Compañeros en el laberinto

Capítulo Diez

Narra Thomas

"Hazlo", dijo Newt y me devolvió el cilindro plateado.

Me acerqué a él y miré a todos.

"Está bien" dije.

Fui a inyectarle cuando me agarró.

"No deberías estar aquí. No deberías estar aquí", me dijo enfadado y me agarró con fuerza.

"Sujetarlo", dijo Newt.

Clint y Jeff lo sujetaron y Newt me tiró hacia atrás.

"Saca la jeringa", dijo Newt.

Teresa se lo clavó y de inmediato se calmó y dejó de luchar. Contuve mi pecho respirando con dificultad.

"Bueno, eso funcionó", dijo Jeff.

"Está bien, de ahora en adelante, alguien se queda aquí y lo vigila todo el día". Newt dijo y me miró.

"Hey" dijo Gally y entró y miró a Alby, luego a Teresa y luego a mí.

"El sol está bajando, novato, es hora de irse", dijo.

Me acompañó hasta el pozo.

Teresa me miró y luego miré a Newt y luego salí. Gally me siguió.

"Oye, ¿cuál es tu problema conmigo?" dije.

"Todo empezó a ir mal en el momento en que apareciste. Primero Ben, luego Alby y luego la chica", dijo Gally.

"¿Qué hay de Alex?" dije.

"Alex es nuestra compañera. Ella no hizo nada malo. Así que no te atrevas a acusarla. Ella ha estado a mi lado o al lado de otro de sus compañeros o de Charlie, Winston, Billie o Rob y nada parece salir mal cuando ella está solo contigo "dijo Gally. "Todos vieron que ella te reconoció, Teresa", dijo Gally. "Y apuesto a que sabes quién es", dijo Gally.

Gally abrió la puerta y entré. La cerró detrás de mí y comenzó a atarla.

"Gally, sabes que no podemos quedarnos aquí para siempre, ¿verdad?" dije.

Simplemente me miró y se alejó. Saqué el papel y lo miré y luego escuché que alguien se acercaba.

"¿Quién está ahí?" dije.

Vi a Chuck.

"Soy yo", dijo Chuck.

"Lo siento Chuck" dije relajado.

"Correrás mejor con el estómago lleno", dijo Chuck.

Se sentó y luego me pasó la comida y el agua y comencé a comer.

"Mmm gracias Chuck" dije disfrutando de la comida.

No fue mucho, pero estaba agradecido con Chuck por ser tan generoso.

"¿Qué tienes ahí?" Dije al ver a Chuck sacar algo de su bolsillo, inspeccionarlo y suspirar profundamente.

Se acercó y me mostró una talla de madera que tenía. Se veía genial.

"Oh, eso salió muy bien. ¿Para quién es?" dije.

"Es para mis padres" dijo Chuck.

"¿Te acuerdas de tus padres?" dije.

Pareció triste por un momento. Sacudió la cabeza.

"No, pero sé que debo tenerlos. Y dondequiera que estén, estoy seguro de que me extrañan. No puedo extrañarlos porque no los recuerdo. ¿Qué crees que vas a encontrar mañana? " Chuck dijo.