Epílogo

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Las risas de un niño y su padre resonaba en cada rincón de la gran habitación del pequeño, los dos jugaban en la cama. El pequeño pretendía ser un valiente caballero que con su poderosa espada podía acabar con cualquier enemigo y mientras que su papá actuaba como el villano de la historia.

- ¡¡TE DERROTARÉ HOMBRE DEL MAL!! - gritaba el pequeño príncipe Gabriel mientras atacaba a su padre, pero este se defendía alzándolo por los aire y tirarlo suavemente a la cama para proceder a hacerle cosquillas. 

- Nunca me detendrás, pequeño caballero - respondía Adrien a las amenazas de su hijo en medio de más risas.

En ese momento sólo se podía sentir la felicidad en aquella habitación. El príncipe Gabriel era muy querido en todo el reino al ser un niño tan dulce y amable con su pueblo, y es que tenía de ejemplo a sus padres, quienes eran los reyes de parís, un lugar lleno de justicia y amor.

El sonido de la puerta abrirse hizo que los dos miraran hacia ella para visualizar en la entrada a la madre del pequeño, la reina Marinette.

- Es tarde - comentó ella con un tono de autoridad, con eso quedaba claro que no le gustaba para nada que el pequeño Gabriel aún siguiera despierto. 

- Mamá, un poco más - pidió él con un tono de suplica, y aunque Marinette le causó mucha ternura no se doblegó.

- Mañana tienes clases, y no quiero que te estés durmiendo en medio de ella - explicó y el pequeño algo triste se acomoda con el fin de poder descansar. Adrien miró a Marinette un poco triste también por su pequeño, así que ella después de haber dado un suspiro para relajar un poco su cuerpo se acerca a ellos.

- Mañana podrán jugar de nuevo, después de tus clases, además tu tía Alya y tu tío Nino vendrán mañana en la tarde y traerán a tu primo Antonio - Gabriel al escuchar la noticia no pudo no ocultar su gran alegría, hace mucho no veía a su mejor amigo, y tan solo pensar en lo mucho que jugará con él decide dormir para tener toda la energía posible para jugar con él.

Marinette y Adrien después de arropar a su hijo y darle su beso de buenas noches, deciden desplazarse a su habitación a descansar.

- No sabía que Nino, Alya y su hijo llegarían a Paris mañana - comenta Adrien, quien trató de ocultar un poco su felicidad por ver de nuevo a quien él consideraba su "hermano".

- Los invité - confesó ella - sé lo mucho que extrañas ver a tu mejor amigo, al igual que a nuestro hijo, y claramente quiero volver a ver a mi mejor amiga. Hemos trabajado mucho con los asuntos del reino, así que creí que era bueno tomar un poco de descanso.

Adrien agradeció a su reina por tan grata sorpresa dándole un fuerte abrazo y un pequeño beso en su frente. Al llegar su habitación, Marientte se fue desvistiendo sin darse cuenta que un par de ojos verdes la miraba atentamente. Para Adrien ella seguía siendo igual de hermosa, su delgado cuerpo y piel blanca con algunas pequeñas cicatrices que a pesar de haber pasado 6 años desde aquel acontecimiento no se habían desaparecido por completo, todo eso para él era hermoso, las cicatrices no le recordaba al sufrimiento de su reina, sino que le recordaba lo valiente que fue ella, lo fuerte y capaz de haber salido de esa situación. 

La noche era cálida, lo que daba mucha tranquilidad y en la habitación sólo Adrien podía escuchar la delicada respiración de su amada quien pronto se pondría su camisón para dormir, pero las suaves manos de su rey la detuvo, el cual bajaban lentamente por sus pechos y abdomen, ella disfrutaba el rose de las caricias que le proporcionaba él, y puso su cabeza a un lado para que Adrien, quien estaba atrás de ella, pudiera tener el paso libre a su cuello quien no dudó en dejarle muchos besos húmedos.

- Me vuelves loco - le susurra Adrien ocasionando que las mejillas de ella se sonrojara suavemente. A pesar de los años la pasión y el amor que sentían el uno con el otro no se desvanecía, antes era más y más grande y fuerte.

Mi Reina( Marinette X Adrien ❤)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora