La muerte del Primer cazador de demonios, desato toda una generación de nuevos cazadores que daban sus vidas para dar fin a los demonios, pero con la muerte y desaparición del aliento mas poderoso, nunca se cumplió.
Pero, después de 400 años de la e...
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Narra Sumire (Yoriichi)
En la primera noche del viaje hacia la sede no podía dormir, y no lo digo por los ronquidos de Rengoku-san.
Mire a Urokodaki-san quien parecía no importarle, pero de vez en cuando le tiraba una piedra a Rengoku-san para que dejara de roncar, pero este parecía no importarle, sacando un suspiro al usuario del aliento de Agua.
Miraba las estrellas con curiosidad, madre me había dicho que nuestros seres amados y fallecidos, iban siempre al cielo, y eran representados por estrellas.
¿Uta será una de ellas? ¿Mis bebés serán otras?
Observe tres que justamente estaban una al lado de la otra, la mas grande brillaba y sentía que cada brillo que daba, me daba la sensación de que esa era Uta, y las otras mas pequeñas, daban un tenue brillo juguetón, que me daba entender que eran mis bebés.
Una lágrima bajo por mi ojo, y sin ganas de limpiarla, la deje caer al suelo.
Sentía las miradas de ambos, pero no los vi.
-Kamado-san, se que podría ser doloroso alejarse de su familia durante un tiempo definido, pero...
-No.-Lo interrumpí, haciendo que me miren, a lo que correspondí la mirada.-No es eso, a veces tengo visiones de aquel hombre que casi mataba a Muzan Kibutsuji. Parte de su vida sin ser un cazador, y me duele de todo lo que sufrió en toda una vida.-Ambo se miraron serios y curiosos.
-¿Cómo sabías el nombre del Rey Demonio?-Los mire sin expresión.
-Ese hombre siempre repetía ese nombre con odio, supuse que ese era el nombre del creador de los demonios.-Volví a mirar las estrellas, y esas dos, seguían con sus brillos.-Y también podía escuchar que esté decía con curiosidad, pero con odio hacia el hombre de mi mente, un nombre que quizás sea él que inició con las respiraciones.
-¿Sabes cual es?-Pregunto con curiosidad Urokodaki-san.
-Si, el Rey Demonio decía: "Tsugikuni Yoriichi, un cazador. Que ingenioso, ya eh matado a muchos antes como tu. Nadie ah podido herirme, ni siquiera cien al mismo tiempo. ¿Qué podría hacer uno solo?" El hombre de cartas hanafuda, solo sostuvo su katana roja carmesí, y con su ataque mas poderoso, ataco a Muzan, logrando dañarlo.-Los dos hombres estaban interesados con la historia que contaba, ignore ese hecho y continúe mi antigua experiencia.-Aunque el Rey Demonio seguía impactado por el ataque que logro herirlo, este solo ataco para defenderse del espadachín, quien con agilidad y destreza, solo cortó los tentáculos que habían salido de la espalda de Muzan. Cada vez mas acercándose para cortar la cabeza del demonio, y la ayuda había llegado, y ese era el sol al horizonte. El Rey Demonio estaba en aprieto y usando su habilidad de dispersarse en miles de trozos de carne, el cazador solo logro cortar más de la mitad, pero el resto de trozos ya se habían escapado de su alcance, logrando escapar del cazador. Estoy segura que las heridas que se le provocaron en ese momento no han sanado.
