- No creo que deba ir, Alya- comenta Marinette a su amiga quien hace horas la había convencido de ir al baile, pero otra vez las dudas aparecían.
- Marinette, si lo que te preocupa es el rey, debes estar tranquila, él no estará esta noche en el castillo - le informa. - Además, ha pasado todo un año encerrada y en mi opinión, con que salgas tan siquiera una vez a divertirse le haría bien.
- ¿Cómo sabes que el rey no estará en el castillo? – Le pregunta Marinette muy curiosa.
- Tal vez por casualidad escuché a través de la puerta cuando el rey hablaba con alguien y comentó sobre su salida del castillo esta noche. - Responde Alya sin importancia.
- Eso está mal, Alya, no debe escuchar las conversaciones del rey detrás de la puerta de su habitación. - La regaña pero Alya sólo se hecha a reír.
- Ya, no te pongas así, mejor mira, hice un perfecto trabajo con tu cabello, se ve hermoso - Marinette mira en el espejo de su repisa y le había encantado el resultado. Al principio no estaba segura de ocultar su cabello con una gran peluca castaña, pero Alya le recomendó ir lo más oculta posible.
- Gracias - le dice Marinette. – Casi hasta parece que fuera mi verdadero cabello.
- Esa era la idea, así habrá menos posibilidad de que en el baile descubran que eres la reina, pero bueno, es hora de que se cambie de vestido - Alya saca del armario un hermoso vestido celeste, tenía un sutil escote y era de manga corta. Marinette se lo pone y este resalta su hermosa figura. - Se ve preciosa.
- Gracias Alya, por todo - Alya sólo asiente con una gran sonrisa en sus labios.
- Bueno, majestad, es hora de que se vaya al baile. –Dicho esto Alya le entrega los aretes y Marinette se los pone y por último se pone un antifaz que ocultaba un poco su rostro.
Al salir por la puerta de atrás del castillo se aseguraron de que nadie las había visto y al ya estar afuera, un elegante carruaje esperaba por ella.
- ¿El Maestro Fu fue quién mando el carruaje?
- Así es, señorita, me presento, mi nombre es Tikki y estaré hoy para usted.
- ¿Sabes quién soy yo? – Le pregunta Marinette a la mujer quien conduciría el
carruaje y esta sólo asiente con una gran sonrisa en sus labios.
- ¿Está segura de que puedo confiar en ella?
-Sí, majestad, el Maestro Fu es muy cuidadoso con las personas que van a sus fiestas, así que sólo sube que ya se le hará muy tarde – Le responde Alya en un susurro subiéndola rápidamente al carruaje - ¡¡ Que se divierta !! - exclama mientras el carruaje se ponía en marcha.
El viaje no fue muy largo, pero el lugar tampoco quedaba muy cerca del castillo. Al llegar Marinette pudo apreciar lo hermoso que era la enorme mansión por fuera.
- Bien, señorita, estaré aquí hasta que decida volver, así que no se preocupe. En la puerta estará algunas damas revisando el objeto que te dio el maestro para verificar que estas invitada a estas fiestas y otra cosa, debe presentarse con otro nombre - le informa y Marinette asiente, estaba algo nerviosa y los nervios no la dejaba pensar en algún otro nombre que podría utilizar.
Marinette se arma un momento de valor y baja del carruaje y como le había dicho Tikki, en la puerta estaba algunas damas revisando a las personas que querían entrar. Al ser el momento de Marinette, una de las mujeres se acerca a ella.
- ¿Qué objeto te dio el Maestro? – Le pregunta, Marinette le muestra sus aretes y la mujer amplía su sonrisa, mira a una de las chicas haciendo alguna seña.
- Bienvenida, mi querida dama, espero disfrutes de la velada, el Maestro le dará la bienvenida.
- Gracias...
Al entrar, Marinette pudo observas que todo era lujoso y fino, había música muy animada y muchas personas bailaban, bebían y reían a carcajadas. Al igual que ella, todos tenían un antifaz que les ocultaba su rostro.
- Me alegro de que hayas venido. - Le dice alguien a su lado haciendo que ella se asustara un poco. - lo lamento, majestad, soy el Maestro Fu.
Se presenta el anciano, que aparentaba de unos 70 años, era el único que no llevaba puesto un antifaz.
- Le haría una reverencia, pero si lo hago muchos se darían cuenta que eres la reina y eso no nos convendría para nada.
- Maestro Fu, yo...
- Ahora no pequeña, sé que dudas si estar aquí está bien o no, pero eso es porque es la primera vez que viene - el Maestro la toma de la mano y la lleva al centro de la sala, la música de una se detuvo y todos se hicieron a un lado dejando un gran espacio para ella y el anciano.
- Me alegro mucho ver a todos en este baile, espero que se estén divirtiendo. – Comienza a hablar él y todos aplaudían con mucha alegría- me honra presentarle a dos miembro más a este baile.
Marinette se quedó un poco confundida ya que en mitad de la sala sólo estaba ella y el anciano, pero su confusión se aclaró segundos después cuando vio entrar a un chico de máscara en forma de gato y un conjunto negro, su cabello era rubio y sus ojos verdes, además de tener una hermosa sonrisa en sus labios.
Aquel hombre se pone al otro lado del maestro dedicándole una mirada coqueta a Marinette provocando que ella se sonrojara un poco.
- Ellos son... - el anciano esperó a que ellos dijeran sus falsos nombres, por un momento se le olvidó ese detalle a Marinette así qué pensó en algo rápido.
- Chat Noir- se presenta el chico en voz alta dándole un poco más de tiempo a Marinette para que pensara en su nombre, ya que se dio de cuenta, por la expresión que ella puso, que aún no había pensado en nada.
- Ahora tú, pequeña - le susurra el anciano.
- eh, Ladybug...
- Chat Noir y Ladybug, nos darían el gran honor de complacernos con un baile juntos en esta noche, como bienvenida – les pide él Maestro Fu y Marinette quería negarse pero todos los ojos de las personas estaban puestos en ellos, así que aceptó.
Una melodía suave empezó a sonar por el lugar y Char Noir se acerca a ella.
- Me permite, mi lady – le dice él ofreciendo su mano y ella algo nerviosa la toma.
Marinette pone una mano en el hombre de él, mientras que Chat Noir pone su mano en su espalda, sus otras manos se agarran quedando la de Marinette en medio del pulgar e índice del chico.
- Estas hermosa está noche, mi lady - la halaga él y a Marinette le pareció algo familiar su voz.
- Gracias, gatito - le responde Marinette burlona y la voz de ella le era muy familiar a Chat Noir, ya que detrás de esa mascara estaba el rey Adrien quién también había sido invitado esa noche al baile.
Ninguno de los dos dijo algo, sólo se negaron rotundamente que con quién estaban bailando aquella hermosa melodía se trataba de alguien cercanos a ellos.
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Mi Reina( Marinette X Adrien ❤)
Любовные романыDebido a los actos de desobediencia, egoísmo y poca seriedad con su pueblo, el rey de París, Gabriel Agreste, obliga a su hijo Adrien Agreste, el heredero al trono, a casarse con Marinette Dupain, una plebeya del pueblo, el cual fue elegida al demos...