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SARAH JONES .

2 MESES DESPUES .

Hoy se cumplían 2 meses desde aquel beso con Axel, ya pesar de que dije que después de un mes tomaría una decisión, decidí tomar otro mes más, lo hice por todo lo que había vivido con él y porque el merecía intentarlo una y otra vez . Pero ya no puedo, no puedo seguir viviendo tratando de recordar todo eso que paso, la vida es una sola y por más que suene a frase motivacional, es cierto, no puedo vivir mi vida culpándome y tratando de recordar algo que cada vez se me hace más y más imposible.

Así que tome una decisión, dentro de 3 días me iría de Tirman, no para siempre, porque nunca hay que decir nunca, pero me tomaría un tiempo de descanso de este pueblo, de todos los murmullos por parte de la gente diciendo que me estaba haciendo la víctima y que estaba jugando con Axel, lo cual no es cierto, por más que quisiera recordar y pusieran mi empeño en aquello, no podía, había subestimado lo mucho que puede jugar contigo tu propia mente.

Me iría hacia Carolina del Sur, es relativamente cerca de aquí y podría venir a visitar a mi madre de vez en cuando, porque sí, me iría sola, mi madre no podría por su trabajo, es demasiado ética y no quiere dejar el hospital ya que no hay sino ella sola como cardióloga además de ser supervisora ​​de cuantas cosas. Y sí, mi madre prefirió su trabajo, pero a decir verdad, quería irme sola, allá terminaría mi último año de preparatoria y mientras me graduaba, estaría viviendo en casa de mi tía Caroline, luego de eso, me mudaría a una residencia y pagaría la misma con un dinero que llevaba ahorrado desde hace tiempo. No me preocupaba el hecho de pagar la universidad ya que tenia una beca.

Pero ahora vendría la peor parte, tener que contarle todo a Axel, no sé como reaccionaria, si se molestaría, si me entendería... no lo sabía, pero era la única forma, estaba decidida, me iría y no habría vuelta atrás, no podía estar atada a él, ni el a mí, era injusto para ambos. Le había dicho que viniera a mi casa, creo que no era la mejor idea decirle eso en un lugar público, eran las 3:58 pm, lo había citado a las 4 pm, así que ya debería estar por llegar, era bastante puntual, lo había comprobado en estos 2 meses.

En ese instante tocaron el timbre, baje a pasos rápidos las escaleras y abrí, él estaba allí delante de la puerta con una sonrisa de lado, iba vestido con un suetér azul oscuro, pantalones negros y zapatos del mismo color, también había pillado que le gustaba el color negro más que cualquier otro.

-Hola, pasa- le dije saludándolo.

-Hola, Sarah-. Me dijo antes de entrar.

Entró y lo invite a que subiera las escaleras hacia mi habitación, pensándolo bien en estos momentos, él se había vuelto algo así como mi mejor amigo, pero bien sabía yo que ambos sentíamos algo muy diferente a un sentimiento de fraternidad.

-Bueno, ¿y que me ibas a decir? No creo que me hayas invitado a ver películas-. Me dijo en un tono divertido, esbozando una sonrisa.

-No, tienes razón, es algo serio, siéntate-. Le dije palpando en la cama un lugar a mi lado.

-Se nota.

-Tenía que decirte que... me voy de Tirman, no sé si será algo permanente, eso depende de cómo vayan las cosas. Pero quise decírtelo antes de irme para poder despedirme de ti, Axel, eres un gran chico que vale la pena, siento que y-yo no te merezco, mereces a alguien que te ame de la misma forma que tu amas, te tengo un gran aprecio, de verdad que si... pero no puedo estar atándote a mi toda la vida, siento que esto no funciona, no en este momento. Me iré para aclarar todo, para poder decirte sinceramente que es lo que siento, gracias por todo Axel, espero que encuentres a alguien que te ame y te valore-. Finalice viéndolo borroso por mis ojos llenos de lágrimas.

-Sé que nada compensara el hecho de que todo este tiempo fue en vano, en que a pesar de eso, no pude recordar nada, y si, Axel, siento algo por ti, pero no entiendo nada de lo que me pasa, no entiendo que es lo que siento por ti, y no quiero que me esperes hasta que lo averigüe, vales más que eso, cariño- añadí, al ver que estaba en silencio, mirando a ningún punto en específico. En ese momento dirigió su vista hacia mí y abrió la boca, mas volvió a cerrarla, supongo pensando en que diría, hasta que hablo y me dijo:

-Está bien, haz lo que creas correcto, pero tú misma lo dijiste, no te estaré esperando cuando vuelvas. Adiós, Sarah, que te vaya bien-. Finalizo, saliendo por la puerta y dejándome aún más abrumada que antes.

***

AXEL COLLINS .

Se iría. Y probablemente, no volvería a verla, no del mismo modo que hace más de dos meses, y ella tampoco me volvería a ver así, pensé que después de todo, lograría mi cometido y ella lograría enamorarse de mí, pero la vida no es una película, no es en la que todo sale con un final feliz, no es como me gustaría a mí que fuera. Más no puedo cambiar lo que paso, así que seguiría con mi vida sin importar lo que había vivido con ella, debería olvidarla, ella misma lo había dicho, valía mucho más que eso que estaba viviendo con ella.

Pero lo que más me dolía es que me dio esperanzas de que tal vez esto funcionaria, de que podría volver a ser como antes, y de que perdí todo este tiempo atándome a ella, y eso fue mi culpa, yo fui el que quise seguir insistiendo aun después de que ella me dijo que podría no recordar nunca y de que no quería hacerme daño, fui yo el masoquista, y el que ahora debe olvidarla de una vez por todas.

Por lo cual decidí que me iría también de este pueblo, aquí no vería más que recuerdos de nosotros y si quería olvidarla, debería bloquear al máximo todos esos recuerdos como ella hizo conmigo, aunque ella no lo hubiera deseado de ese modo. Así que al llegar a casa subí directo a mi habitación, no quería hablar con nadie. Tome mi portátil y empecé a buscar vuelos lejos de aquí, pero no demasiado, no quería alejarme tanto de mi familia, así que opte por ir a Carolina del Sur, tenía dinero ahorrado que me serviría para alquilar un apartamento. Pero primero terminaría la preparatoria, solo faltaban 2 meses para terminar el año escolar, luego me iría de ese pueblo a iniciar una nueva vida, lejos de Sarah y de todo lo que me recordaba a ella.

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