Habíamos llegado a la casa. Allí estaba toda la familia incluso el omega del dueño de casa. Me fui hacia donde estaba Leticia y el omega. Los abrace.
- Los extrañe mucho. Son a los únicos que quiero.
- Que delgada estas. ¿Lo pasaste bien en ese centro?
- Hablemos cuando estemos a solas. - Mire a mi familia pero mas que nada a mis padres. - ¿Conque derecho me cambia mi nombre? – Le dije a mi padre.
- No fui yo fue tu madre.
- Te convirtieron en una mujer hermosa. - Le dijo la madre.
-Yo hubiera preferido que me dejaran como estaba. Además usted padre - Lo miro a ese beta - me entrego, me traiciono. Le pedi que me ayude y no lo hizo.
- Piensa Maxima que podras conocer a un hombre beta casarte y tener muchos hijos – Dijo la Madre.
- No es Máxima es Maxi. – Le dije enojado - No me casare con nadie y no podrá obligarme.
- ¿Y que haras cuando conozcas a alguien que te guste?
- Lo mejor será no conocer a nadie.
Estaban en el comedor charlando por supuesto Maxi no les hablaba a sus padres. No les repondia cuando le decían algo, miraba para otro lado o les contestaba con sarcasmos.
- Es una lastima Maxi – Dijo su tio el jardinero, padre de Leticia – Ahora que eres mujer no me vas a poder ayudar como jardinero. Tus creaciones para el jardín de invierno eran magnificas.
- Por supuesto que si tio. Eso no va a cambiar.
Le miro agradecido que no le dijera Maxima.
- ¿Trabajar de jardinero? Tu estas loca – Dijo la madre de Maxi – Ahora necesitas cuidar tus manos.
- Mañana empezamos a trabajar en el jardín tio. – Dijo remarcando eso mientras miraba a su madre – Necesito tener ampollas y muchos cayos.
- He invitado el hijo de una amiga para que venga a tomar el te – Dijo su madre – Asi se conocen Maxima.
- Gracias tio por tratarme con mi nombre Maxi y no cambiarlo. – Le dijo a su tio – Usted me quiere.
- Yo también te quiero Maxima... - Dijo su padre.
- Me molesta que me digan Maxima.
Maxi se fue.