Mes Sasusaku

Una mañana linda.

Así era cada mañana con Sakura. Sabia a una rebanada de cielo.
Estar alrededor de su cuerpo desnudo y su cabello de aroma cerezo.
Escuchar sus respiraciones y esperar pacientemente a que abra los ojos.

-tu barriga esta enorme- dijo sasuke tocándola con las manos enjabonadas.
Estaban en una bañera. El agua era cálida y agradable.
Sakura echó su cabeza hacia tras y tras ese gesto hubo una sonrisa de satisfacción.
Se encontraba relajada sintiendo las manos de su novio recorrer su gran barriga y de vez en cuando jugaba también  con sus senos. Masajes dulces y adorables.
Tomaban un baño agradable.
-lo sentiste Sakura? Me acaba de patear... Creo que le gusto. 
Sasuke acercó su cabeza y la colocó sobre la piel desnuda de Sakura. Podía escuchar los latidos del bebé que ella llevaba en su vientre. Su bebé.
Sasuke adoraba esos baños. Bajo esas puertas cerradas sasuke era tan cariñoso, que nadie que lo conociera le reconocería ese lado.
-jajajaja me haces cosquillas- dijo sintiendo los tiernos y pequeños besos del pelinegro que se deslizaron sobre su enjabonada piel.
-me encanta- añadió facinado sintiendo el volumen y la suavidad del vientre de Sakura.
Solían preguntarse lo mismo y jugar las mismas cosas.
Abrazos, caricias... Las mismas dudas, las mismas afirmaciones.
-crees que sea niño?
-es una niña.
-porque estás tan seguro?
-porque si.
Sus labios se unían en un cálido beso luego de tocar aquí y aya... Se había vuelto una agradable rutina tener un poco de sexo mientras tomaban esos largos baños en tina.
A los 7 meses Sakura se veía realmente hermosa, no podía resistirse a sus encantos.

La vida de casado resultaba inesperadamente buena...

Las manos de Sakura estaban molestamente encima de su rostro. Casi se sintió que le asfixiaban.
Con tiento movió a Sakura quien dormía profundamente. Ella solía dormir casi sobre el. Ella y su enorme barriga acaparaban la cama.
Era una nueva sensación. Antes tenía insomnio a causa de su pasado y ahora su insomnio era a causa de ella.

-Sasuke.. Quiero helado- susurro medio dormida, Sasuke pensó en ignorarla.
Pero no era suficiente. Su pie se movió insistente sobre su pierna.
Ella no es alguien que se rinde fácilmente y cansado tuvo que hablar y luego girarse de la cama para darle la espalda -no hay helado.
-por favor!!!
-Sakura... Son las dos de la mañana...
había prendido la luz de la lámpara de aquel cuarto de hotel. No solo su hambre y humor cambiaron, también sus horas de sueño.
-por favor!- suplico y ante la nula respuesta vino el chantaje de la mano -tu hijo tendrá cara de helado!
Luego ya no pudo volver a la cama. Por alguna razón sasuke tenía la necesidad de complacer a sakura en todo.
"Que más da! Ya no puedo dormir"

Esto había comenzado desde hace dos meses, sucedió después de las terribles náuseas de sakura. Un día simplemente dejo de tener asco para ser una máquina glotona que todo Devora.
Y ni qué decir de su vientre, había crecido tan rápido. Como si aquella cría quisiera gritar a los cuatro vientos lo orgullosa que estaba de venir al mundo.
Pronto llegaban los 8 meses, no, ella ya tenía más de ocho meses, hacia una semana que le vio tachar el calendario.
Así que un nuevo temor vino a la cabeza de sasuke.
-tal vez deberíamos volver.
-me niego.
-que?
El embarazo la hacía más testaruda y mal criada que siempre.
-Tenemos que volver a konoha sakura.
Y así comenzaron una nueva pelea.
Aquella noche en el súper no iba por helado tradicional. Realmente sakura lo había sacado de sus casillas diciendo cosas tontas como "yo misma me asistiré en el parto"
-aggg como puede ser así!
A caso solo él se daba cuenta de lo absurdo que era esa afirmación.!?
Tomo dos latas de cerveza y las pago con un par de monedas.
Estaba solo sentado en la banqueta.
Le había gritado y ella había estallado en un llanto abrupto.
"no seas idiota, eso es imposible" definitivamente la palabra idiota no había sido la mejor palabra.
Luego salió de aquel cuarto de hotel. Ahora se sentía un poco culpable. Aun así se negaba a volver.
Tenía miedo de ver el rostro de sakura volver a llorar. De volverla hacer llorar.
Aunque sabía que tenía razón. Tenían que volver a konoha para que su hijo naciera bien...