IMPERFECTLY PERFECT ▪︎ [YiZhan]

Final

Un mes había pasado desde el día en el que se había realizado la gala.
Zhan había dejado de trabajar para Yibo a petición de este, pues había recibido la oportunidad de trabajar como jefe del departamento de relaciones públicas de la empresa T.S.V, la misma que era una de las empresas aliadas más importantes para Zhehan.

Era sábado, por lo que Zhan se encontraba en el departamento del castaño. Ambos se encontraban viendo una serie que Yibo amaba y Zhan comenzaba a agarrarle el gusto.

El castaño tomó el control remoto y apagó la televisión.

— Oye ¿por qué la apagas?, estaba en la mejor parte — se quejaba señalando el control.

— ¿Puedo hablar contigo? Es... Serio — dijo mientras se acomodaba en el sofá para quedar frente a frente.

— ¿De qué quieres hablar? — repitió la acción para quedar frente al castaño.

— Verás Zhan... Yo... Ya-ya te conocía, el día en el que casi te atropella un auto, no fue la primera vez que te ví, era la segunda...

— ¿Q-qué?

— Hace unos años, hubo una fiesta donde fue gente importante, yo te vi ahí... ¿Recuerdas el chico que chocó contra ti y regó el vino? Era yo...

Y fue cuando Zhan realizó una "o" con sus labios, recordaba ese día. Recordaba el momento en el que un chico chocó contra él y regó su vino sobre su manga, no pudo verle la cara, pero definitivamente recordaba.

— Desde ese momento yo... Me gustaste, pero estaba muy avergonzado como para presentarme o pedirte tu número... Luego, te vine a encontrar aquí, pero déjame decirte que te ayudé por que quise, si hubiera sido cualquier otra persona lo habría hecho igual, lo prometo, yo-

— ¿Por qué me estás diciendo esto? — no habían expresiones, no había nada en su tono de voz que demostrara algún sentimiento, era neutral.

— Aam... Yo... — suspiro desviando un poco su mirada. — Zhan... Me gustas, me gustas mucho, me gustas como no tienes idea, me vuelve loco verte todos los días y no poder ser algo más que solo tu amigo, tenerte a mi lado y no poder abrazarte. Créeme que tengo miedo, y me estoy arriesgando al confesarte mis sentimientos... Pero ya no puedo guardarlo más, ya no puedo seguir viéndote como un simple amigo... Me gustas Xiao Zhan.

No había respuesta, simplemente el silencio y la mirada neutra que e brindaba el pelinegro. Se sentía nervioso, tenía miedo de perderlo, pero ya no podía ocultar sus sentimientos.

— Yibo...

— ¿Sí?

"Ya ni me emociono, eso es un no, es un no"

— Yibo tú... No se que decir, la verdad solo... Que también me gustas, no pensaba decirlo, por un tiempo creí que no era más que agradecimiento, pero a medida que el tiempo pasaba me di cuenta que no era así...

Yibo tomó las manos de Zhan como si fueran el objeto más frágil del mundo.

— Zhan... Tú... ¿Quieres ser mi novio? — hizo una pausa para pensar mejor sus palabras si llegaba a recibir un No.

— Tú llegaste a mi vida cuando yo estaba en mi peor momento, me apoyaste y poco a poco te fuiste convirtiendo en una parte importante de mi vida... Claro que quiero Yibo — sonrió con su corazón latiendo a mil por hora.

Yibo miró fijamente a los ojos del pelinegro y una sonrisa adornó su rostro, lo había conseguido.

— ¿P-puedo? — Zhan sabía a lo que se refería, el castaño era la primera persona que le pedía permiso para poder besarlo, era lindo.

Dió una pequeña risa y negó, soltó sus manos del agarre de Yibo y las colocó en sus rostro atrayendolo hacia él y depositando un beso, que sorprendió al castaño.

— Puedes — respondió a la pregunta una vez que se separó.

Yibo sonrió y está vez fue él quien cortó la distancia que lo separaba de los labios con los que tantas veces había soñado probar.

Pero un teléfono comenzó a sonar interrumpiendo su dulce momento, ambos se separaron y buscaron el  dispositivo de cual provenía el sonido.

Zhan suspiró al ver la pantalla de su teléfono.

— ¿Qué sucede Cheng?

— ¡Pon las noticias ahora!

— ¿Por qué?

— ¡SOLO HAZLO! — la llamada fue cortada y Zhan se quedó confundido.

Tomó el control remoto, encendió la televisión y buscó el canal de noticias.

— Nos encontramos fuera de la corte esperando respuestas para la resolución del caso del CEO Zhang Zhehan por lavado de activos y soborno... Por el momento los abogados del CEO no se han pronunciado al respecto, estaremos informando del caso...

Zhan sin poder creer lo que oía y veía, miró a Yibo y este lo miró igual de sorprendido.

— Aquí queda muy bien el dicho, "El que las hace, las paga" — dijo Yibo volviendo a poner su atención a la pantalla.

— En noticias de farándula... Rumores sobre la relación del empresario Wang Yibo se hacen más fuerte al revelarse fotos en donde se lo ve muy feliz disfrutando junto a un misterioso chico, ¿Será que nuestro Wang menor ya encontró el amor?... Así es como-

— ¡¿ESE SOY YO?! — habló el pelinegro mirando atentamente la pantalla.

— Creo que sí... Es el día que fuimos a la exposición de arte de mi amigo.

— Espera, espera... Eso quiere decir que desde hace tiempo nos han estado siguiendo — dijo mientras aún veía las diferentes imágenes de las que seguían hablando y mostrando.

— Al parecer... Sí

Yibo tomó el control remoto para apagar el televisor.

— ¿Por qué lo apagas?

— No quiero que te vuelvas loco con eso.

El castaño estiró su brazo y acercó el cuerpo de Zhan para dejar un beso en su frente.

— Ahora todo está bien... Podemos vivir una vida feliz... Aunque, mi vida es más feliz desde que apareciste en ella — habló el castaño dejando otro beso, pero esta vez en los labios ajenos.

— La mía cambió desde que tu entraste a ella... Gracias Yibo — dejó un beso en los labios del castaño.

Yibo volvió a atraer el cuerpo del pelinegro más hacia él, desde hace mucho tiempo quería un abrazo así, al fin podía tenerlo.

— Zhan... No importa lo que digan de ti, para mi siempre serás una persona imperfectamente perfecta.

— ¿Imperfectamente perfecta? —  preguntó levantando su cabeza para mirar el rostro del castaño.

— Mhn. Cuando decía que eras perfecto, tú decías que no, que eras imperfecto, entonces eres mitad perfecto mitad imperfecto — sonrió.

Aquellas palabras lo conmovieron, quería a alguien que lo viera como era en realidad, Yibo lo hacía y lo hacía sentir como si fuera lo mejor del mundo.

"Todos merecemos a alguien que nos mire como si fuéramos lo mejor que existe en este mundo"