Una semana previa de que Margaret ingresara a su sexto año, Lord William Weasley se había aparecido en las afueras de la que anteriormente habia sido su casa. La madriguera estaba lejos de ser el hermoso y perfectamente imperfecto hogar que su padre y tíos habían alzado años atrás.
La carrera de madera que su padre había mandado hacer para que ninguno hiciera alguna imprudencia, estaba cubierto de maleza y hierba espinoza, mism que podía causar que alguien se lastimara, el camino anteriormente de piedra ahora estaba lleno de tierra y con varios agujeros que parecían ser golpes de algún material sumamente fuerte y pesado, el cesped que Percy había tratado de mantener protegido y bien distribuido por el jardín de la madriguera, ahora estaba seco, como si el cuidado dado no fuera el ideal. Asustado, Bill observó el gallinero que su padre les había hecho hace más de una década estaba casi desierto, como si no hubiera gallinas algunas y hasta donde él sabía, ellos habían dejado más de treinta gallinas, por lo cual, no comprendía del porque en esos meses, ya no existía alguna, los cerdos que habían dejado - siendo estos siete - no estaban y solo los collares con cascabeles estaban, ¡Habían sido tan ruines para dejar los cascabeles llenos de sangre! Estaba frustrado.
La madera de la casa que ahora podía apreciar con mayor satisfacción, estaba casi carcomida, la pintura estaba opaca y desgastada, demostrando que no le dieron el cuidado adecuado y eso le enfureció. Apresurando el paso, Bill se acercó a la desgastada puerta de madera por lo cual se apresuró a tocar, recibiendo una furiosa mirada de Hermione, quien le observaba de arriba abajo.
- ¿Tú? ¿Qué diablos haces aquí? - cuestiono furiosa ella, dando leves golpes con su zapatilla - ¡Responde idiota!
La vena Black de Bill vibro por dentro, quería callarla de una buena vez, pero sentía una pequeña voz en su cabeza que le decía solo es una mocosa pedante, tu eres un Lord, no te rebajes a su nivel, por lo cual, respiro tranquilamente y mostró una burlesca sonrisa.
- Se nota que las clases de etiqueta mágica no llega a su consciencia ni persona - se burló - Ahora muévete, porque esta sigue siendo mi casa y tu eres solo una invasora
Bill sabía que estaba mal mentir ya que la madriguera ya no era su hogar, pero aún así, no dejaría que esa mocosa arrogante se comportara de esa manera en lo que por mucho tiempo fue su hogar. Ingreso a la vieja casa y la imagen que le recibió era un completo asco y horror.
Ginny y Ronald estaban sentados en la mesa del comedor con varios platos a su alrededor, sus mejillas y rostro estaban totalmente cubiertos por la comida, la cocina estaba llena de platos sucios y material desconocido. Sintió asco, demasiado asco. No entendía como es que al tener la misma educación, ellos cinco eran educados y bien portados, mientras que Ronald y Ginny eran un caos total.
Bill se aclaro la garganta, logrando captar así la atención de sus hermano y lo consiguió.
- Tú? ¿Qué haces aquí? - cuestiono Ginny con la boca llena y provocando que leves porciones de comida salieran de su boca
Que asco, pensó Bill, frunciendo el ceño.
- Ginny termina de masticar, y estoy aquí para entregarles esto - dijo, mostrando unos pergaminos que estaba perfectamente doblados y sellados
- ¿De qué? - cuestionó Ginny, quien ya había terminado de masticar la comida que había ingerido
- En estos pergaminos encontraran los ingresos y egresos de sus cuentas, a partir de aquí, su madre es quien debe de hacerse cargo de ustedes - aseguró Bill
Bill estaba pendiente de las reacciones de sus hermanos, mas nunca espero que Hermione Granger le quitara los pergaminos de una manera tan grosera y horrenda que incluso él cuestionaba de como era posible que de alguien como Jean y George tuvieran una hija como ella.
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𝐔𝐧 𝐓𝐫𝐢𝐨 𝐏𝐞𝐜𝐮𝐥𝐢𝐚𝐫 (𝙱.𝚆-𝙵.𝙳-𝙷.𝙳) ᵈᵒˢ
FanfictionBill Weasley esperaba cualquier cosa aquel verano del 94, menos que conociera a un vampiro, hermano de la chica que le gustaba a su hermano, oh sí, Percy estaba enamorado de una niña de trece, pero no era nadie para juzgar, lo que si no se esperaba...