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Zhan se encontraba en un sofá  secando sus lágrimas, estaba en una especie de oficina junto a Yibo, quien lo miraba con algo de confusión y preocupación.

Pero repentinamente, la puerta se abrió dejando ver a una tercera persona.

— Yibo...

— Kuan-ge, que bueno que llegaste — dijo el castaño levantándose de la silla para ir a abrazar a su hermano.

— ¿Zhan? ¿Que haces aquí? ¿Estás bien? — preguntó acercándose.

— Ya estoy bien Kuan.

— ¿Se conocen? — preguntó Yibo.

— Es mi amigo desde la universidad y mi cuñado, es el hermano de ZhouCheng. ¿Ustedes se conocen?

— Él me salvó el día que casi me atropella un auto

— Por Dios Yibo. ¿Fuiste tú? — el castaño asintió y HaiKuan se levantó para volver a abrazar a su hermano.

— Gracias pequeño — se separó del abrazo y pasó su vista al pelinegro.

— Zhan... Ya puedes salir, ellos se fueron. Y, no dejes que esto te afecte, buscaremos una solución a todo esto vas a ver.

El pelinegro asintió poniéndose de pie  y caminó hasta la salida no sin antes hacer una reverencia de agradecimiento a Yibo. Una vez los hermanos estuvieron, el menor de los dos habló.

— Ge. ¿Por qué lloraba?

— Ay hermanito, espero que esto que te voy a contar nunca lo hagas en tu vida o yo mismo me encargaré de darte una patada en los huevos... Él estaba casado, el día que lo salvaste, el imbécil de su esposo le había pedido el divorcio por mensaje de texto, lo demandó para que Zhan se quedara sin nada, lo botó de su propia casa y para colmo hoy se enteró de que la persona con la que lo engañaba era su supuesto mejor amigo.

— Es un hijo de perra... Créeme que si yo hubiera sido su esposo no lo hubiera a soltado por nada en el mundo ¿Viste lo hermoso que es?  Es... Perfecto — Haikuan mostró una mirada juguetona y codeó el hombro de su hermano.

— Uy... ¿Te gusta? — preguntó alzando las cejas a modo de juego.

— Cállate Ge, mejor vete, te esperan.

— ¡¿Me estás votando?! — dijo indignado.

— Sí, ahora largo — empujó a su hermano fuera de su oficina.

Miró al lugar donde hace un par de minutos el pelinegro estaba sentado llorando, vió el pañuelo sobre la mesa y lo tomó. Mirándolo fijamente sonrió.

— Yo nunca te hubiera hecho eso Zhan.

Guardó el pañuelo en su bolsillo, agarró su carpeta con todo el cronograma dentro, acomodó su saco y salió de la oficina.
Parado en una esquina, un poco alejado, se aseguraba de que todo estuviera en orden. Hace unos minutos había conversado con algunos clientes ya que estos eran hombre y mujeres de negocios con los cuales le convenía llevarse bien, y esto lo emocionaba.

Alzó su mirada de las hojas y vió como su hermano mayor lo llamaba con una sonrisa, uno de los camareros pasó frente a él y le entregó la carpeta. Puso la mejor sonrisa en su rostro y caminó hasta la mesa donde estaba el chico que le robaba el aliento.

— Buenas noches, soy Wang Yibo el dueño de este restaurante, a sus órdenes. ¿Cómo la están pasando?

— De maravilla, la comida es estupenda, y servicio es increíble.

— Deberías sentirte halagado cuñado, papá es de ese tipo de chef que no le convence fácilmente la comida — Yibo miró al hombre sorprendido, cuando lo reconoció.

— Oh por Dios. Usted es Xiao Feng, es un gusto conocerlo señor — hizo una reverencia y el hombre rió.

— Solo dime Xiao como lo hace tu hermano. Chico la comida es increíble, ¿Podría hablar con los encargados de esto? — señaló la comida.

— Claro que sí, no hay problema.

— Papá no estás en el trabajo, estamos aquí para animar a Zhan.

— No Cheng, yo también quiero conocerlos, la comida es estupenda —  sonrió el pelinegro.

ZhouCheng solo agachó su cabeza, a veces su padre y su hermano eran tan parecidos que lograban estresarlo.

Yibo llamó a uno de los meseros y le dió una orden, el chico se fue y al cabo de unos segundos dos chicos con su uniforme de chef salieron de la cocina con una sonrisa en el rostro.

— Dylan, Connor él es-

— ¡Dios mío!

— ¡No puede ser!

— ¡Usted es Xiao Feng! — dijeron los chicos al unísono lo cual hizo reír al hombre.

Zhan veía a su padre hablar muy animadamente con los jóvenes, y sonrió. Pasó su mirada al castaño parado a un lado de los chicos y este le regaló una hermosa y dulce sonrisa, la cuál respondió con un inaudible "Gracias" y este fue respondido con un "No te preocupes"
 
— Ahora entiendo, felicidades chicos esto es excelente.

Los dos jóvenes hicieron una reverencia y se fueron con una sonrisa plasmada en sus caras.

— Joven Yibo, siéntate con nosotros a conversar un rato — Ofreció Feng una mirada complice, la cual compartió con su hijo menor y yerno.

— Para mi sería un placer — el hombre se movió a otra silla haciendo que el castaño se siente junto a Zhan.

— Bien, creo que ya conoces a mi hijo menor así que te presento a mi hijo mayor. Él es Zhan... — ambos se miraron y así tierno para que luego Zhan voltear a mirar a otro lado.

— Pero cuéntame, ¿En qué estudiaste?, te ves muy joven.

— Tengo 28 años señor, no creo ser tan joven. Estudié gastronomía y administración de empresas... Y Zhan y yo, ya nos conocíamos.

— ¡JA! ¡Double Kill!

¡ZhouCheng! — reclamó Xiao Zhan en un susurro.

Lo siento, lo siento.

Todos en la mesa rieron mientras el pelinegro se ponía rojo de la vergüenza, había descubierto lo que su padre, hermano y cuñado se tramaban. Los había atrapado haciéndose señas.






















IMPERFECTLY PERFECT ▪︎ [YiZhan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora