El Diario de Vicky © [DISPONIBLE EN FÍSICO]

Querido diario...

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Estoy jodida. Definitivamente, lo estoy.

Regresó y no pude hacer nada al respecto. Tengo una mezcla de sentimientos y sensaciones porque nunca antes me había sucedido en la calle. Quedé expuesta, sin capacidad de razonar, sin ser capaz de defenderme. Y eso, me aterra más que nada.

Intenté detenerlo, pero no pude. Ahora sé que debo regresar y que quizás nunca debí dejar la medicación, al menos no de la manera en que lo hice.

Soy consciente de que alguien me perseguía, eso sí lo recuerdo porque sucedió antes de mi episodio, más no sé quién era.

Al salir de trabajar recuerdo tomar el camino de siempre hacia la parada del autobús, pero no llegué porque fue cuando vislumbré a alguien siguiéndome. Al principio creí que era una simple persona que iba por mí mismo camino, pero cuando mi instinto me hizo acelerar el paso y el extraño aceleró conmigo supe que no era alguien cualquiera.

Corrí y doblé en tantas esquinas como me fue posible intentando perder al sujeto y terminé perdiéndome yo misma.

El desconocido se perdió, pero la adrenalina del momento liberó al tornado que amenazaba con destruir todo a su paso momentos antes.

De ahí ya no tengo más recuerdos, ni siquiera de cómo y cuándo llegué a la casa de mi jefe. Sin embargo, algo había sucedido. Quizás el desconocido no se había perdido como creía, quizás algo más sucedió en mi desvarío, quizás no existía un quizás... pero la sutura en mi abdomen me decía que si lo había.

Despertar en una habitación y lugar desconocido me alteró porque la última vez que desperté en un sitio ajeno a mí terminé trabajando como prostituta por casi tres años.

Entré en pánico cuando los recuerdos pasaron frente a mis ojos como un cortometraje y en un intento de huir de la casa desconocida me topé con Alessandro nada más salir del cuarto. Debo admitir que al principio creí que era él el extraño que me había perseguido, pero en cuanto me observó con ojos de preocupación y me preguntó cómo me sentía supe que él no me había hecho daño. Su mirada es muy transparente y sabía que no mentía cuando me contó lo sucedido la noche anterior.

Sentí mucha vergüenza de que tuviese que verme en ese estado y de haberle causado molestias, incluso creí por un instante que perdería el trabajo, pero no fue así.

Fue muy bueno y atento conmigo, no parecía molestarle mi presencia ni tampoco me observaba como si estuviera loca. Al contrario, sus preciosos ojos grises me miraban igual o con más intensidad que la primera vez.

No tengo idea de dónde salió este hombre, si en verdad es italiano o si en realidad es un ángel caído del cielo y que fue enviado a la tierra para ayudarme en cada lío que aparece en mi desgraciada vida, pero sea quien sea, agradezco que haya sido él con quien me crucé y no alguien más. 

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Con amor, Juls❤