--- Editado ---
Victoria
2 meses después.
Toqué tres veces la puerta de la oficina del restaurante y me adentré en el lugar cuando escuché su voz.
—¿Querías verme? —le pregunto luego de cerrar la puerta.
—Así es —pronunció poniéndose de pie y acercándose a mí—. Simón nos ha invitado a cenar a su casa esta noche, quiere presentarnos a su novia. ¿Te apetece ir?
—Claro, estoy harta de quedarme en la casa —suspiré rodeando su cintura con mis brazos y apoyando mi mentón en su pecho.
Tuve que inclinar mi cabeza un poco más hacia atrás para poder ver bien su rostro debido a la gran diferencia de alturas. Me devolvió la mirada desde arriba, pero lo hizo de una manera tierna que me derritió por dentro.
—Lo sé, pero es por tu seguridad.
—No ha sucedido nada desde hace dos meses, creo que deberíamos olvidarlo.
—Debemos tener cuidado igual, no pienso arriesgarte.
—Lo sé —le regalé una sonrisa de boba enamorada. Al fin y al cabo, es lo que era—. Iré a cambiarme.
Me separé de él para dirigirme a la salida, pero me detuve al escuchar su voz.
—¿Y mi beso?
Le sonreí con malicia y di un paso hacia la puerta. No logré alejarme casi nada cuando me tomó por la nuca haciéndome girar hacia él. Nuestros pechos colisionaron y pegó sus labios a los míos en un beso hambriento y apasionado.
¡Mierda! Esa acción por parte de él me prendió increíblemente.
Rodee su cuello poniéndome en puntas de pie, entrelazamos nuestras lenguas devorándonos mutuamente y provocando que la temperatura de la habitación aumente. Nos separamos con las respiraciones hechas un desastre, nuestros rostros continuaban a escasos centímetros.
—No vuelvas a hacer eso —le advertí fijando mis ojos en los suyos.
—¿Por qué? —pronunció acercando su boca un poco más a la mía y dejándonos a una distancia ínfima.
—Porque acabo de estropear mis bragas por tu culpa. Al menos, la próxima, espera a que me las quite.
El gris de sus ojos se oscureció y apenas tuve tiempo de formar una pequeña sonrisa traviesa en mis labios cuando él ya estaba uniendo nuestros labios nuevamente. Me separé despacio, aunque deseaba no hacerlo y salí disparada de allí dejándolo con las ganas.
Después de pasar con Sam por Creamy World, la heladería a la que había ido con Aless varias veces y de la cual había quedado encantada, dimos un paseo y nos pusimos al día con nuestras vidas. Hacía una semana que no nos veíamos, desde que vivía en casa de mi novio nos juntábamos menos, pero el hecho de que ahora tengo celular nos permite estar comunicadas en cualquier momento del día.
ESTÁS LEYENDO
El Diario de Vicky © [DISPONIBLE EN FÍSICO]
Chick-Lit[COMPLETA] Vicky intenta dejar atrás todo aquello que le hizo daño y que hoy vuelve para atormentarla, pero... ¿será capaz de lograrlo? * Una vez que entras en ese mundo es muy difícil salir del todo, y mucho más complicado que los fantasmas del pas...