La muerte del Primer cazador de demonios, desato toda una generación de nuevos cazadores que daban sus vidas para dar fin a los demonios, pero con la muerte y desaparición del aliento mas poderoso, nunca se cumplió.
Pero, después de 400 años de la e...
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Narra Sumire (Yoriichi)
¿Cómo llegamos a esto?
Mire el cielo recordando el porque había un hombre de parte de la familia Rengoku tirado en el suelo con ojos en blanco, y otro hombre, mas mayor que negaba con la cabeza ante el estado del otro hombre.
Mire a mis padres y les hice la señal de amor y paz, al verme les cayó una gota de sudor. Tanjiro solo reía feliz mientras aplaudía.
Todo paso hace menos de tres horas.
Estaba con mi padre recolectando carbón, hace poco había terminado mi entrenamiento, mientras recogía el carbón sentía unas pequeñas ampollas en mis manos, eso es por todo el entrenamiento que estado haciendo.
Al final tendré manos ásperas, fuertes y con raspones.
-Ya terminamos Sumire.-Asentí hacia mi padre, y caminamos de regresó hacia la casa, escuché a mi toser un poco y lo observe.-Estoy bien cariño, quizás sea una tos leve.
Asentí no muy convencida, porque en el resto del camino lo seguí escuchando toser muy bajo, aunque podía escucharlo, no tenía dinero para ir en busca de un médico, quizás podría trabajar con la señora de la frutería, ella ya era mayor y vendía muy bien.
Le tendría que preguntar a mis padres, y si me dejan, iré con la señora, que con suerte, me da el trabajo de ayudante. Ella sabía de que ayudaba a mis padres a vender el carbón y era buena comerciante, así que sería fácil tener trabajo con ella.
Me detuve al igual que mi padre al ver a dos hombres caminar hacia la casa, estos también se detuvieron al vernos.
-Buenas tardes caballeros, ¿les puedo ayudar en algo?-Me fije en su katanas, y observe a ambos, me sorprendí mentalmente al ver al rubio de mechas rojas, era un Rengoku.
-Si, de hecho buscamos a una niña.-Sentí que los tres me miraron, mire a mi padre y le saque la lengua. Este suspiro y asintió. Él sabía como me comportaba, y al haber sacado la lengua, le di saber, de que era yo. La niña que buscaban.
-El hecho de que hayan subido hasta acá, quiere decir que mi pequeña es esa niña.-Ambos asintieron.-Me gustaría hablar con mas claridad, ¿gustan ir a nuestra casa para hablar?
-Si no es mucha molestia.-Padre negó ante las palabras del señor con mascara de tengu.
-No es ninguna, por favor síguenos.-Seguimos caminando con ellos al lado de papá.
Sentí que me miraban de vez en cuando disimuladamente, pero los cachaba, y se retiraban algo nerviosos, ¿Por qué lo están?
Mente de Rengoku Shinjuro: "Diablos esta niña me esta cachando en cada vez que la miro. ¡De verdad es una usuaria del aliento Solar! Cada paso que ella da no se escucha y mantiene una perfecta respiración constante, al igual que su padre, mire las orejas de este hombre y son aretes Hanafuda. Los libros que hay en mi casa, hay mucha información sobre el hombre que casi venció a Muzan, y portaba esos aretes. Cuando estemos adentro de la casa preguntare."
