronto derramaría lagrimas pero luchaba por retenerlas solo un poco más.

-Y-ya me voy-. Murmure con la voz entrecortada, no sé porque había dicho eso, ni siquiera tenía porque hacerlo.

-¡No, Sarah! ¡Espera!-. Escuche la voz de Chris a mis espaldas, pero yo trazaba mi camino hacia la puerta y saldría cuando él se interpuso ante ella, mirándome, yo alce mi mirada hacia sus ojos y solo pude ver culpabilidad y tristeza. Yo en ese momento solo sentía decepción, aun no sabía la historia completa pero me era imposible no sentirme así frente a lo que vi.

- Y-yo venía a decirte que me había equivocado, que ya había tomado mi decisión acerca de nosotros, y que ya había dejado todo mi pasado atrás... Pero veo que tú tomaste una decisión diferente. Adiós, Chris.- Murmure, aun mirando sus ojos, en ese momento derrame la primera lágrima, porque sabía que después de esa vendrían muchas más.

-No, Sarah, déjame explicarte. Ella-

-No tienes nada que explicarme, me tengo que ir-. Lo corte, y lo empuje para luego salir de allí, lo escuche gritar mi nombre detrás de mí un par de veces, pero no me gire.

Me subí al primer taxi que se detuvo y en ese instante no pude contener más las lágrimas, si, sabía que él debía contarme que había ocurrido, pero simplemente esa escena no me dejaba pensar en algo más, no me importaba si ella lo había besado , él había respondido al beso unos segundos. Esos segundos eran los que me hacían sentir así, tan decepcionada e impotente.

Recuerdos [✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora