Los periódicos compartían alegres la noticia del torneo de los tes magos. Los ingleses hablaban de la pequeña posibilidad de que el seleccionado de Hogwarts fuera el ganador, pero Howard sabía que sin lugar a duda, la fuerte veela que comenzaba a robar sus sueño, era la ganadora.
Había pasado exactamente un mes desde que las citas entre Bill y Howard comenzaron, al principio el mayor de los hermanos Drac se llevo la sorpresa de que el tierno Arthur Weasley era peor que una mamá dragona, oh sí, lo aprendió muy bien, se notaba a leguas que el pelirrojo mayo odiaba la idea de que alguien pudiera robarle la atención del mayor de sus hijos y siendo sinceros, eso era lo que quería hacer Howard, robar la atención de Bill.
En aquellos instantes, Howard iba por el ministerio, necesitaba terminar unos tramites para la adopción de una pequeña niña en el clan. Había días en los que odiaba pasearse por los amplios pasillos de aquel lugar, pero a la vez, era una forma de obtener información de manera más sencilla, sin llegar a estar dentro de los chismes.
- Eso se dice - alcanzó a escuchar, mientras entraba en el cuarto pasillo del tercer piso del registro magico
- Pero es imposible, ¡Arthur jamas lo permitiría! -
¿Arthur? No podía ser exactamente a su futuro padre, ¿Verdad? Con cuidado de acercó a los dos hombres que hablaban entre sí.
- Lo sabemos, todo el mundo lo sabe, los hijos de Arthur son lo más importante para él, pero yo creo que a Molly le daría igual si algo le pasa a los primero cinco - comentó el hombre, quien se apreciaba, tenía el cabello castaño
- ¡Esto es una locura! Por más que Molly odie a los mayores, no podría ser tan ruín en tratar de comprometerlos de dicha manera - aseguró el hombre de cabello negro - ¡Eso destrozaría a Arthur!
Y a mi. pensó Howard, maldijo en voz baja, Molly Weasley estaba siendo un dolor de culo, uno muy grande, por lo ual, tenía que pensar rápido en algo, no podía permitir que alguien como ella, destrozara a la criatura más dulce que conocía.
Howard suspiró molesto, estaba encaminándose de nuevo hacia la oficina, cuando se topó frente a frente con su futuro cuñado. Percy llevaba una enorme pila de pergaminos y carpetas, mismas que parecían provocarle un desequilibrio en su persona, pero a la vez, parecían ser muy importantes.
- Perce, ¿No necesitas ayuda? - cuestiono con curiosidad
El nombrado se volteó a verlo, sus ojos azules - casi idénticos a los de Bill - lo miraban con curiosidad, pero a la vez con alegría.
- ¡Hola Howard! - exclamó alegre el pelirrojo - ¿Qué te trae aquí?
- Vine a ver al jefe Lupin, necesito su firma para unos papeles, pero dime ¿Cómo es que mi futuro cuñado se ve pequeño a lado de una enorme pila de pergaminos? - cuestiono burlonamente
Howard se deleitó ante el sonrojo del pelirrojo, alegre le ayudó con la enorme pila, misma que parecía no pesar en lo absoluto.
- ¿A dónde? - cuestiono con curiosidad el vampiro
- Por aquí- señaló uno de los pasillos - Justamente voy a ver a Remus, necesito su firma en unas cosas
Ambos caminaron con tranquilidad, hablando de la emoción que sentía Margaret ante la llegada de las otras dos escuelas, así mismo, todos en el ministerio parecían hacer lo posible para que todo saliera como era debido. Al llegar a la oficina de Remus, este los esperaba en la entrada, miraba con atención un libro que parecía ser sumamente viejo, pero aun así, llamaba la atención del castaño.
- Buenos días, señor Lupin - saludaron los dos
- ¡Niños! - exclamó el castaño con alegría - Que bueno que han llegado
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𝐔𝐧 𝐓𝐫𝐢𝐨 𝐏𝐞𝐜𝐮𝐥𝐢𝐚𝐫 (𝙱.𝚆-𝙵.𝙳-𝙷.𝙳) ᵈᵒˢ
FanfictionBill Weasley esperaba cualquier cosa aquel verano del 94, menos que conociera a un vampiro, hermano de la chica que le gustaba a su hermano, oh sí, Percy estaba enamorado de una niña de trece, pero no era nadie para juzgar, lo que si no se esperaba...