Capítulo 26

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Al no poder encontrar nada, decidieron buscar al rededor, pero las esperanzas de encontrar a Marinette poco a poco desaparecía. Nino veía a su amigo, y era como si en su cuerpo no estuviera su alma, se le veía débil, triste, y sin ganas de vivir, así que, al ver que se venía una gran fuerte lluvia, le convenció para volver al castillo, así que después de unos minutos más, decidieron volver. El camino de regreso fue muy silencioso, los caballeros iban adelante y Adrien con su amigo atrás, ya que él no tenía ánimos ni fuerza para andar más rápido.

 - Venga, hermano, debemos llegar al castillo antes de que la tormenta nos atrape - le comenta Nino, pero él no responde, estaba perdido en su mundo.

El viento soplaba muy fuerte haciendo que las ramas de los arboles se movieran agresivamente, las hojas caían al suelo y muy pronto un manto de gotas de agua cubriría el suelo. La oscuridad del bosque era abrumadora, pero Adrien no necesitaba la luz para saber donde estaba el camino a casa, además, sus ojos se acostumbraron a la noche. Algunas gotas ya empezaba a descender de las nubes y el Rey les ordenó a que se adelantaran, quería protegerlos, pero su amigo siguió a su lado.

- ¿Cuándo, por fin, seguirás mis ordenes? - Nino miró a su amigo y sólo negó con su cabeza con una sonrisa de lado. Los demás aceleraron sus pasos, hasta que unos minutos después, uno de los caballeros se devolvió.

- ¡¡Majestad!!, hayamos a una mujer, queremos ayudarla pero no dejan que la toquen, creemos que es la Reina - Adrien al escuchar aquella noticia, aceleró más sus pasos en el caballo y pudo llegar rápidamente al lugar.

Al llegar, vio a los caballeros con sus antorchas encendidas,  iluminando más el lugar. Ellos estaban rodeando a alguien que luchaba por no ser atrapada, así que se acerca y pudo ver de quién se trataba, era ella, su cabello estaba despeinado, su rostro lucía algo sucio, llevaba un vestido rasgado lleno de sangre. Adrien al verla con vida se alegró, pero más le dolía verla en ese mal estado.

- Mi Reina - La llama Adrien logrando captar su atención, la mencionada deja de luchar y lo mira, y ella sin poder creer que quien estaba en frente de ella era Adrien, se acerca a él.

Sus miradas llena de lagrimas y alegría conectaron, sabían lo feliz que estaban de ver al otro, y cuando Marinette quería darle un abrazo cayó inconsciente en los brazos de él. Adrien la agarró fuertemente por su cintura para que no cayera al suelo, estaba muy delgada, así que pudo cargarla con facilidad, y con ayuda de su amigo, se subió con ella al caballo, ya que sabían que tenían que llevarla rápidamente al castillo porque no estaba para nada bien.

Llegaron lo más rápido que pudieron y Adrien la llevó a su recamara, llamaron al medico y este al verla de una se sorprendió por el aspecto que tenía, se notaba que estaba deshidratada y no muy bien alimentada, así que después de despabilarse, se acercó a ella para atenderla, y Adrien al no poder estar tranquilo, le tocó esperar afuera.

Pasaban los minutos y Adrien caminaba de un lado a otro, quería saber cómo estaba ella, también si esa sangre en su vestido era de ella, además si aún en su vientre cargaba a su hijo. Alya, quien había recibido la noticia, de una fue al lado de Adrien, tratando de darle palabras de aliento y ya sin poderlo soportar, entró a la habitación, además por petición de Adrien, quien quería que ella estuviera con alguien conocido a su lado.

- Todo saldrá bien, hermano - le consolaba Nino, pero Adrien no podía estar tranquilo. Al cabo de media hora, sale el doctor y Alya con sus mejillas empapadas de lagrimas, Adrien al ver a la morena llorando no pudo no pensar en lo peor, así que se acercó rápidamente al doctor.

- ¿Q..qué... qué pasa? - pregunta él tartamudeando y con un hilo de voz.

- Majestad, ella... está grave, su pulso está muy débil, al igual que el de su hijo, tiene muchas heridas en su cuerpo, al igual que moretones, al parecer a donde la tenían cautiva la golpeaban, está muy deshidratada, parece que lleva mucho sin tomar una gota de agua, y no está muy bien alimentada, por eso se ha desmayado...  Majestad, no sé muy bien si ella saldrá de esta, está muy grave- le informa el medico y Adrien agacha su mirada ya que una gota de lagrima recorre por su mejilla.

- ¿Morirá?...

- No quiero darle esperanzas, majestad, sólo que haré lo posible para salvarla a ella y a su hijo, tal vez no despierte por ahora, así que no se desespere si ella no abre sus ojos... estaré viniendo todos los días, necesito inyectarle medicamentos, pero deben cuidarla, tendrá una muy alta temperatura, podría contraer alguna enfermedad ya que está débil, así que, si queremos que sobreviva, debemos cuidarla - Adrien asiente y al recibir algunas indicaciones del medico, entra a la habitación, acercándose a la cama donde reposaba Marinette.

Ya no tenía aquel vestido, su cuerpo desnudo lo cubría algunas mantas, su rostro estaba pálido, sus labios también, su cabello había perdido brillo, y en sus brazos se podía notar moretones y algunas cortadas. Adrien quería verla toda, así que con lagrimas en sus ojos, quitó la manta, y al verla de una se desmoronó, aquel cuerpo, el cual él había tocado con amor muchas veces, ahora  era demasiado delgado, se podía notar sus costillas, pero lo que más le dolía es ver algunas quemaduras, cortadas y hasta mordeduras, y sin mencionar de todos los moretones que traía.  Su pecho le dolía, y maldecía a Luis por haberle hecho eso a su reina.

- Majestad - Lo llama Alya, ya que él se había quedado dormido al lado de Marinette, con la esperanza de que despertara. - Majestad, disculpa que lo moleste, pero debo curarle algunas heridas a ella.

Adrien que se despertó en el primero llamado, asistió sin muchos ánimos, así que se levantó, no sin antes darle un cálido beso en su frente. 

Y Así pasaban los días, el doctor llegaba todo los días a inyectarles medicamentos, pero aún no mejoraba, además de que a partir del segundo día, Marinette sufría de altas fiebres, y Adrien junto a Alya le ponía pañitos de agua para tratar de bajarle la fiebre, aunque no resultaba de mucho.

Una noche más, donde la altas fiebre de Marinette preocupaban a Alya y Adrien, ella abrió sus ojos, ella los sentía muy pesados, por eso no podía abrirlos por completo. 

- M.. Mi reina - la llama Adrien, que al ver cómo sus ojos se abrían se acerca a ella. Marinette lo miró a sus ojos y lentamente puso delicadamente su mano en  su mejilla.

- A... Adrien - Susurró ella, pero de nuevo vuelve a caer inconsciente cayendo su mano del rostro de él. La temperatura le vuelve a subir más y más, preocupando a los presentes, así que Adrien ordena a que traigan al doctor mientras lloraba y le suplicaba a su Reina que no lo dejara sólo.

A los minutos llegó el doctor y de una la revisa, poniendo un rostro de preocupación al no lograr escuchar los latidos del bebé y ella tenía su pulso mucho más débil. 

- Doctor, ¿Qué pasa? - Pregunta Alya con su voz quebrada.

- La estamos perdiendo - responde el doctor para después rápidamente sacar elementos e inyecciones de su maletín para hacer todo lo que estaba en sus manos mientras que Adrien lloraba y gritaba que la salvara.





Mi Reina( Marinette X Adrien ❤)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora