Año 2014
Narrador
Anna entró a la cocina para encontrar a su hermana mayor en esta lavando los platos de la comida de ese domingo.
Al notar su presencia la rubia levantó la mirada y cerró la llave.
–¿Puedo hablar contigo hermana?– la joven de trenzas la miró suplicante.
Elsa en seguida supo de lo que se trataba –Lo siento, pero estoy ocupada y este no es el lugar– le dijo en voz baja.
A Anna no lo importó y le arrancó los guantes de latex mojados y la arrastró de la mano escaleras arriba.
–Papá, tomaré prestada a Elsa por unos minutos, necesito que me ayude con mi tarea– le gritó a su padre que estaba en la sala trabajando como loco en su computadora portátil.
Al hombre poco le interesó, tenía que revisar esos balances –Esta bien cariño–
La hermana menor llevó a la mayor hasta su habitación y se encerró con ella ahí.
–Elsa... Ayer en el pórtico...– comenzó a decir, pero ella la interrumpió
–Lo que viste no fue lo que crees, lo juro– se apresuró a explicarse, pero Anna intervino de inmediato.
–Para– la hizo callar –No trates de excusarte conmigo, porque no necesitas hacerlo... yo sé bien lo que vi y solo quiero hacerte saber que no me importa con quien estés, eres mi hermana y te amo–
Elsa se quedó inmóvil ante esto –¿De verdad?– preguntó insegura.
–De verdad Elsa– dijo antes de abrazarla.
Elsa correspondió al abrazo con gusto, se sentía feliz de que no estuviera siendo juzgada.
–Anna, yo también te amo– le sonrió –Prométeme que no le dirás a mamá y a papá de esto–
–Pero Elsa...– intentó decirle que lo mejor era hablar con ellos.
–Escuchaste a papá, él cuenta conmigo y no puedo fallarle–
Anna suspiró –No voy a decirles nada–
Elsa suspiro de alivio e intentó agradecerle.
–No lo haré porque no es mi secreto, es tuyo, pero todo esto es muy injusto, deberías estar con quien tu desees–
–Quiero hacer esto Anna, en serio, si con eso puedo ayudar a la familia, lo haré– le explicó.
–¿Pero qué hay de tu felicidad?– preguntó Anna.
–Soy feliz, mientras te tenga a ti y a nuestros padres–
.
Elsa apresuró el paso por los pasillos hasta llegar al casillero de Honeymaren, como había predicho, se la encontró ahí, sacando libros de la caja metálica.
–Honey, ¿puedo hablar contigo?– en cuando la morena se dio cuenta de que era ella cerró el casillero.
–¿Claro, sobre que?– preguntó.
Elsa suspiró –¿Podría ser en privado?– preguntó al ver que había mucha gente alrededor.
Honey le sonrió –Descuida, lo entiendo– dijo acomodándose el bolso de flecos –Ya lo entendí– se dio media vuelta para irse.
–No, espera, quiero explicarte– Elsa la siguió apresurada.
–Es que ya lo has dicho todo Elsa...– suspiró la muchacha de cabello oscuro –No estoy enojada, algo decepcionada, pero lo entiendo... no estas lista y no puedo obligarte a ser tu misma frente a los demás, es algo que debe salir de ti–
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Through the years
RomanceJack Frost y Elsa de Arendelle se conocen de toda la vida, ahora que han crecido y son adultos tendrán que enfrentarse a diversos problemas... entre ellos el hecho de que Jack se vaya a casar.