(N/A: Lo que pase aquí en el especial, no cambiara la historia, solo es un suceso que se me ocurrió. Habrá más especiales más adelante, espero que les guste el primero.)
Narrador Omnisciente
-Aquí está la sangre de mis ultimas misiones.-Sumire le extendió a Tamayo las jeringas, ella estaba cerca de Tokyo y decidió ir a visitar a los dos demonios.
-Gracias, me faltaba para seguir investigando.-La demonio sonrió y agarrando las jeringas, ella sonrió algo apenada.-Sumire-san.
-¿Si?-Tamayo no quería decir lo siguiente, pero quería probarlo.
-¿Es posible que me dé algo de su sangre para probarla?-La Kamado no se exalto, sabía que tanto Tamayo como Yushiro tomaban sangre de forma consensuada de humanos para no atacarlos.
-¿Están seguros? Mi sangre es como un veneno para ustedes.
-Si, cuando me dio de su sangre para...lo de su padre. El olor nos impactó a ambos.-Tamayo siguió hablando ya que parecía que Yushiro tenía vergüenza en pedirlo a la Kamado.
-Si están seguros, entonces no tengo problema.- Se remango su chaqueta y la camisa blanca para ver como Tamayo tacaba una jeringa normal, y le sacaba sangre, fueron como tres inyecciones, perdió algo de sangre, pero su respiración constante le regresara esa perdida en minutos.
-Gracias, la usaremos con cuidado.-Ella asintió, y despidiéndose de ambos, se fue de la casa, iría a hacer algo de turismo en Tokyo.
No tenía una misión en concreto, así que estaría libre hasta que la llamen. Mientras iba caminando, notaba leves presencias de demonios, hasta que algo choco contra ella desviando su atención de eso.
Miro hacia abajo viendo una niña de dos trenzas con listones rojos, un copete recto en su frente, llevaba una camisa blanca debajo de un vestido de mangas anchas de color rojo, calcetas largas blancas con zapatos negros.
-Lo siento.-La niña se disculpó, pero Sumire noto que ella se veía asustada, se agacho hacia ella y acarició su cabeza.
-¿Te perdiste?-Ella asintió algo relajada por las acaricias.-¿Sabes en donde estabas antes de perderte?-Sumire no noto a algún adulto que mirara a la niña con felicidad, así que supuso que la menor camino mucho.
-Si, en el puesto de kimonos.-Señalo una dirección. Sumire recordó esa tienda, hubo muchas veces que iba haya al ser arrastrada por Uzui y sus esposas para comprarle más ropa llamativa.
-Está bien, te llevare con tus padres. ¿Puedo cargarte? El camino hacia haya es muy largo y te veo algo cansada.
-Si.-Ella alzo sus manos para que fuera cargada, lo cual sucedió, y Sumire con la niña en brazos camino hacia el puesto.
Mientras iban caminando, la pansa de la niña sonó, ella se sonrojo de la vergüenza.
-Tienes hambre. Sabes, yo también tengo algo de hambre.-Noto un puesto de takoyakis, así que se acercó a ellos.-¿Me puede dar una ración?
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⁕ El Regreso del Sol ⁕
RandomLa muerte del Primer cazador de demonios, desato toda una generación de nuevos cazadores que daban sus vidas para dar fin a los demonios, pero con la muerte y desaparición del aliento mas poderoso, nunca se cumplió. Pero, después de 400 años de la e...