La muerte del Primer cazador de demonios, desato toda una generación de nuevos cazadores que daban sus vidas para dar fin a los demonios, pero con la muerte y desaparición del aliento mas poderoso, nunca se cumplió.
Pero, después de 400 años de la e...
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Narrador Omnisciente
Los habitantes de la casa del antiguo Pilar del Agua comenzaron a despertarse de uno en uno, primero el mas mayor quien miro a los menores con una sonrisa, aunque no se podía ver nada por su mascará, salió del cuarto para no despertarlos.
El siguiente en despertarse fue Sumire con solo diez minutos de diferencia de haberse despertado el Urokodaki. La oji café/rojo soltaba un bostezó de vez en cuando, después de todo su cuerpo es el de una niña, no el de un adulto. Necesitaba mas descanso que otro niño, por todo sus sobreesfuerzos al entrenar tan rigurosamente.
Viendo que los dos niños seguían dormidos y que Urokodaki no estaba, se cambió lo mas rápido por su traje de cazadora, el cual era un uniforme estándar de los cazadores de color casi rojo, pero las mangas eran estilo de un kimono, sus pantalones son de estilo hakama sueltos, y colocándose su haori rojo sobre esta con una decoración de un sol con hilos amarillos y de un rojo mas fuerte que su haori.
Su madre había hecho esa decoración cuando la vio por primera vez con ese uniforme.
Ella soltando un ultimo suspiro, se retiro de la habitación poco después de haberse colocado sus calcetines blancos y de guardar el futón.
-Buenos días.-Le dijo en murmuro al mayor quien parecía sacar los ingredientes para el desayuno. Esté se volteo para verla.
-Buenos días, ¿ya despertaron?-Ella negó y se fue con él para ayudarle a hacer el desayuno.
Poco después de terminar el desayuno los dos niños estaban despiertos, cambiados, pero algo adormilados.
-Lavanse la cara para que desayunen, y si no lo hacen, no tendrán las suficientes fuerzas para poder enfrentarme.-Sumire les dijo con algo de arroz en su cara estoica, Giyu sonrió divertido, mientras que Sabito bufo un poco.
-No lo digas con esa cara.-Se burlo de ella el de pelo salmón, ella solo ladeo la cabeza no entendiendo.
-Sumire.-Miro al mayor, quien agarro un trapo y limpió la cara de ella.-Ya está, debes de comer bien o te ensuciaras.
-A cualquiera le sucede. Además, cuando llego a casa, los gemelos siempre tienen comida en la cara, al igual que vi a Iguro tenerlo.
-Si, pero los gemelos son mas pequeños que tu, y son huérfanos. Y Iguro, sabes donde estuvo y no sabe sobre ello. Y tu familia te debió de enseñar eso, en especialmente tu madre.
-Quizás lo hizo, pero al comer solo debes de comer, y ya.-Dijo algo infantilmente. Los dos niños no sabían de que hablar con ellos.
-Ne, Kamado-chan.-Miro a Giyu.-¿Quienes son los gemelos y Iguro?
-Los gemelos son dos hermanos que deje vivir en mi finca en la sede, tienen cuatro años, casi tienen los cinco. Y son entrenados por mi para ser cazadores. Y Iguro creo que tiene su misma edad, él ya hizo la prueba de cazadores y hace poco regresó de ella.
