Compañeros en el laberinto

Capítulo Treinta y Cinco

Narra Brenda

Estaba apoyada en un coche leyendo mi libro mientras Jorge arreglaba otro. Vi a Alex y Thomas pasar y nos miramos. Alex me sonrió rápidamente antes de que se pusieran en camino. Jorge me vio mirando, dejó de arreglar el coche y luego salió de debajo del parachoques.

Juguetonamente pateó mis piernas del coche y tropecé hacia delante. Él se rió, dejé mi libro y lo miré.

"Idiota, ¿puedo ayudarte?" pregunté.

"Oye, ese lenguaje, no me hagas ponerte en tiempo fuera" Dijo y se rió.

"Cállate" dije riendo levantándome y dándole un codazo.

"¿Como te sientes?" Pregunté.

"¿Cómo se supone que debemos sentirnos? Quiero que Alex tenga a sus compañeros y sea feliz, quiero que estemos a salvo. No quiero tener que seguir corriendo, escondiéndome y peleando. Quiero que CRUEL se vaya y que todos seamos libres ". Expliqué.

"Seremos libres pronto" dijo Jorge.

"Eso espero" dije.

Pateó mi pie de nuevo.

"Ya basta Jorge" dije.

El solo sonrió y lo hizo de nuevo antes de salir corriendo.

"Ven aquí" dije persiguiéndolo.

Narra Thomas

Alex y yo caminamos hacia donde estaban Aris, Sonya y Harriet. Newt pronto se unió a nosotros y Brenda poco después.

"Tenéis suerte de habernos encontrado, nos tenían en movimiento. Siento que algo grande estaba sucediendo". Sonya dijo.

"¿Alguna idea de hacia dónde se dirigían?" Newt preguntó.

"Todo lo que sé es que seguían hablando de una ciudad". Aris dijo.

Miré a Newt.

"No pensé que quedaran ciudades", dijo Harriet.

"Eso es porque no hay" dijo Brenda. "No en pie al menos".

"Está bien, ¿qué pasa con Minho? ¿Por qué no estaba en el tren?" Pregunté.

Aris y Sonya se miraron.

"Lo siento", dijo Aris.

"¿Qué?" Alex dijo poniéndose de pie.

Newt, Brenda, Alex y yo corrimos rápidamente al salón, nos encontramos con Fry y llevamos a Vince con nosotros a la habitación. Saqué un mapa, lo abrí de golpe y lo dejé sobre la mesa.

"Ahí, eso es" dije señalando en el mapa "Según los ferrocarriles, todo lo que Aris nos dijo, tiene que ser hacia donde se dirigen. Ahí es donde han llevado a Minho. Llevamos a todos los que pueden luchar, podemos volver en una semana". Expliqué.

"¿Una semana? Nos tomó seis meses llegar aquí. Tenemos más de cien niños ahora. No podemos quedarnos aquí para siempre. Ni siquiera sabes lo que hay ahí "dijo Vincent.

"Yo sí lo sé" dijo Jorge apoyado contra la pared.

Todos lo miramos.

"Han pasado algunos años, pero he estado allí". Dijo caminando. "La última ciudad, así la llamó CRUEL. Era nuestra base de operaciones. Si esa ciudad todavía está en pie, ese es el último lugar al que quieres ir hermano. Ese es el foso de los leones". Jorge dijo.

"No es nada que no hayamos hecho antes" dije mirándolo.

"Sí, con meses de planificación e información confiable, el elemento sorpresa. Nada de lo que tenemos ahora". Vincent dijo.